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Joaquín Pérez Gardinali: el estudiante de 16 años que construyó una zorra ferroviaria
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Joaquín Pérez Gardinali: el estudiante de 16 años que construyó una zorra ferroviaria

Alumno de la Escuela Secundaria Técnica Nº1 de Salto, desde niño es apasionado por los trenes, entusiasta y conocedor de la materia.

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La actividad ferroviaria, tanto a nivel mundial como en Argentina, siempre estuvo rodeada de una mística muy particular. En el caso de nuestro país, esa mística tiene que ver con el hecho de que durante muchos años el tren era la única forma de interconectar ciudades no sólo a través de las personas que viajaban desde un lugar a otro sino porque el ferrocarril era el medio en el que llegaban a los pueblos y ciudades del interior los alimentos envasados, los electrodomésticos, las publicaciones como diarios, libros y revistas y en general todo aquello que viniera desde otros lugares llegaban a los sitios más alejados a través del ferrocarril. 
La llegada de cada formación a las localidades pequeñas era todo un acontecimiento y de hecho prácticamente todos los habitantes se hacían presentes en la estación ferroviaria, que era además un punto de encuentro social, al momento del arribo del tren.
 
Gran cantidad de pueblos e inclusive ciudades se formaron alrededor de una estación y muchos de ellos terminaron siendo conocidos más por el nombre de la misma que por el propio nombre de la localidad, como ocurre por ejemplo en el Partido de Pergamino con la localidad de Juan Anchorena, a la que se denomina generalmente Urquiza, que es el nombre de la estación, o Villa Angélica, a la que todos llaman El Socorro

Mística y nostalgia.


Desde la implementación del recordado Plan Larkin, a principios de los años 60 y finalmente con la gran reforma de principios de los años 90, a la mística se le sumó la nostalgia, ya que muchos servicios fueron recortados e inclusive desaparecieron, las formaciones quedaron arrumbadas en galpones que poco a poco fueron cayendo en el abandono y la mayoría de las estaciones cuyo servicio fue interrumpido quedaron también en la misma situación.

Esa realidad generó que en todo el país se formaran agrupaciones de preservación ferroviaria; integradas principalmente por ex empleados del servicio, entusiastas y nostálgicos de la edad de oro del tren. Con el transcurso de los años esas agrupaciones obtuvieron personería jurídica, en inclusive pudieron abrir museos y obtener material rodante en desuso, que restauran y ponen en condiciones de funcionamiento. Tal el caso de la Asociación de Preservación Ferroviaria de Pergamino (APREF).

Dentro del material rodante que esas agrupaciones ponen en funcionamiento están las antiguas dresinas, popularmente conocidas como "zorras", que en su momento  eran los vehículos que se destinaban al traslado de personal y herramientas destinados al mantenimiento de las vías. Mucha estaban en muy malas condiciones y lograron ser restauradas pero en muchos otros casos esos vehículos no son reacondicionados directamente construidos por los miembros de las agrupaciones y los museos, con fines recreativos, con la instalación de elementos de confort y seguridad y con modificaciones respecto de los diseños originales.  Inclusive se han construido "bicizorras" que tienen un principio de funcionamiento muy similar al de una bicicleta, pero adaptadas para poder circular sobre rieles. 

Esos entusiastas originarios que entre veinte y treinta años atrás formaron las agrupaciones mantuvieron viva la pasión por el ferrocarril y lograron transmitirla a las nuevas generaciones. Tanto es así que en septiembre pasado se estrenó en Pergamino "La Zorra y la Pampa", un documental en el que un grupo de jóvenes recorre en uno de esos vehículos el tramo entre Rosario y Pergamino, registrando además hechos cotidianos de las localidades que iban atravesando.


La zorra de Joaquín Pérez Gardinali.  

 

Joaquín Pérez Gardinali es un vecino de Salto de solo 16 años que construyó una de estas zorras con destino recreativo, un vehículo motorizado que puede trasladar cuatro personas, que ya fue probado con excelentes resultados y que próximamente formará parte de distintos eventos. 

El caso de Joaquín es muy especial, desde chico lo fascinaron los trenes y siempre trató de aprender cosas sobre el mundo ferroviario. Contó siempre para ello con la ayuda de su padre, que le brindó consejos y lo estimuló a avanzar con sus proyectos.

Hace cuatro años Joaquín se embarcó de lleno en la concreción de su principal sueño, la construcción y puesta en funcionamiento de una zorra ferroviaria para poder recorrer las vías de Salto y sus alrededores, que quedó concluido recién este año: "el proyecto se inició básicamente con el propósito de poder recorrer las vías de la zona, en Salto tenemos dos ramales; uno perteneciente al ferrocarril Belgrano, de trocha métrica (1000mm) y otro del ferrocarril Urquiza, de trocha media (1435mm); en ambos casos los predios ferroviarios estaban en muy malas condiciones con rieles perdidos, tapados o usurpados" contó Joaquín en diálogo exclusivo con DiarioNucleo.com "yo veía eso y sentía que tenía que hacer algo" agregó: "así que en un momento me surgió la posiblidad de crear esta zorra. Yo no tengo familia ni tradición ferroviaria, lo hice por hobby, por el amor que siento por el ferrocarril" explicó y agregó que "me motivó también que en un momento había comenzado la limpieza del ramal G del Belgrano con la idea de realizarla desde Villars hasta Salto e inclusive hacerlo extensivo hasta Pergamino, un trabajo tremendo que resultó mucho más difícil de lo que se pensaba en un momento y esa idea, la de revivir ramales, me inspiró mucho y me motivó a trabajar en este proyecto" detalló. 

