Miles de personas lideradas por familiares de los rehenes tomados por el movimiento islamista palestino Hamás marcharon ayer sábado por Jerusalén para exigir a las autoridades de Israel más esfuerzos para la liberación de los retenidos desde el 7 de octubre.
El grupo salió caminando el martes desde Tel Aviv y tras recorrer 60 kilómetros llegó a Jerusalén, donde se movilizaron para reclamar por la aparición de los 240 rehenes, entre ellos una veintena de argentinos, capturados en la incursión de Hamás que desató el nuevo recrudecimiento de la violencia en la región.
Las familias, que acusan al Gobierno de no facilitarles información sobre sus gestiones para lograr la liberación de los rehenes, se reunirán tras la manifestación con dos miembros del gabinete de guerra, Benny Gantz y Gadi Eizenkot.
Yuval Haran, uno de los participantes en la marcha y familiar directo de uno de los rehenes, dijo que seguirán presionando "por todos los medios" hasta lograr la liberación de sus familiares, recogió el diario local Haaretz.
Otro familiar arremetió contra el primer ministro, Benjamin Netanyahu, por permitir la entrada de dos camiones diarios de combustible en la Franja de Gaza y las pausas humanitarias: "Nos aleja aún más del objetivo que usted mismo se fijó".
"La única foto de victoria que debe buscar es la de todos los rehenes regresando a casa con sus familias sanos y salvos lo antes posible", añadió, según reprodujo el medio Times of Israel.
Varias fuentes informaron de negociaciones en curso, con mediación de Qatar, para intentar liberar a los rehenes retenidos en la Franja de Gaza a cambio de una tregua en los combates, indicó la agencia de noticias AFP. El Gobierno israelí ha rechazado, sin embargo, hasta ahora cualquier llamado a un alto el fuego en el conflicto con Hamás.
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