El Gobierno de Estados Unidos declaró ayer la emergencia sanitaria nacional por el brote de viruela del mono que vive el país, en el que ya se han registrado miles de contagios aunque, de momento, ninguna muerte.
“Estamos preparados para llevar nuestra respuesta al siguiente nivel”, explicó ayer el secretario de Salud de EE.UU., Xavier Becerra, en una llamada con periodistas.
Una vez la declaración sea oficializada, está será firmada por el HHS después de que la Organización Mundial de la Salud hiciera un anuncio similar el pasado 23 julio. Más allá del impacto simbólico que tiene la declaración de emergencia, la declaración abre las puertas para que el HHS pueda poner en práctica un plan de acción y acceda a fondos federales para evitar que los casos sigan en aumento.
La medida dará a las agencias federales el poder de acelerar vacunas y medicamentos, acceder a fondos de emergencia y contratar trabajadores adicionales para ayudar a controlar el brote, informó The New York Times. También impulsará las labores de concienciación e información que, según las autoridades, son esenciales para contener los contagios, que avanzan con rapidez en el país.
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