Al comienzo de esta semana, la Policía Comunal de Rojas fue alertada de la desaparición de una perra perteneciente al Refugio Canino Municipal, que estaba pronta a ser castrada. Tras el aviso de la responsable, los efectivos se dirigieron al basural a cielo abierto, donde encontraron a un individuo con los pantalones bajos junto al animal. Así, la canina fue llevada a un veterinario, quien constató que había sido abusada sexualmente.
Luego de la aberrante situación, los efectivos policiales trasladaron a la denunciante a la comisaría y el animal al refugio. Mientras tanto, el individuo permaneció en el lugar y manifestó que “solo se encontraba al lado (de la canina)”.
En este sentido, una vez que la Ayudante Fiscal de Rojas tomó conocimiento, se decidió que la perra debía ser evaluada por el veterinario, quien posteriormente elevó un informe sobre el estado de salud.
Con las pruebas, el organismo imputó al sujeto y, al día siguiente, se recibió el oficio judicial donde se solicitó que el mismo sea trasladado al Hospital Municipal junto a un familiar. Esto, a los efectos de ser evaluado por un equipo interdisciplinario. De esta manera, quedó alojado en el nosocomio con custodia policial.
El hecho generó conmoción en la comunidad rojense, quienes cuestionaron la presencia del individuo en el hospital. Surgieron interrogantes y desconfianzas sobre el suceso, preguntándose si el individuo podría efectuarlo contra una persona o un menor de edad.
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