Las autoridades de Transnistria, una región separatista prorrusa de Moldavia, pidieron este miércoles la "protección" de Moscú frente a una supuesta "presión" ejercida por el Gobierno moldavo, acentuando la tensión en una región conmovida ya por la invasión rusa de Ucrania.
Poco después, Rusia indicó que consideraba que "proteger" a los "compatriotas" de Transnistria era una de sus "prioridades" y que "examinaría con atención" la solicitud de esa región de 4.160 kilómetros cuadrados que se extiende entre la orilla oriental del río Dniester y Ucrania.
Los diputados transnistrios reunidos en Tiraspol, la principal ciudad del enclave, pidieron a Moscú "aplicar medidas para proteger Transnistria frente a la presión reforzada por parte de Moldavia", que adoptó recientemente medidas de presión económica contra los separatistas.
Transnistria, donde viven "más de 220.000 ciudadanos rusos", enfrenta "amenazas sin precedentes de naturaleza económica, socio-humanitaria y político-militar", subraya la declaración, recogida por agencias de noticias locales y la francesa AFP.
El canciller de los separatistas, Vitali Ignatiev, precisó a la televisión rusa Rossiya 24 que se trataba "inicialmente de un pedido de apoyo diplomático".
El primer ministro polaco, Donald Tusk, afirmó que "la amenaza de una intervención rusa, o al menos de una provocación, es permanente", y consideró que las tensiones en Moldavia son "peligrosas" para la región "y no solo para Ucrania". En Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, afirmó que "Estados Unidos apoya firmemente la soberanía y la integridad territorial de Moldavia dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas".
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