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ENCUENTRO EN BEIJING

EE. UU. y China buscan reconducir su relación bilateral

La llegada de Antony Blinken tiene por objetivo gestionar de “forma responsable” los vínculos entre ambos países por el comercio y la cuestión de la isla democrática autónoma de Taiwán.

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, inició ayer una visita de dos días a China para atenuar las tensiones bilaterales, en el primer viaje de un jefe de la diplomacia estadounidense a Beijing en casi cinco años.

Ninguna de las dos potencias espera grandes avances en los temas conflictivos que están abiertos, pero el objetivo es iniciar un deshielo diplomático y mantener el diálogo para gestionar de "forma responsable" la relación bilateral, según el Departamento de Estado.

La visita se da luego de que Blinken suspendiera un viaje en febrero de este año a raíz de la detección de un globo aerostático sobre territorio estadounidense, que Beijing dijo que era un aparato de estudio pero que Washington ordenó derribar porque consideró que podía ser un elemento de espionaje.

Blinken, quien llegó anoche a la capital china, se reunió ayer con el ministro chino de Relaciones Exteriores, Qin Gang, en un palacio situado en los antiguos jardines de Diaoyutai. Los dos hombres se estrecharon la mano ante las banderas de sendos países, sin hacer comentarios, reportó la agencia de noticias AFP.

El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo esperar reunirse nuevamente con su homólogo chino Xi Jinping, después del extenso encuentro que tuvieron en noviembre en Bali, al margen de la cumbre del G20.

“Espero que, en los próximos meses, me reúna nuevamente con Xi y conversemos sobre las legítimas diferencias que tenemos pero también sobre cómo hay áreas en las que nos podemos entender”, agregó.

Los dos mandatarios podrían coincidir en la próxima cumbre del G20, en septiembre en Nueva Delhi. Xi fue además invitado a viajar a San Francisco en noviembre para el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (Apec).

Antes de partir hacia Beijing, Blinken se mostró optimista y declaró a la prensa que el objetivo del viaje es “abrir líneas directas de comunicación para que nuestros dos países puedan gestionar la relación de forma responsable, lo que incluye abordar algunos desafíos y percepciones erróneas y evitar errores de cálculo”.

“La competencia intensa requiere una diplomacia sostenida para garantizar que no se convierta en confrontación o conflicto”, abundó el secretario de Estado.

Entre los principales puntos contenciosos entre ambos países figura el comercio y la cuestión de la isla democrática autónoma de Taiwán. China efectuó el año pasado grandes maniobras alrededor de Taiwán, las cuales fueron consideradas un ensayo para una invasión, luego de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, visitara la isla en agosto.

La visita de la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, a Estados Unidos también provocó que Beijing realizara en abril tres días de simulacros militares.