Las calles de Tulkarem (en la Cisjordania ocupada), escenario de un multitudinario entierro entre salvas de fusiles al aire, han clamado venganza tras la muerte de cuatro palestinos acribillados dentro de un coche por las fuerzas israelíes a plena luz del día y delante de los vecinos.
Los uniformados habían llegado a bordo de una furgoneta de manera encubierta a esa localidad.
“Vinieron a asesinarlos, no a arrestarlos”, afirma Mehdi, de 33 años, y uno de los testigos de lo ocurrido consultados por El País. Reside en la casa delante de la que tuvieron lugar los hechos. Desde una de sus ventanas se grabó el video, que corrió como la pólvora en redes sociales, donde aparecen los agentes rematando a corta distancia a los cuatro hombres que iban dentro del coche, que acabó con decenas de impactos. Calculan que la operación no duró más de cinco minutos.
Las Fuerzas de Seguridad de Israel han multiplicado las operaciones en Cisjordania en paralelo a la guerra con Hamas en Gaza. Desde que esta comenzó hace un mes, han muerto en ese territorio más de 150 palestinos, según el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina. Además, más de 2.200 han sido detenidos, según la Sociedad Palestina de Prisioneros.
Los cuatro muertos en Tulkarem formaban parte de una célula “terrorista” dirigida por Hamas desde la Franja y desde el exterior, y responsable de llevar a cabo “decenas de ataques con armas de fuego y planificar ataques adicionales”, según un comunicado del ejército, la policía y el Shin Bet.
Sus nombres son Jihad Shihada, Ezzeddine Awad, Qasim Rajab y Momen Bal’awi, según la agencia Wafa. Para la prensa palestina son “mártires” de la causa. Las autoridades israelíes señalan a Shihada y Awad como los de más alto rango. Horas después de la operación, el ejército israelí realizó una incursión en el campo de refugiados de Tulkarem, donde tenía su sede el grupo, según las autoridades israelíes.
Los vecinos cuentan que las tropas permanecieron entre las dos y las seis de la madrugada del martes último. A primera hora de la mañana, había calles totalmente levantadas por la acción de las excavadoras, vehículos destrozados y algunas casas atacadas.
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