Este miércoles, el intendente municipal de Salto, Ricardo Alessandro, junto al secretario de Gobierno de la comuna, Camilo Alessandro, se reunieron con un grupo de vecinos afectados por la inundación de mayo de este año, con la idea de buscar soluciones conjuntas a la situación que atraviesan las víctimas de ese fenómeno; quienes expresaron sus inquietudes y destacaron la importancia de concretar varias obras.
El encuentro tuvo lugar en la sede de la Municipalidad y el mismo se desarrolló sobre la base de dos temas fundamentales: la conformación de la Cuenca Hídrica del Río Arrecifes y la implementación de un sistema de alerta temprana, de manera tal de conocer el comportamiento del cauce y poder planificar estrategias para hacer frente a temporales y eventuales crecidas.

Durante la reunión; el intendente y el secretario de Gobierno compartieron con los vecinos un estudio de la cuenca, que fue encargado a una consultora especializada y que consta de un trabajo de 7 tomos, en el cual se determina un plan de obras destinado a minimizar los riesgos de inundaciones. Del cual, según informaron autoridades municipales a DiarioNucleo.com, se pudo hasta el momento ejecutar una parte.

Por otra parte, la administración municipal de Salto les explicó a los damnificados que solicitaron al Gobierno nacional la concreción de varias acciones y que expresaron su preocupación preocupación por el abandono de la obra pública, una medida que, según explicaron, afecta seriamente tanto a las provincias como a los municipios.

Por último, las autoridades municipales ratificaron su compromiso con los vecinos afectados por la inundación y aseguraron que en poco tiempo estarán conformados distintos equipos de trabajo relacionados con este tema.
Adempas, mencionaron que solicitarán a la Dirección de Hidráulica de la Provincia de Buenos Aires la conformación del comité de cuenca para poner en marcha todo lo que esté a su alcance para avanzar en soluciones para Salto.
La peor inundación de la historia
Entre el 16 y el 17 de mayo de este año, Salto sufrió la inundación más grave de su historia: las precipitaciones superaron los 400 milímetros en alrededor de 6 horas y el nivel del río superó los 10 metros de altura, afectando a un total de 170 manzanas, lo que constituye alrededor de 2500 viviendas perjudicadas por ese fenómeno climático.
La ciudad quedó aislada durante doce horas y las autoridades declararon el estado de emergencia. Servicios básicos como la electricidad o el agua potable permanecieron interrumpidos durante varias horas. Muchas familias perdieron la mayoría de sus pertenencias y debieron ser evacuadas o bien se autoevacuaron, otras decidieron permanecer en el techo de sus domicilios para evitar robos o saqueos, mientras veían como el agua arrasaba con sus bienes y sus hogares.
La inundación de Salto se dio en el contexto de un grave temporal que afectó a gran parte de la provincia de Buenos Aires y que generó inconvenientes en Rojas, Arrecifes y Zárate, entre otras localidades.
En las zonas ribereñas, es decir, los puntos de la ciudad más próximos al río, el agua no tuvo piedad y arrasó con todo a su paso dejando una marca de más de dos metros de altura. Los vecinos de estos sectores fueron los primeros en autoevacuarse y en ser evacuados, dejando atrás sus viviendas y comercios con la triste certeza de que lo iban a perder todo o casi todo.
Uno de los testimonios más crudos que obtuvo DiarioNucleo.com durante su recorrida por los sectores más afectados por la inundación fue el de una comerciante que perdió toda la mercadería de su kiosco, ubicado de la zona del balneario municipal. "Fue un desastre. Las heladeras se desarmaron tras caerse y golpearse entre sí, se rompieron los vidrios, las estanterías y se echó a perder toda la mercadería. A pesar de haber colocado las compuertas, la presión del agua fue tan fuerte que las venció y rompió todo lo que teníamos".

