El Gobierno ruso dijo que no quiere dejar de suministrar gas a Europa, después de que Bruselas presentara un plan para reducir la demanda en los próximos meses, pero advirtió que esto cambiaría si se siguen aplicando sanciones en su contra por la invasión a Ucrania. “Rusia no está interesada en esto (el cese de suministros de gas ruso a Europa)”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Peskov reaccionó así a la propuesta anunciada la semana pasada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para que los países del bloque reduzcan la demanda de gas en 15% durante los próximos ocho meses, con el fin de garantizar el funcionamiento de la industria en caso de un corte total del suministro por parte de Rusia.
Von der Leyen instó ayer a los países miembros a “solidarizarse” para poder llevar adelante el plan del gas en vista de la reducción o corte del suministro del metano por parte de Rusia. “Incluso aquellos Estados miembros que casi nunca compran gas ruso no pueden escapar a los efectos de un posible bloqueo de suministro en nuestro mercado interno. Por eso es importante que todos los Estados miembros frenen la demanda, que todos almacenen más y compartan” las reservas “con los miembros más afectados”, expuso Von der Leyen.
La Comisión Europea anunció la semana pasada su oferta de plan de situación de emergencia frente a la probable ruptura del flujo del gas natural ruso.
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