La Corte Suprema de Estados Unidos inició ayer un análisis sobre si el estado de Carolina del Sur se basó en consideraciones raciales para rediseñar su mapa electoral, en una polémica maniobra que dejaría a 30.000 votantes negros fuera de su circunscripción electoral.
Según un tribunal de apelación de Charleston, una de las ciudades más importantes de ese estado, la mayoría republicana ha “exiliado a 30.000 ciudadanos afroestadounidenses”, que representan 62% de la población negra local.
El panel dictaminó en enero que el mapa disminuía la influencia de los votantes negros en violación de la Constitución.
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