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ASAMBLEAS LEGISLATIVAS EN PEKÍN

China: preocupación por la suba de las tasas de desempleo juvenil

Lo admitió un portavoz político, que habló sobre las complicaciones económicas del gigante asiático. La tasa creció hasta un 15 por ciento y en su mayoría ya son graduados.

Un portavoz de un órgano consultivo político chino declaró este domingo que la economía, y especialmente el empleo juvenil, es fuente de “gran preocupación” para las autoridades. 

Liu Jieyi, portavoz de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC), hizo estas declaraciones en la víspera de las reuniones anuales de la asamblea legislativa en Pekín. 

Miles de delegados de todo el  país se reunirán hoy en la capital  china con motivo de esa cita, el cónclave anual del Partido Comunista en el poder. 

La segunda economía mundial  enfrenta varios desafíos, desde una  crisis inmobiliaria prolongada a un  descenso del consumo interno, pasando por la desocupación persistente de los jóvenes. 

En rueda de prensa, Liu Jieyi declaró que “los asuntos económicos  son de gran preocupación para  nuestros representantes”. Y agregó que “el empleo de los jóvenes,  sobre todo de los ya graduados, es  un tema de gran preocupación”,  dijo. 

China anunció un crecimiento  económico del 5,2 por ciento el año pasado, una de las tasas de expansión de la actividad económica más  lenta en décadas. 

La tasa del desempleo juvenil  rondaba oficialmente el 15 por ciento a finales de 2023, tras un ajuste  en los métodos de cálculo de la oficina de estadísticas. 

Esta última dejó de publicar esta  cifra, políticamente delicada, durante varios meses el verano boreal pasado, cuando la tasa de desempleo había superado el 20 por ciento. 

Según Liu, la economía china continúa teniendo “buenas bases y unas condiciones favorables para promover un desarrollo de alta calidad”. 

El país también se mostró “resiliente” frente a los “impactos externos... y a las dificultades internas”, añadió. 

El CCPPC se prolongará hasta la  mañana del 10 de marzo, según Liu.  La importancia de esta cita es relativamente menor, sobre todo si se  compara con la reunión casi simultánea de la asamblea legislativa del  país, la Asamblea Nacional Popular. 

También la seguridad 

En el solemne Gran Salón del Pueblo de Pekín, la gran sesión anual de la Asamblea Popular, el Parlamento chino, reunirá desde mañana a casi 3.000 diputados que deben ratificar las decisiones presentadas por la cúpula del Partido Comunista. En paralelo tendrá lugar la Conferencia Consultiva Política  del Pueblo Chino, un órgano asesor político. 

Estos encuentros, conocidos como las “dos sesiones” en China, difícilmente desembocarán en la aprobación de grandes paquetes de  medidas que los expertos consideran necesarias para reconducir la  economía.

En cambio, estarán más consagrados a “reforzar las medidas de seguridad nacional en todos los frentes”, augura Ho-fung Hung, profesor de economía política en  la Universidad John Hopkins estadounidense. 

“No ayudará a la economía, pero podría ayudar al partido-Estado a capear el temporal de la crisis económica”, afirma. 

Se prevén, eso sí, inversiones de pequeña escala en ciencia y tecnología y pasos para levantar el endeudado sector inmobiliario de China. 

De todos modos, el presidente Xi Jinping “parece relativamente poco preocupado por los recientes problemas de crecimiento de su país”, estima Neil Thomas, analista de política china en Asia Society. “No espero grandes cambios en las cuestiones económicas centrales”,  avanza para la AFP. 

Pero hay un anuncio que despierta especial interés: el objetivo de crecimiento para 2024, que será desvelado por el primer ministro Li Qiang prontamente. 

“El objetivo del PIB será probablemente prudente, pero sin admitir la magnitud de las presiones que existen sobre la economía”, dice  Diana Choyleva, economista jefe de Enodo Economics. 

En los últimos años, las autoridades comunistas han evitado aplicar un gran paquete de rescate por temor a comprometer las arcas públicas. Y los analistas no ven motivos para que esto cambie en el corto plazo. 

“Inversores y consumidores esperan medidas que puedan restaurar su confianza”, apunta Choyleva. 

“Pero la prioridad del gobierno en evitar un riesgo económico mayor y en mejorar la seguridad no permite el tipo de medidas que pdrían tener un efecto positivo inmediato”, agregó.