Finlandia y Suecia formalizaron ayer sus anunciados pedidos de adhesión a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan), al entregar la carta oficial al jefe de la alianza militar, Jens Stoltenberg, en Bruselas, lo que recibió un fuerte respaldo de Estados Unidos y una advertencia de Rusia, que habló de una “sorpresa” de carácter militar por el ingreso fines a la Alianza Atlántica.
“El pedido que ustedes han presentado es un paso histórico”, dijo Stoltenberg al recibir la demanda formal de adhesión, gesto que da inicio a un complejo proceso de aprobación que enfrenta las resistencias de un miembro clave de la alianza, Turquía.
Las decisiones tomadas por ambos países escandinavos representa un cambio histórico en sus orientaciones de no alineamiento a nivel global, y fueron asumidas como reacción a la invasión militar rusa en Ucrania que ya lleva 84 días. “Ustedes son nuestros socios más cercanos y su membresía en la Otan aumentaría nuestra seguridad compartida”, añadió Stoltenberg al fin de una breve ceremonia en la sede de la alianza militar transatlántica. “Los aliados ahora considerarán los próximos pasos en su camino hacia la OTAN”, dijo.
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