La comerciante expresó que en las inundaciones previas el agua había llegado hasta la puerta del local pero nunca había logrado ingresar como sucedió en esta oportunidad. "Ahora no nos queda otra que ver si podemos rescatar algo. Las pérdidas materiales que sufrimos fueron muchas y no creo que podamos alcanzar a pagarlas para reconstruir el negocio", sostuvo.
Ernesto es un vecino del barrio ribereño que vivió toda su vida en el hogar de sus padres, y en diálogo con DiarioNucleo.com contó: "Perdimos todo.Nunca creímos que el agua iba a subir tanto y causara esta tragedia. La lluvia era torrencial y la velocidad con la que subió el agua no nos dio tiempo para nada. Vivo con mi señora, mi hijo de cinco años y mi hermano de 12, y solamente alcanzamos a sacar algo de ropa para mi nene".
A la hora de explicar cómo comenzó la inundación, narró: "Por la tarde mi esposa salió para hacer un mandado y el agua llegaba a la esquina, y cuando regresó ya estaba en la puerta de nuestra casa; poco tiempo después alcanzó una altura de dos metros. Hubo vecinos que se inundaron por el agua que bajaba desde el centro de la ciudad y no por la que provenía del río que está acá nomás. Hemos sufrido inundaciones anteriormente, pero de esta magnitud jamás".

Elisa, vecina del barrio ubicado frente al balneario municipal, fue otra de las afectadas que prestó su testimonio a DiarioNucleo.com. "Fue algo que se dio de golpe, el agua comenzó a subir con mucha rapidez y lo único que alcanzamos a salvar fue algo de ropa y el resto de nuestras pertenencias quedaron bajo el agua. A pesar de que mi hogar se encuentra elevado, tuvimos 1,50 metros de agua en el interior. Lamentablemente junto a mi familia nos vamos a tener que ir de acá después de la inundación. Mi marido tiene complicaciones respiratorias producto del Covid y no puede vivir en una casa que tenga tanta humedad".
Curiosamente, Elisa es oriunda de Pergamino y hace seis años que se mudó a Salto. Al momento de comparar la reciente inundación de Salto con la de su ciudad natal del año 1995, declaró: "No tengo palabras de reproche para el intendente de Salto. Lamentablemente, cuando me tocó vivir la gran inundación de Pergamino al intendente de aquel entonces nunca lo ví. Alessandro, junto a su hijo Camilo, estuvieron acompañando a los afectados desde el primer momento de la inundación".
Los testimonios que anteceden, registrados por DiarioNucleo.com horas después de que se produjera la inundación, permiten analizar un panorama dramático y en algunos casos desesperante por la cuantía de los daños y la forma en que afectó a las familias afectadas.
La reconstrucción
Días después de la crecida del río, cuando la ciudad intentaba poco a poco retomar su ritmo normal, Camilo Alessandro decía a DiarioNucleo.com que reconstruir Salto "llevaría meses", dada la magnitud de los daños. En ese sentido, las reuniones y las acciones efectuadas avanzan no sólo en el sentido de la reconstrucción sino también de concretar tareas destinadas a reducir los efectos de las crecidas, para que no vuelva a ocurrir un hecho como el de mayo de este año.
Normalmente, cuando ocurre una catástrofe como la que vivió Salto hace apenas cuatro meses, el hecho genera gran impacto en los medios de comunicación y el drama de las familias afectadas conmueve a aquellos que no sufrieron las consecuencias. Pero con el transcurso del tiempo el interés decae y muchos olvidan lo ocurrido o lo viven como un mal recuerdo. Pero para aquellos que perdieron todo la inundación está presente en cada uno de sus días y muchos aún no pudieron superar el drama de lo vivido o reponer lo que perdieron.
De ahí la importancia de las reuniones y lo relevante de planificar obras y buscar soluciones, ya que el hecho de avanzar en ese sentido reconforta a aquellos cuya vida cambió para siempre luego de aquella madrugada del 16 de mayo.
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