El papa Francisco inicia este domingo una gira de seis días a Canadá, en un viaje en el que mostrará su "indignación y vergüenza" a los pueblos indígenas locales por los abusos que sufrieron en las escuelas residenciales para jóvenes gestionadas por instituciones cristianas entre fines del siglo XIX y la década de 1990, y que decidió mantener pese a que continúa con la recuperación en su rodilla derecha.
Francisco partirá a las 9 de Roma (4 de Argentina) en un Airbus A330 de Ita Airways en el que será su viaje número 37 como Papa fuera de Italia, con el que recorrerá 19.246 kilómetros para visitar Edmonton, Quebec e Iqaluit en una visita que el propio pontífice calificó como un "peregrinaje de penitencia".
Durante los seis días de la visita, en los que estará acompañado por Télam como único medio sudamericano, Jorge Bergoglio pronunciará nueve discursos, todos en español, la mayoría centrados en la reconciliación de la Iglesia con los pueblos indígenas canadienses tras los abusos de todo tipo cometidos en los 139 internados del país, de los que unos 40 fueron gestionados por instituciones cristianas, incluidas asociaciones católicas.
"El viaje está centrado en los encuentros con los indígenas", adelantó el vocero papal Matteo Bruni al presentar esta semana el viaje a la prensa, y destacó la "indignación y vergüenza" que ofrecerá el Papa por lo sucedido en los centros con los que el Estado canadiense buscaba asimilar a las poblaciones nativas.
Además del pedido de perdón a los pueblos Inuit, First Nations y Métis, el Papa afrontará otros temas de interés compartidos con las poblaciones indígenas, como es "el cuidado del ambiente", añadió Bruni.
Cerca de 150.000 niños canadienses pasaron por los 139 internados desplegados en todo el país entre 1883 y 1996, de los que unos 50 fueron gestionados por instituciones cristianas, y sufrieron abusos de todo tipo, incluida la muerte de al menos 4.000 residentes de las escuelas con las que el Estado buscaba occidentalizar sus costumbres.
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