El voto de los españoles en el exterior, cuyo escrutinio finalizó ayer sábado, hizo que el PSOE de Pedro Sánchez perdiera una banca frente al conservador Partido Popular (PP) y puso así un nuevo obstáculo a la formación de gobierno por parte de los socialistas, que deberán negociar con los independentistas catalanes.
Los primeros resultados de las elecciones del 23 de julio habían dado 122 escaños al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que perdió ahora uno por la circunscripción de Madrid por 1.749 votos y quedó con 121, mientras que el PP de Alberto Núñez Feijóo pasó de 136 a 137. De todas formas, ambos siguen estando lejos de las 176 bancas que les darían mayoría absoluta en el Congreso.
Los socialistas de Sánchez habían quedado en mejor posición para formar Gobierno a través de alianzas con otras fuerzas, pero ahora necesitan que los siete diputados independentistas catalanes del partido Junts per Catalunya (JxCat), voten a favor de su investidura, cuando antes bastaba con su abstención. Los socialistas aseguraron que los votos de los españoles en el exterior no modifican la situación y sumaron presión a Juntos.
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