De paria a aliado. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitará Oriente Próximo del 13 al 16 de julio y en su ruta ha incluido una visita a Arabia Saudí, según ha informado un alto cargo del Gobierno estadounidense. “Podemos esperar que el presidente se encuentre con el príncipe heredero”, señaló la fuente. En plena crisis energética, Biden ha incluido al principal exportador de petróleo en su gira y abandona el propósito de condenar al ostracismo al príncipe saudí por el brutal asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018 en el Consulado saudí en Estambul.
El viaje, el primero de Biden a Oriente Próximo como presidente, le llevará también a Israel y Cisjordania, pero la parte polémica es la escala en la ciudad saudí de Yedá y su reunión con el príncipe heredero. En 2019, en un debate de las primarias demócratas, y en referencia al asesinato de Khashoggi, Biden se mostró muy duro con el régimen saudí: “Vamos, de hecho, a hacerles pagar el precio, y a convertirlos, de hecho, en los parias que son”, señaló entonces.
Biden ha hecho de la promoción de la democracia y los derechos humanos el eje de buena parte de su política exterior. En su viaje asiático hizo escalas en Corea del Sur y Japón y contrapuso la alianza informal del Quad (Estados Unidos, Japón, Australia y la India) con el régimen autoritario chino. El Departamento de Estado calificó de “error” el viaje de Michelle Bachelet a China como Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU. En la Cumbre de las Américas, Estados Unidos vetó a Cuba, Venezuela y Nicaragua por su falta de respeto a las democracias, aun al precio de recibir el boicot de otros dirigentes latinoamericanos. Sin embargo, con Arabia Saudí, Washington dio vuelta la página.
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