El ciclón Daniel, de paso en la zona nororiental de Libia desde el domingo, dejó hasta el momento al menos 2080 muertos y el número de desaparecidos podría superar los 5000 como consecuencia de las lluvias torrenciales que han arrasado zonas residenciales enteras, según el Gobierno paralelo del este.
El viceprimer ministro de dicho Ejecutivo, Ali al Gatrani, pidió a la comunidad internacional una intervención humanitaria “urgente” en la ciudad de Derna, la más afectada por este fenómeno, bloqueada por vía terrestre, sin electricidad ni comunicaciones y declarada “zona catastrófica”. Medios locales informaron que la situación allí era catastrófica, sin electricidad ni comunicaciones.
Según el diario local Libya Observer, dos presas de esta municipio se derrumbaron, liberando un total de 33 millones de metros cúbicos de agua y destruyendo puentes y edificios a su paso.
Las fuertes precipitaciones han azotado además las localidades de Misrata, Al Bayda y Marj con tormentas eléctricas y vientos de hasta 180 kilómetros por hora. El Banco Central anunció la creación de un comité de crisis con el fin de cubrir las necesidades de liquidez del Gobierno del este, los bancos comerciales y ciudadanos de las áreas damnificadas así como la apertura de un puente aéreo para el envío de dinero.
El primer ministro del Gobierno de Unidad Nacional, Abdulhamid Debiba, con sede en Trípoli, prometió que el Estado indemnizará a todos los afectados por las inundaciones y decretó tres días de luto por las víctimas además de ordenar que las banderas de todo el país se bajen a media asta.
Por su parte, el Ejecutivo paralelo, respaldado por el Parlamento y basado en Bengasi, decretó como día feriado en todas las instituciones públicas y establecimientos escolares -a excepción de las fuerzas de seguridad, personal médico y profesionales indispensables- de la región Cirenaica (este) que controla su administración.
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