La ONU apunta a Israel por crímenes de guerra
El organismo criticó la expansión de los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados y dijo que rompe con las normas del derecho internacional.
La expansión de asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados constituye “crímenes de guerra” y amenaza con eliminar “cualquier posibilidad práctica” de un Estado palestino viable, advirtió el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk.
El responsable de la ONU aseguró en un informe presentado al Consejo de Derechos Humanos en Ginebra que el establecimiento y la expansión de las colonias equivalen al traslado por Israel de su propia población civil a los territorios ocupados, lo que “constituye crímenes de guerra” según el derecho internacional.
“Tales traslados constituyen crímenes de guerra, por el que los implicados pueden incurrir en responsabilidad penal individual”, indica el informe, que abarca el periodo comprendido entre noviembre de 2022 y finales de octubre de 2023.
“La violencia de los colonos”
“La violencia de los colonos y las violaciones relacionadas con los asentamientos han alcanzado nuevos niveles escandalosos y amenazan con eliminar cualquier posibilidad práctica de establecer un Estado palestino viable”, agregó.
“La información publicada esta semana según la cual Israel prevé construir otras 3.476 viviendas para colonos en Maale Adumim, Efrat y Kedar es contraria al derecho internacional”, afirmó Turk, en un comunicado con motivo de la publicación del informe. “El tamaño de los asentamientos israelíes existentes aumentó considerablemente” durante el periodo examinado, subrayó.
Durante este periodo se añadieron unas 24.300 unidades de vivienda en el seno de los asentamientos israelíes ya existentes en Cisjordania, el “número más alto registrado desde que comenzó el censo en 2017”. Esto incluyó unas 9.670 viviendas en Jerusalén Este, según el informe.
“El establecimiento y la continua expansión de los asentamientos ilegales israelíes se produce en paralelo al desplazamiento de palestinos como resultado de la violencia de los colonos israelíes y del Estado”, continúa el informe. A esto se suman “los desalojos forzosos, la no concesión de permisos de construcción, las demoliciones de viviendas y las restricciones a la circulación de los palestinos”.
Desde el estallido de la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, tras los ataques sin precedentes del movimiento islamista palestino en territorio israelí, también han estallado incidentes violentos en Cisjordania ocupada.
A finales de diciembre, Turk ya estimaba que “la intensidad de la violencia y la represión no se había visto desde hace años” en Cisjordania. Más de 490.000 personas viven actualmente en asentamientos en Cisjordania, considerados ilegales según el derecho internacional.
En el contexto de la guerra en Gaza, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, reafirmó a finales de febrero que “los nuevos asentamientos son contraproducentes para lograr una paz duradera”.
El hambre también mata en Gaza
El hambre es más aguda en el norte de Gaza, aislado por las fuerzas israelíes y que sufre largos cortes en el suministro de alimentos. Al menos 20 personas murieron de desnutrición y deshidratación en los hospitales Kamal Adwan y Shifa del norte, según el Ministerio de Sanidad. La mayoría de los fallecidos son niños -incluidos algunos de tan sólo 15 años-, así como un hombre de 72 años.
Los niños especialmente vulnerables también están empezando a sucumbir en el sur, donde el acceso a la ayuda es más regular. En el Hospital Emirati de Rafá, 16 bebés prematuros murieron por causas relacionadas con la desnutrición en las últimas cinco semanas, según declaró uno de los médicos jefe a The Associated Press. "Las muertes infantiles que temíamos están aquí", declaró a principios de esta semana Adele Khodr, responsable de UNICEF en Oriente Medio.