Israel urgió nuevamente ayer a evacuar el norte de Gaza y siguió bombardeando el enclave palestino y multiplicando las señales de que sus tropas terrestres podrían pasar a la acción en respuesta a la letal incursión del movimiento islamita Hamás en su territorio hace una semana.
El primer ministro israelí, presionado internacionalmente para evitar una catástrofe humanitaria, no dio señales de aflojar en su determinación de destruir a Hamás, que gobierna el enclave desde 2007.
“¿Están listos para lo que viene? Esto va a seguir”, proclamó el mandatario ultraconservador ante soldados desplegados cerca del enclave, en el octavo día de una guerra que ya dejó miles de muertos en ambos bandos.
Un portavoz del ejército, Jonathan Conricus, declaró que ya se habían producido incursiones “localizadas” en Gaza y que era “probable” que se evolucionara “hacia operaciones adicionales y significativas de combate”.
Muerte de jefes militares
El ejército israelí anunció haber eliminado a dos jefes militares de Hamás: Murad Abu Murad, “responsable de una gran parte de la ofensiva mortífera” del 7 de octubre; y un comandante de una unidad de élite “que dirigió el ataque contra las localidades israelíes cercanas a la Franja de Gaza”.
Hamás, cuyo jefe, Ismail Haniyeh, acusó a Israel de cometer “crímenes de guerra”, lanzó ayer desde Gaza una andanada de cohetes contra territorio israelí.
Al menos 1.300 israelíes, civiles en su mayoría, murieron desde el ataque de Hamás, indicó el cuerpo armado.
En la Franja de Gaza, el número de víctimas mortales de la réplica israelí se eleva a 2.200, entre ellos 724 niños, según las autoridades locales.
Según Hamás, una organización clasificada como terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea e Israel, 22 rehenes de los cerca de 120 que capturó en su incursión murieron en los bombardeos israelíes.
El ejército israelí indicó haber hallado cadáveres de algunos de ellos en sus operaciones de esta semana en la Franja.
El asesor de seguridad del gobierno israelí admitió que los servicios de inteligencia cometieron “errores” que les impidieron prever el ataque islamita, el más letal sufrido por el Estado hebreo desde su creación en 1948.
Partir “sin demora”
Israel, que acusa a Hamás de usar a los civiles como escudos humanos, pidió nuevamente a los cerca de 1,1 millones de habitantes del norte de la Franja que evacuaran la zona “sin demora”.
El Estado hebreo decretó la semana pasada un “asedio total” del enclave, sin abastecimiento de agua, electricidad ni alimentos.
Testigos y dirigentes de Hamás aseguraron que Israel bombardeó a habitantes que trataban de huir hacia el sur por una vía presentada como segura por el ejército israelí y que varias personas murieron.
“Un camión con decenas de familias a bordo fue alcanzado por la artillería cerca del valle de Wadi Waza”, dijo un testigo. AFP no pudo confirmar de inmediato estas informaciones.
La Franja de Gaza, de 362 km2 y cerca de 2,4 millones de habitantes, está situada entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo y sometida a un bloqueo de Israel desde 2006. La salida por Egipto, el paso de Rafah, está cerrada.
Presiones para evitar una catástrofe humanitaria
El ataque de Hamás y la guerra que desencadenó avivaron el temor de que el conflicto se extienda a otros países y de que se produzca una catástrofe humanitaria en Gaza.
“Incluso las guerras tienen “El sistema de salud está al borde del desastre” y “las morgues están desbordadas”, alertó.
El presidente estadounidense, Joe Biden, subrayó en una llamada con el presidente de la Autoridad Palestina Mahmud Abas que Hamás “no defiende el derecho del pueblo palestino a la dignidad y a la autodeterminación”, según un comunicado de la Casa Blanca.
Arabia Saudita, un peso pesado de Oriente Medio, anunció que suspendía las discusiones sobre una eventual normalización de sus relaciones con Israel.
La Unión Europea anunció que triplicará hasta los 75 millones de euros (unos 79 millones de dólares) su ayuda humanitaria a Gaza y convocó el martes una cumbre del bloque para definir una “posición común”, según declaró Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, en un comunicado.
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