El presidente Joe Biden anunció ayer una serie de modestas medidas para combatir el cambio climático y prometió acciones más significativas en el futuro, porque “esta es una emergencia y la trataré como tal”.
Sin embargo, el mandatario no hizo una declaración de emergencia climática de manera formal, algo que los demócratas y grupos ambientalistas han buscado después de que un influyente senador demócrata puso fin a la esperanza de una legislación radical en materia de cambio climático. Biden insinuó que dicha medida podría llegar en el futuro. “El cambio climático es una emergencia, y en las próximas semanas usaré mis facultades como presidente para convertir estas palabras en acciones formales y oficiales mediante las proclamas, órdenes ejecutivas y facultades regulatorias apropiadas”, dijo el mandatario. Cuando se trata del cambio climático, “no aceptaré un ‘no’ por respuesta”, añadió.
Biden se pronunció en una antigua planta termoeléctrica a carbón en Massachusetts. La termoeléctrica Brayton Point, en Somerset, se está transformando en una instalación eólica, y Biden la eligió como la encarnación de la transición hacia las energías limpias que ha buscado, pero que tuvo problemas para materializar en los primeros 18 meses de su gobierno.
Las acciones ejecutivas dadas a conocer impulsarán la industria eólica doméstica en el Golfo de México y en el sureste, e invertirán 2,300 millones de dólares en ayudar a las comunidades a lidiar con las temperaturas cada vez más elevadas mediante programas gestionados por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, el Departamento de Salud y Servicios Humanos y otras dependencias.
Compartir