Conmoción por la muerte de Navalni: el foco sobre Putin
El principal opositor ruso y muy crítico del líder del Kremlin falleció a los 47 años en una prisión del Ártico -donde purgaba una pena de 19 años-, en circunstancias poco claras.
El principal opositor ruso, Alexéi Navalni, murió ayer a los 47 años en una prisión del Ártico donde purgaba una pena de 19 años, informaron las autoridades, a un mes de unas elecciones que se espera consoliden en el poder al presidente, Vladimir Putin.
La muerte de Navalni -tras tres años de prisión y después de sobrevivir a un envenenamiento del cual el activista responsabilizó al Kremlin- deja a la oposición sin su figura más conocida antes de las presidenciales, unos comicios en los que los principales políticos críticos con el gobierno están vetados.
La oposición en Rusia está reducida a su mínima expresión, ya que el Kremlin sostiene una dura campaña de represión contra cualquier voz crítica, una política que se intensificó tras el inicio de la ofensiva en Ucrania, en febrero de 2022.
Las autoridades rusas ofrecieron pocos detalles de las circunstancias en torno a la muerte de Navalni, limitándose a un comunicado en el que aseguraron que hicieron todos los esfuerzos para reanimar al opositor. “El 16 de febrero de 2024, en el centro penitenciario N°3, el prisionero Navalni A.A. se sintió mal después de un paseo y casi inmediatamente perdió el conocimiento”, indicó el servicio penitenciario de la región ártica de Yamal en un comunicado.
“Todos los gestos de reanimación necesarios fueron practicados pero no dieron ningún resultado positivo”, precisaron las autoridades correccionales.
Larga condena
El activista estaba encarcelado tras ser condenado por “extremismo” y purgaba una pena de 19 años en una colonia penitenciaria remota del Ártico, en condiciones muy duras. Los múltiples juicios en su contra fueron criticados y tildados como procesos motivados políticamente y como una estrategia para castigarlo por su oposición a Putin.
El mandatario ruso -que nunca ha pronunciado el nombre de Navalni- fue informado de su fallecimiento, según su portavoz Dmitri Peskov.
Navalni fue un abogado que empezó a ser conocido en Rusia la década de 2010 por videos publicados en internet en los que denunció la corrupción, acusaciones que fueron ignoradas por los medios oficiales. Después, como activista ayudó a organizar grandes manifestaciones de la oposición en 2011 y 2012, que fueron duramente reprimidas.
Navalni fue muy próximo al nacionalismo y con el tiempo se consolidó como el principal opositor de Putin, al que criticó con dureza afirmando que su partido estaba compuesto por “ladrones y estafadores”.
EE.UU. afirma que Rusia es responsable
Desde el extranjero, las principales potencias occidentales desde EE. UU., pasando por Alemania, España, Francia y el Reino Unido lamentaron la muerte de Navalni y el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que Rusia deberá responder a “serias preguntas” por su fallecimiento.
El jefe de la diplomacia de EE. UU., Anthony Blinken, afirmó que Rusia es “responsable” de la muerte, una posición con la que coincidió la Unión Europea. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, declaró que Putin que deberá “rendir cuentas por sus crímenes”. Durante el proceso en su contra, Navalni calificó la operación militar rusa en Ucrania como “la guerra más estúpida y más insensata del siglo XXI”.
En las audiencias de sus procesos en las que participó por video los últimos meses, este hombre corpulento de ojos azules lució muy delgado y demacrado. Leonid Solovyov, uno de los abogados de Navalni, declaró al diario independiente Novaya Gazeta, que se edita desde el extranjero, que el opositor estaba “normal” cuando uno de sus representantes lo visitó el miércoles.
“Por decisión de la familia de Alexéi Navalni no voy a hacer ningún comentario. Ahora estamos organizando las cosas”, indicó. El redactor en jefe de Novaya Gazeta, el periodista ruso Dmitri Muratov, premio Nobel de la Paz de 2021, calificó la muerte de “asesinato”.
Envenenado en 2020
El opositor tuvo varios problemas de salud relacionados con una huelga de hambre y el envenenamiento que sufrió en agosto 2020 en Siberia, en plena campaña para las elecciones regionales.
Tuvo que ser trasladado a Alemania, mientras estaba al borde de la muerte, para ser tratado, un traslado que contó con la venia del Kremlin. Pese a que sabía que le esperaba un arresto, decidió volver a Rusia y fue detenido en enero 2021 en el aeropuerto.
La cárcel no socavó su determinación. En las últimas audiencias y en los mensajes publicados en las redes sociales, que transmitía a sus abogados, no dejó de criticar a Putin, al que describió como un “abuelo escondido en un búnker”, ya que el presidente ruso apenas aparece en público. En sus mensajes en línea, ironizaba sobre las humillaciones que sufrió en prisión.
El 1 de febrero el entorno de Navalni publicó un mensaje en el que llamó a manifestarse en Rusia de cara a las elecciones presidenciales del 15 al 17 de marzo. La victoria del presidente ruso parece un hecho, ya que los opositores, de los que Navalni era el más destacado, están o encarcelados o en el exilio. En uno de sus últimos mensajes, Navalni alentó a votar por “cualquier otro candidato” aparte de Putin y calificó las elecciones de una “parodia”.