La comunidad de Salto vivió una jornada muy especial el jueves 31 de julio, día en el que la parroquia de la Conversión de San Pablo cumplió 200 años de historia.
Los padres Mingo e Iván ofrecieron un misa alusiva a la fecha del bicentenario ante un templo colmado de fieles que se acercaron para participar de este momento histórico. También estuvo presente el intendente de la localidad, Ricardo Alessandro, quien presenció la ceremonia desde la primera fila.
La parroquia saltense, que pertenece a la diócesis de San Nicolás, fue visitada especialmente por Monseñor Hugo y por sacerdotes de toda la diócesis nicoleña.
Los festejos de la gran noche del bicentenario, culminaron con la intervención artística del tenor local Diego Parrillo, quien emocionó a todos con la interpretación de dos canciones.

La historia de la parroquia comenzó en 1757 con la creación de una capilla en el fuerte San Antonio y en 1762, ya edificada, se insertó dentro de la jurisdicción de la parroquia San José de los Arrecifes. En 1780 comenzó el proceso del traslado del fuerte y la capilla, localizada en la actual manzana de la municipalidad de Salto.
En 1798 se creó la viceparroquia San Antonio de Salto, dependiente de San José de los Arrecifes, contando con su propia autoridad eclesiástica y registros propios. Ya hacia 1816, el presbítero Manuel Cabral, quien años más tarde se convertiría en el primer párroco de Salto, fue designado al frente de esa viceparroquia.
El 31 de julio de 1825 se creó la parroquia San Pablo de Salto y se produjo el primer registro eclesiástico bajo el patrono del apóstol San Pablo, que por el milagro de la conversión de este santo, el templo pasó a llamarse ‘parroquia de la conversión de San Pablo’, y en memoria de la fecha en que ocurrió, 25 de enero, ese día se celebra la fiesta patronal.
También, un 25 de enero de 1883 se procedió a la inauguración parroquial y en julio de 1825, con la inauguración, la comunidad dejó de pertenecer al Curato de Arrecife. En 1865 se colocó la piedra fundamental para la construcción del nuevo templo, que en 1883 sería inaugurado en su actual emplazamiento, junto con la casa parroquial.
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