Rusia y Ucrania violaron la tregua decidida por Moscú
Ambos gobiernos se acusan mutuamente de no respetar el alto el fuego por la Navidad ortodoxa.
El ejército ruso aseguró que tenía la intención de respetar hasta el final del día la tregua unilateral decretada por el presidente Vladimir Putin con motivo de la Navidad ortodoxa, a pesar de que tanto el Kremlin como Ucrania denunciaron ataques en las últimas horas. "A pesar de los tiros de artillería de las fuerzas armadas ucranianas sobre zonas pobladas y las posiciones rusas, las tropas seguirán aplicando el régimen de alto el fuego anunciado hasta las 24 (18 horas de Argentina)", indicó el Ministerio de Defensa de Rusia en su comunicado diario.
El informe agregó que las fuerzas rusas habían repelido en las últimas 24 horas una serie de ataques del ejército ucraniano en el este de Ucrania y matado a decenas de militares.
En ese sentido, periodistas de la agencia de noticias AFP en la ciudad de Chasiv Yar, al sur de la ciudad de Bajmut, escucharon disparos de artillería pesada durante una gran parte de la mañana.
Por su parte, comandos ucranianos informaron que Rusia había lanzado un ataque con misiles y disparado 20 veces desde múltiples lanzadores de cohetes en las últimas 24 horas. "Hablan de alto el fuego. Es con ellos con quienes estamos en guerra", afirmó el asesor presidencial ucraniano Kyrylo Tymoshenko, tras denunciar que las fuerzas rusas atacaron una estación de bomberos en la ciudad de Jerson, en el sur del país, en una ofensiva que dejó varios muertos y heridos.
Decisión unilateral
Putin ordenó de manera unilateral a sus fuerzas que detuvieran la ofensiva durante 36 horas con motivo de la Navidad ortodoxa, que se celebró ayer 7 de enero. En cambio, Ucrania rechazó el alto el fuego al considerarlo como una táctica de Moscú destinada a ganar tiempo para reagrupar a sus soldados y reforzar así sus defensas después de una serie de reveses en el campo de batalla.
Putin asistió solo el viernes a la noche a una misa religiosa en una iglesia del Kremlin para celebrar la Navidad ortodoxa. El mandatario ruso siguió la celebración en la catedral de la Anunciación, originalmente concebida como una iglesia para los zares, oficiada por sacerdotes, algunos de los cuales sostenían candelabros, según las imágenes difundidas por la presidencia.
En años anteriores, Putin solía acudir a la ceremonia religiosa con motivo de la Navidad ortodoxa en las provincias rusas o en la periferia de Moscú. En un mensaje divulgado por el Kremlin, el líder ruso felicitó a los cristianos ortodoxos e indicó que este día inspira "buenas acciones y aspiraciones". También señaló que rezó por la Iglesia ortodoxa, cuyo líder espiritual, el patriarca Kirill, apoyó la ofensiva de las fuerzas armadas rusas en Ucrania.
Las organizaciones eclesiásticas "sostienen a nuestros soldados que participan en una operación militar especial", declaró el presidente ruso, utilizando el término oficial del Kremlin para designar la invasión. "Un trabajo tan formidable, multifacético y verdaderamente ascético, merece el más sincero respeto", añadió.
Misa histórica
Mientras tanto, en Ucrania, cientos de fieles asistieron a una misa histórica con motivo de la Navidad ortodoxa en el célebre monasterio de las Cuevas de Kiev, que antes dependía del patriarcado de Moscú, pero que pasó ahora a manos ucranianas debido a la guerra.
Por primera vez, el metropolitano Epifanio, jefe de la Iglesia ortodoxa de Ucrania creada en 2018-2019 tras un cisma con la rusa, ofició una liturgia de Navidad en la catedral de la Asunción de este emblemático lugar del siglo XI, el más importante del país. Los creyentes, entre ellos hombres con uniforme militar, se congregaron bajo una fuerte presencia policial. Los fieles debían mostrar sus pasaportes y cruzar detectores de metal.
Situada en la capital ucraniana, este monasterio fue la sede de la Iglesia ortodoxa ucraniana que dependía del patriarcado de Moscú, pero rompió sus vínculos con Moscú en mayo. A pesar de esta distancia, los responsables de esta rama están bajo presión de las autoridades ucranianas, que llevaron a cabo en las últimas semanas varios registros en centros religiosos y sancionado a eclesiásticos por tomar posiciones consideradas prorrusas.