Gremios franceses amenazan con paralizar el país
Cientos de miles de personas salieron ayer sábado a las calles en varias ciudades del país para rechazar la reforma que eleva la edad jubilatoria de Macron.
Cientos de miles de personas salieron ayer sábado a las calles en varias ciudades francesas para rechazar la reforma que eleva la edad jubilatoria impulsada por el presidente Emmanuel Macron, en una nueva jornada de protestas masivas encabezadas por los sindicatos que amenazaron con "paralizar" el país en marzo si el Ejecutivo "no escucha el rechazo popular" a la medida.
La marcha en París comenzó a las 13 hora local (9 hora de Argentina) y se desarrolló con relativa normalidad, si bien algunos manifestantes arrojaron objetos contra el dispositivo policial, informó el medio local Le Figaro.
"Si pese a todo el gobierno y los legisladores siguen sin escuchar el rechazo popular, la intersindical llamará a paralizar todos los sectores en Francia el próximo 7 de marzo", dijo el líder de la central FO, Frédéric Souillot.
En el aeropuerto capitalino de Orly, los controladores aéreos iniciaron una inesperada huelga que obligó a anular la mitad de los vuelos, sobre todo doméstico y entre países de la Unión Europea (UE). La huelga afectará a "25 llegadas y 22 salidas" de aviones en Orly, mientras que el otro aeropuerto parisino, Roissy-Charles-de Gaulle, no se ve afectado por la medida de fuerza.
El Parlamento ya empezó a debatir el cuestionado proyecto de ley, que contempla el retraso progresivo de la edad de jubilación de 62 a 64 años de acá a 2030 y el adelanto a 2027 de la exigencia de cotizar 43 años -y no 42 como ahora- para cobrar una pensión completa.
Una mayoría de franceses (dos de cada tres, según los sondeos) se oponen a la reforma, con la que el gobierno busca acercar la edad de jubilación a la de sus vecinos en Europa y evitar un futuro déficit en la caja de las pensiones.
"Me cuesta creer que el gobierno no escuchara este importante rechazo" a su reforma, aplicada en un "contexto difícil" de inflación para los ciudadanos, dijo a la agencia de noticias AFP Gaëlle Leroy-Careto, durante la marcha celebrada en París en un ambiente festivo.
Esta trabajadora social de 47 años acudió a la marcha en familia, junto a su marido, su hija, su hermana y su sobrino, en la cuarta jornada de protestas que los sindicatos quieren que sea "masivas" y "familiares", por lo que no convocaron huelgas de transportes.
"Nosotros manifestamos por nuestras pensiones y la de nuestros hijos", aseguró Leroy-Careto, apuntando que en 2010 ya se retrasó la edad de jubilación de 60 a 62 años y que dentro de 10 años podría incluso pasar a 70. "Quiero creer que otra sociedad es posible", comentó.
En este contexto, todo apunta a un endurecimiento de las protestas a partir del 6 de marzo, cuando terminan las vacaciones escolares de invierno en Francia. El sindicato CGT ya habló de una huelga prorrogable a partir del 7 de marzo, jornada de paro general.
Macron pidió a los sindicatos "responsabilidad" para no bloquear el país y deseó que el debate se haga en el Parlamento, al estimar que "es así como la democracia debe funcionar".