Buckingham despide a su reina: el adiós a Isabel II
Los restos de la monarca ya están en Londres para varios días de homenaje popular antes del funeral
Londres
Los restos mortales de Isabel II llegaron ayer a Londres para seis días de homenaje popular y funeral de Estado, tras el multitudinario adiós que los escoceses brindaron a la monarca fallecida a los 96 años tras siete décadas en el trono. Miles de personas desafiaron la lluviosa jornada para recibir entre aplausos y con las linternas de sus celulares encendidas la llegada del féretro al Palacio de Buckingham, donde pasó la noche rodeado por la familia real, con el nuevo rey Carlos III al frente.
La recta final del último viaje de Isabel II tomó más de una hora desde la base militar de Northolt, donde una aeronave C-17 Globemaster, usada recientemente en misiones de ayuda a Ucrania, aterrizó a media tarde transportando en su interior el féretro. La única hija de la reina, la princesa Ana de 72 años, acompañó en todo momento el traslado.
“Tuve la suerte de compartir las últimas 24 horas de vida de mi muy amada madre. Fue un honor y un privilegio acompañarla en su último viaje”, declaró la princesa Ana en un comunicado, en el que agradeció las muestras “de amor y respeto” a la difunta. El primer homenaje multitudinario a Isabel II tuvo lugar en Escocia, al fallecer el jueves pasado en su residencia de Balmoral, en la región de las Highlands (Tierras Altas). Decenas de miles de personas desfilaron por la capilla ardiente instalada el lunes en la catedral de St Giles en Edimburgo.
“Escocia se ha despedido de nuestra reina de Escocia con tristeza pero con cariño. Ya no volveremos a verla”, escribió en un mensaje la jefa del gobierno escocés, Nicola Sturgeon. Tras pasar la noche en el salón Bow Room del Palacio de Buckingham rodeada de los suyos, esta tarde será llevada en procesión hasta Westminster Hall, la parte más antigua del edificio que acoge al Parlamento británico. Se espera que cientos de miles de personas desfilen por su capilla ardiente en Londres.
El gobierno avisó que la gente quizás tenga que llegar a pasar la noche de pie, en la cola, para verla. “Tengan en cuenta esto antes de decidir asistir o traer a niños”, advirtió Downing Street. Unas 48 horas antes, ya había algunas personas aguardando ante el Parlamento. “Le dije a mis hijas que definitivamente voy a presentarle mis respetos en persona. Estoy contenta de estar en la cola, no importa lo larga que sea”, explicó Vanessa Nanthakumaran, una de las tres primeras personas en situarse en la fila.
EL LUNES, EL FUNERAL
Los londinenses tendrán varios días para presentar sus respetos a la difunta monarca, hasta la madrugada del lunes 19, día en que se celebrará su funeral de Estado en la Abadía de Westminster y será inhumada en Windsor. El domingo está previsto que el país observe un minuto de silencio a las 20 como señal de respeto a la única monarca que han conocido la mayoría de británicos.
Horas antes, en Belfast, cientos de personas ocuparon las aceras de la calle que va al Castillo de Hillsborough, la residencia oficial de la familia real en Irlanda del Norte, en las últimas muestras públicas de afecto a la reina difunta. La vereda frente a los portales estaba cubierta de cientos de ofrendas florales.
Carlos III y su esposa, la reina consorte Camila, bajaron de su auto para saludar a la gente y estrechar las manos de los aldeanos, entre ellos niños en uniformes escolares azules. El rey acarició a un perro corgi -la raza canina preferida por su madre- y algunos corearon “Dios salve al rey”. “Asumo mis nuevas tareas decidido a buscar el bienestar de todos los habitantes de Irlanda del Norte”, prometió Carlos III en el castillo de Hillsborough, en el sur de Belfast, a representantes políticos locales. (AFP y AP)