Prosiguiendo con el relato de la gestación de la zorra, Joaquín Pérez Gardinali manifestó a DiarioNucleo.com que "pude realizar todos los planos en la Escuela de Educación Técnica Nº1 de Salto, de la que soy alumno y tuve el gran apoyo de mi viejo y también me ayudó mucho el Club Amigos del Belgrano. Cuando expuse el proyecto los fascinó a todos y recién este año, aproximadamente a principios del invierno, empezamos a con lo que es la construcción y nos desmandó hasta la actualidad. A finales de septiembre la zorra ya estaba la zorra lista y bueno, la tengo" explicó. 

 

Detalles técnicos

"La zorra fue diseñada por nosotros sobre la base de unas ruedas originales de ferrocarril que un vecino de Berdier nos regaló, luego fabricamos las masas y las transformamos a 35 milímetros, conseguimos las bancadas para sostener toda la estructura, que es principalmente el chasis central y está hecho con hierro del 6. Luego hubo que alinear el chasis con el resto de la estructura" contó con detalles Joaquín a DiarioNucleo.com "para la propulsión usamos un motor a explosión Niwa de 13 HP y buscamos una relación de poleas y engranajes adecuada" señaló Joaquín y contó orgulloso que "es impresionante lo que 'tira' esta zorra, la velocidad que desarrolla. Esa característica que tiene el transporte ferroviario, que por el bajo coeficiente de rozamiento entre el riel y las ruedas, requiere poca potencia para mover grandes cargas a gran velocidad, la verdad es ver esa zorra funcionando es algo hermoso" manifestó.

Joaquín contó a DiarioNucleo.com que la trocha (distancia entre las ruedas paralelas) de la zorra es adaptable y que la diseñaron de esta forma para poder recorrer con el mismo vehículo los dos tipos de vías existentes en la zona de Salto "cuando construimos el vehículo le agregamos la caractetrística de la trocha adaptable, para poder circular tanto por las vías del Belgrano como las del Urquiza. Queríamos poder recorrer todas las trazas de la zona y así lo pudimos hacer, habíamos hecho un relevamiento y sabíamos que en el tramo de las estaciones las vías estaban relativamente en buen estado, a excepción de la auxiliar y la de carga, que desaparecieron o fueron levantadas. Hay muchos tramos dañados y desaparecidos, hay un poco de tierra, bastante maleza pero siempre que no haya robos o usurpaciones se puede transitar" remarcó y comentó que "como la trocha es adaptable cuando la pusimos en la vía nos quedaron algunos centímetros para que quedase bien pegada al riel pero la ajustamos y quedó perfecta, notamos que circula muy bien" contó "la idea es usarla para participar en distintos eventos y colaborar con la limpieza y mantenimiento del ramal, una tarea que requerirá de mucha ayuda porque hay obras que son muy complicadas y necesitan mucho trabajo".

 

La primera vuelta

En otro tramo de su charla con DiarioNucleo.com, Joaquín Pérez Gardinali contó la experiencia al hacer circular la zorra por primera vez "arrancamos a las 7 de la mañana y empezamos a recorrer la vía, que estaba un poco sucia pero nada más, hicimos cuatro pasadas y los rieles se fueron puliendo al tomar contacto con las ruedas de la zorra y quedaron impecables" manifestó y agregó que "se empezó a correr la noticia y empezó a llegar la gente, que aplaudía y se quedaba a mirar el funcionamiento del vehículo y bueno, se generó mucho contacto, mucha felicidad, muchísimo apoyo. De hecho estoy asombrado y emocionado por la cantidad de likes que tuvo la publicación de la Municipalidad en redes, eso nos ayudó mucho para dar a conocer nuestro trabajo" remarcó.

 
Amor por el ferrocarril

"Realmente no puedo decir de dónde viene el amor por los trenes porque es muy difícil explicar una pasión" señaló Joaquín preguntado por DiarioNucleo.com al respecto "es algo que nace, que te mueve, un sentimiento inexplicable por así decirlo" detalló y agregó que "creo que por lo que generó en el país, por eso que representó, por la unión que tuvo cuando el ferrocarril transportaba todo o incluso la zorra, todo eso termina generando el amor que la gente tiene por el el ferrocarril y lo que lo hace especial" comentó y añadió que "puedo decirlo porque percibo la emoción de la gente al volver a verlo, al volver a escuchar esa bocina que te pone la piel de gallina y hace que se te piante un lagrimón" finalizó. 
 

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