Rusia dejará de operar en la Estación Espacial Internacional (ISS) después de 2024, anunció ayer el jefe de la agencia rusa Roscosmos, Yuri Borissov, en el marco de las tensiones entre el Kremlin y las potencias occidentales por la guerra en Ucrania que también afectaron la cooperación en el área.
“Cumpliremos sin duda todas nuestras obligaciones con respecto a nuestros socios”, de la ISS, declaró Borissov, durante una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin en la que precisó que “se tomó la decisión de dejar esta estación”, informó la agencia de noticias AFP. El científico señaló asimismo que cree que "entonces comenzaremos a crear la estación orbital rusa", que será "la principal prioridad" del programa espacial nacional.
"El futuro de los vuelos tripulados rusos debe basarse sobre todo en un programa científico sistémico y equilibrado para que cada vuelo nos enriquezca con conocimientos en el campo espacial", subrayó el máximo responsable de Roscosmos citado por la agencia de noticias AFP.
Borissov es jefe de Roscosmos desde mediados de julio, cuando reemplazó a Dmitri Rogozin, conocido por su estilo áspero y su desmedido nacionalismo. Hasta este nombramiento, Borissov, de 65 años, ocupaba la cartera de viceprimer ministro a cargo del complejo militar-industrial ruso, que también incluye el sector espacial. "Es un gran honor para mí, pero también tiene obligaciones adicionales", expresó Borissov ante Putin.
"El campo espacial se encuentra en una situación difícil, y creo que mi tarea principal (…) no es bajar la vara listón, sino subirla, sobre todo proporcionando los servicios espaciales necesarios para la economía rusa", subrayó, que citó sobre todo la navegación, la comunicación y la transmisión de datos.
En 2020, Rusia perdió su monopolio en el lanzamiento al espacio con sus viejos pero confiables lanzadores y naves espaciales Soyuz tras la llegada a escena del multimillonario de SpaceX, Elon Musk. La cooperación rusooccidental en materia espacial también se ha visto afectada por la ofensiva lanzada por Rusia el pasado 24 de febrero contra Ucrania. Las sanciones occidentales adoptadas contra Rusia a causa de esta ofensiva afectan en parte a la industria aeroespacial rusa y pone en riesgo a la Estación Espacial Internacional, puesto que algunas provisiones podrían verse interrumpidas.
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