El juez brasileño Alexandre de Moraes convirtió ayer en prisión preventiva la detención del bolsonarista expresidente del PTB Roberto Jefferson, que el domingo último atacó a balazos y con granadas a agentes de policía que habían ido a arrestarlo.
El exdiputado estaba condenado por golpismo y cumplía una prisión domiciliaria que violó, razón por la cual los policías fueron a detenerlo. Atrincherado durante casi ocho horas en su mansión, Jefferson, líder del Partido Trabalhista Brasileño del candidato presidencial ultraderechista conocido como Padre Kelmon, con su reacción pudo haberle causado dolores de cabeza al presidente Jair Bolsonaro en la recta final de la campaña, sobre todo porque filmó videos reivindicando dispararle a la policía en nombre de la "libertad" y contra la corte suprema.
La decisión de convertir su arresto en prisión preventiva fue tomada por el juez de Moraes, quien argumentó que Jefferson "escondió armas" durante el período en que estuvo bajo arresto domiciliario y "armó el arsenal militar ampliamente descripto por la Policía Federal” luego de su detención, publicó O Globo. Tras la acción, la policía incautó más de 7.000 cartuchos en su domicilio.
Moraes afirmó que la ejecución de la detención por parte de la policía el pasado domingo, a la que Jefferson reaccionó con tiros y granadas, resultó en “un verdadero enfrentamiento de guerra”.
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