Días atrás, el Taller Protegido de Salto vivió un cierre de año muy especial, cargado de emoción, gratitud y orgullo colectivo, que contó con la presencia del intendente Ricardo Alessandro.
Fue un encuentro que no solo marcó el final de un ciclo, sino que también simbolizó la fuerza de una institución que supo levantarse después de uno de los momentos más difíciles de su historia.
Junto a Andrea y a quienes forman parte del Taller, se hizo un balance de este 2025 que dejó huellas profundas. La inundación que afectó al espacio significó, en su momento, angustia e incertidumbre, sin embargo, con trabajo, compromiso y una enorme red de apoyo, ese golpe se transformó en una oportunidad para crecer y fortalecerse.
Lo que parecía un retroceso terminó siendo un punto de partida. La comunidad de Salto acompañó de manera solidaria, demostrando una vez más que la unión es clave cuando se trata de cuidar y sostener instituciones tan valiosas. El esfuerzo diario, la constancia y el acompañamiento permitieron no solo recuperar lo perdido, sino también proyectar un futuro con más esperanza.
De esta manera, el Taller Protegido de Salto cierra el año de pie, fortalecido y con la mirada puesta en un nuevo comienzo.
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