Suecia se unió a la OTAN en Washington el jueves, dos años después de que la invasión rusa de Ucrania la obligara a repensar su política de seguridad nacional y concluir que el apoyo a la alianza era la mejor garantía de seguridad para la nación escandinava.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson (foto), entregó el jueves la documentación final al gobierno estadounidense, el último paso de un largo proceso para asegurar el respaldo de todos los miembros para unirse a la alianza militar.
"Las cosas buenas les llegan a quienes esperan", dijo el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, al recibir los documentos de adhesión.
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