Este julio de 2023 va a convertirse en el mes más caluroso registrado hasta ahora en el planeta, después de que las primeras tres semanas hayan superado cualquier periodo de los más cálidos hasta la fecha, según han comunicado ayer el Servicio de Cambio Climático de Copernicus de la Unión Europea y la Organización Meteorológica Mundial. El pasado mes fue el junio más caluroso registrado, pero en este caso se trata del mes con temperaturas más altas nunca observadas. Si bien los registros modernos se remontan al siglo XX o, como mucho, al siglo XIX, los expertos en paleoclimatología consideran que no se ha alcanzado esta temperatura media en el planeta en mucho más tiempo.
“No solo será el julio más cálido, sino el mes más cálido de la historia en términos de temperatura media global absoluta. Es posible que tengamos que remontarnos decenas de miles de años atrás, para encontrar condiciones cálidas similares en nuestro planeta”, incide Karsten Haustein, climatólogo de la Universidad de Leipzig (Alemania). Su colega de Berkeley Earth, el investigador Zeke Hausfather, coincide: “Nuestras emisiones pasadas de CO2 se han acumulado en la atmósfera, e incluso sin ningún calentamiento adicional, este siglo será más cálido que cualquier periodo similar de los últimos 120.000 años”.
El Servicio de Cambio Climático de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial relacionan estas altas temperaturas con las olas de calor de los últimos días en gran parte de América del Norte, Asia y Europa e inciden en que “a la larga” provocan incendios forestales como los de Canadá y otros muchos en el área del Mediterráneo, como en Italia, Grecia y Argelia.
Para Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial, “el clima extremo que ha afectado a muchos millones de personas en julio es desafortunadamente la dura realidad del cambio climático y un anticipo del futuro”. “La necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es más urgente que nunca. La acción climática no es un lujo, sino un deber”, ha asegurado.
Antes del verano de 2023, el mes registrado como el más caluroso en el planeta era julio de 2019, con una temperatura media de 16,63 °C. En lo que va de este mes, la marca se sitúa en 16,95 °C. Según Zachary M. Labe, climatólogo de la Universidad de Princeton, “estamos experimentando la realidad de décadas de predicciones de los científicos que advertían del rápido aumento de las temperaturas debido al cambio climático provocado por el hombre”.
El cambio climático está relacionado con un aumento de fenómenos extremos como olas de calor, sequías o inundaciones. En el mes de julio, las altas temperaturas han espoleado los incendios forestales, que han provocado decenas de muertes y miles de evacuados. Por otro lado, el fuego también ha arrasado con millones de hectáreas de bosques, y ha afectado la fauna y flora que habita en estos ecosistemas.
Este calentamiento está provocado por las emisiones de efecto invernadero, causadas principalmente por el uso de combustibles fósiles. Se sabe que cuánto más de estos gases se liberen a la atmósfera, más aumentarán las temperaturas y peores serán las consecuencias. Por ello, los científicos piden acciones contundentes. “Sin una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, el calor y los riesgos subsiguientes seguirán amplificándose, por desgracia”, lamenta. “La única manera de impedir que la Tierra siga calentándose y que los fenómenos extremos asociados al cambio climático no se agraven es conseguir que las emisiones mundiales de CO2 se reduzcan a cero neto”, alienta Labe.
Compartir