El presidente francés, Emmanuel Macron, propuso este jueves una “autonomía” para Córcega dentro del país y reconocer la especificidad de esta región en la Constitución, como una “solución política” para superar las recurrentes tensiones en esta isla del Mediterráneo.
En un discurso ante el Parlamento de Córcega, y describiendo el momento como “histórico”, Macron llamó a “construir una autonomía a la corsa”, que “no será una autonomía contra el Estado ni una autonomía sin el Estado, sino una autonomía para Córcega y dentro de la República” francesa, por debajo del estatus de los territorios de ultramar y lejos en cualquier caso de la independencia.
El mandatario abrió así “una nueva etapa” para incorporar a Córcega dentro de la Constitución, con el objetivo de que haya ya un proyecto sobre la mesa en un plazo de seis meses. “Tengamos la audacia de construir una autonomía corsa dentro de la república”, declaró el mandatario.
La isla alberga a más de 340.000 personas y ha sido parte de Francia desde 1768. Pero Córcega también ha sido testigo de violencia independentista y tiene un influyente movimiento nacionalista.
En marzo de 2022, las protestas sin precedentes en Córcega por el brutal ataque y posterior muerte en prisión de un independentista corso, Yvan Colonna, preso por el asesinato de un prefecto en 1998 y condenado a cadena perpetua, obligaron al gobierno a ofrecer un proceso de diálogo, a menos de un mes de la elección presidencial.
Otros actos de violencia han sido en su mayoría de bajo nivel, y a menudo han implicado bombas colocadas en vehículos o edificios durante la noche, cuando no había nadie dentro.
Tras 18 meses de diálogo, el mandatario abogó porque la lengua corsa tenga “más espacio” en “la educación y en el ámbito público” y abrió la puerta a que el parlamento regional tenga una “capacidad normativa” sobre las competencias que gestiona, “bajo el control del Consejo de Estado y del Consejo Constitucional”. Macron busca que “la lengua pueda enseñarse mejor y estar en el centro de la vida de cada corso”, con un servicio público de enseñanza que tienda hacia el bilingüismo.
El cambio
La clave de este cambio institucional pasaría por que la Constitución francesa reconozca “las características específicas” de Córcega “en un artículo aparte”, como una “comunidad insular histórica, lingüística y cultural”. Esta es “una cuestión eminentemente política que requiere una solución política”, subrayó Macron.
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