La invasión de Ucrania a gran escala cumple seis meses ayer. Aunque en realidad empezó hace ocho años, cuando Rusia se anexionó Crimea por la fuerza. Y Kiev se ha propuesto recuperar esta península ucrania del mar Negro. “Esto empezó en Crimea y acabará en Crimea”, ha proclamado el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski este martes. En su reivindicación, el mandatario ha recabado el apoyo de los mandatarios de unos 60 países y de organizaciones internacionales como la Otan y Naciones Unidas, que han intervenido en un acto telemático, organizado desde Kiev.
Todos los participantes han rechazado la guerra y la anexión unilateral de marzo de 2014. “Nunca reconoceremos la anexión ilegal de Crimea y Sebastopol por Rusia”, ha advertido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. “Crimea es Ucrania, al igual que Donetsk y Lugansk son Ucrania, al igual que cualquier otra parte del país es Ucrania. Esa era nuestra posición en 2014 y es nuestra posición en 2022. Debemos seguir aumentando la presión internacional sobre el presidente Putin y sus aliados hasta que se respeten los derechos del pueblo ucranio”, ha animado el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken.
La proclama que ha lanzado Zelenski al comienzo del evento deja una cosa clara: el final de la guerra no está cerca. Un día antes de que se celebre también el Día de la Independencia del país, el presidente ucraniano ha venido a decir que no tiene ninguna intención de frenar las hostilidades hasta que Rusia se retire a las fronteras que había entre los dos países hace ocho años. Algo que no parece que pase por la cabeza de Vladimir Putin ni por la de otros responsables del régimen de Moscú, ya que justo este martes ellos también han usado otro acto simbólico, el entierro de Daria Dugina, asesinada la noche del pasado sábado en plena carretera en Moscú, para justificar la agresión a Ucrania.
En medio de este cruce, encaja como un guante la cita que ha tomado prestada el secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg, de la frase más famosa de la serie Juego de Tronos: “El invierno está llegando [Winter is coming] y será duro”. Es decir, la guerra se prolonga. El noruego ha recuperado, además, una advertencia a Moscú que ya utilizó en junio, antes de la cumbre de la Alianza Atlántica en Madrid: “Estaremos con Ucrania todo el tiempo que sea necesario”. Después ha recordado que los 30 países de la organización que dirige han enviado armas a Kiev para la guerra.
Poco después de estas palabras, Estados Unidos ha anunciado el envío de otros 3000 millones de dólares (3011 millones de euros) en material bélico y adiestramiento para Ucrania, en una nueva muestra de que las hostilidades probablemente se prolongarán durante bastante tiempo. Y ante esa perspectiva, pocas opciones les quedan a la Unión Europea y a sus estados miembros más que seguir respaldando a Kiev, aunque no se descarte la salida negociada del conflicto.
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