Rusia prohíbe la venta de petróleo a países que apliquen tope de precio
Putin emitió un decreto ante las limitaciones impuestas por Occidente; la medida puede tener efectos globales el año próximo.
Como represalia contra la decisión de la Unión Europea de poner un tope al precio del crudo ruso por la invasión a Ucrania, el presidente de Rusia, Vladimir Putin prohibió ayer la venta de petróleo y productos derivados a los países que apliquen ese límite.
El decreto del Kremlin sobre la “aplicación de medidas económicas especiales en el sector de combustibles y energía en relación con el establecimiento por parte de algunos Estados extranjeros de un precio máximo para el petróleo y los productos derivados del petróleo rusos”, estará en vigor desde el 1 de febrero y hasta el 1 de julio próximos.
La medida contempla la prohibición del suministro “a quienes prescriben un precio máximo en los contratos”, según recoge la agencia rusa Tass. Asimismo, la orden de ayer prohíbe también el suministro de petróleo ruso a compradores extranjeros si el contrato utiliza un mecanismo de tope de precios.
En este sentido, el Ministerio de Energía de Rusia llevará a cabo el seguimiento del cumplimiento del decreto presidencial sobre las medidas de represalia frente a la introducción de un techo en los precios del petróleo ruso. A principios de diciembre, los Estados miembros de la Unión Europea, junto con el G7 y Australia, acordaron fijar un techo de 60 dólares al precio del petróleo ruso transportado por mar debido a la “operación militar especial” de Moscú en Ucrania. Rusia, el segundo mayor productor de petróleo del mundo, depende de las ventas de petróleo y gas para sostener su economía, que ya está bajo fuerte estrés por sanciones de los aliados occidentales de Ucrania en castigo por la invasión.
El fin de semana, el gobierno ucraniano exigió que el precio máximo fuera de 30 dólares por barril, por estimar que, a 60 dólares, Rusia igual tendrá ganancias anuales de 100.000 millones de dólares, dinero que usará para financiar su invasión de Ucrania. El precio actual es de 53 dólares por barril. En semanas recientes, Rusia ha estado bombardeando la infraestructura energética de Ucrania —incluyendo centrales eléctricas— mientras mantiene una ofensiva terrestre en el este ucraniano, sobre todo en torno a la ciudad de Bajmut, en la provincia de Donetsk.
La UE era antes de la guerra el principal cliente de Rusia. En 2021 le compró unos 75.000 millones de dólares en petróleo y productos derivados: el bloque espera que las sanciones tengan como resultado una reducción del 90 % de esas importaciones.
De acuerdo a la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la producción rusa caerá 1,4 millón de barriles diarios el próximo año tras las medidas impuestas por las potencias occidentales
La caída en la oferta podría tener consecuencias globales, en un contexto especialmente inestable por la crisis energética, la preocupación sobre la demanda ante el fantasma de una recesión y la polarización geopolítica que generó la guerra en Ucrania.