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Acuerdan desde el G7 presionar a Rusia y advertir a China
ALEMANIA

Acuerdan desde el G7 presionar a Rusia y advertir a China

La cumbre cerró con promesas de ayuda a Ucrania.

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Las conclusiones de la cumbre anual del G7 celebrada en la ciudad alemana de Elmau son el retrato de un orden mundial en estado de peligrosa convulsión. Los líderes advirtieron que seguirán imponiendo “costes económicos inmediatos y graves” al régimen de Putin y, a la vez, para tratar de afinar su estrategia ante la guerra rusa en Ucrania. En ese sentido, acordaron explorar vías para establecer límites al precio de las exportaciones de combustibles fósiles rusos, un giro con respecto a las insatisfactorias estrategias utilizadas hasta ahora.

Pero el comunicado final de ayer también reserva una amplia serie de advertencias a China con respecto a sus actividades de proyección de influencia en el sudeste asiático, sus prácticas económicas y el trato a la minoría uigur. Los Siete reclaman además a Pekín que presione a Moscú para frenar su guerra. En conjunto, las conclusiones describen un mundo en creciente polarización entre el bando de las democracias y el núcleo autoritario conformado por Rusia y China, un cuadro que probablemente seguirá definiéndose en esas mismas líneas en la cumbre de la Otan que se celebra esta semana en Madrid.

Frente a Rusia, el aspecto más novedoso es la disposición a explorar mecanismos para aplicar topes de precios en las exportaciones de gas y petróleo. Se trata de una tarea sumamente compleja, y las conclusiones apuntan a ella de forma muy genérica, anunciando el inicio de estudios técnicos para implementarla e invitando a otros países a sumarse. La constatación de una dinámica por la que, con las actuales sanciones, Rusia sigue logrando altos ingresos mientras los precios se desbocan para los consumidores ha propiciado el giro. El G7 aspira a ampliar al máximo el potencial de funcionamiento de estos mecanismos, y en el caso del crudo se contempla la posibilidad de prohibir el recurso a servicios financieros, de transportes o de aseguradoras occidentales a quienes no respeten el eventual tope.

Las dificultades en materia energética también han convencido a los Siete a abrir algunas excepciones al compromiso de evitar inversiones públicas en el sector de los combustibles fósiles. Bajo la presión de Alemania e Italia, especialmente expuestos a la dependencia del gas ruso, el comunicado final recoge la idea de que en las actuales “circunstancias excepcionales” puede ser adecuado promover inversiones en el sector del gas con apoyo público. Este mensaje político ha causado malestar entre los partidarios de proceder con decisión en la senda de la lucha contra el cambio climático.

La cumbre ha exhibido otras iniciativas para elevar la presión sobre Rusia, como la próxima entrega de EE.UU. de sistemas avanzados de defensa antiaérea de medio-largo alcance, un tipo de armamento con mayor calado estratégico con respecto al suministrado hasta ahora, o la voluntad manifestada por varios miembros del G7 de establecer una prohibición de las importaciones de oro ruso, otra significativa fuente de ingresos para Moscú.

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