Rojas
VOLEY NACIONAL

A 20 años del primer título del fenómeno social Rojas Scholem

El 1 de mayo de 2002 el proyecto madre de fusión entre un club de Buenos Aires y una ciudad del interior mostraba al país que era posible obtener resultados acompañados de la pasión de un pueblo. Luego llegaría el empresario Marcelo Tinelli con su equipo de Bolívar e inclinaría la balanza con su poderío, algo que se sostiene en la actualidad.

El año 2001 quedó marcado en la historia de Argentina por la gran crisis económica y el estallido social que llevaron al país a, por ejemplo, tener cinco presidentes en una semana. En un contexto más que complicado, las empresas cerraban, la gente se quedaba sin trabajo y los trueques barriales resurgían.

La necesidad de entretenimiento para escarpar un poco a esa realidad iba en crecimiento. En Rojas, ese mismo año empezaba a asomar un fenómeno deportivo y social que otorgó la posibilidad a los vecinos de ser parte de algo histórico, mientras se refugiaban detrás de una pelota de vóley.

Rojas Scholem, la fusión de un equipo de Buenos aires y la gerencia de empresarios rojenses desconcertaban al mundo del vóley nacional. Estadios repletos, hinchada en partidos de visitantes que se asemejaban al ambiente del futbol, hicieron que los clubes y la propia asociación debieran replantear temas e organización e infraestructura.

Hasta se televisaban en vivo los partidos para todo el país. Luego, ese modelo fue replicado en diferentes puntos del territorio argentino, algo que hoy se mantiene con vida. Rojas Scholem era la sensación no sólo del pueblo sino de la Liga Argentina de Clubes.

 El proyecto empezaba a lograr resultados

Un 1 de mayo de 2002, el club se consagraba campeón de la Liga Nacional de Voley en el quinto partido ante la poderosa Universidad de Buenos Aires. “La Fortaleza” era el estadio que hacía de epicentro para un equipo imbatible, esa tarde albergó un espectáculo único ante las 3500 almas presentes. Trasladando los festejos masivos a la Plaza San Martín del centro con una concurrencia pocas veces vista.

El titulo no era casualidad, con un equipo de grandes figuras algunas consagradas como Hugo Conte o el experimentado armador Hernán Ferraro. Otras en pleno auge de explosión: Jerónimo Bidegain, Gustavo Porporato, Pablo Peralta y la aparición sorpresiva como figura del brasileño Marcelo Pipi De Moura.

El conjunto dirigido técnicamente por Juan Manuel Barrial demostró toda su potencialidad en la segunda parte de la temporada tras una primera parte de la fase regular con algunos altibajos. La mejor cara llegó a partir del “Super 4” jugado en el mítico Luna Park donde se logró quedar con el torneo, a partir de allí marcó una racha de 18 victorias consecutivas.

En Playoffs a pesar de haber clasificado en primer lugar casi se queda con las manos vacías cuando Alianza de Jesús María lo tuvo en varias oportunidades en match-point durante el quinto y definitivo encuentro, un final para el infarto que logró superar en condición de local y generar un festejo pocas veces visto con la gente. Luego las semifinales ante Vélez Sarsfield desplegaron la mejor cara del equipo pasando la serie sin inconvenientes y la sólida contundencia en la final venciendo a la UBA por 4 a 1.

 El sueño de dos hermanos

Aquel sueño gestado por los hermanos José y Luís Aladro se hizo realidad bajo el contexto la descentralización del vóley metropolitano llevando los equipos al interior de la Provincia, el caso de Rojas – Scholem Aleijem del barrio La Paternal de Capital Federal, fue la única fusión exitosa que reinó en la época.

 Además, produjo un quiebre importante para la expansión y federalización de la Liga e inspiró muchos intentos en otros lugares. Tal fue así que meses más tarde un tal Marcelo Tinelli emularía el proyecto de Rojas pero esta vez para fundar un equipo propio en su Bolívar natal.

Poco tiempo después Rojas Scholem seguiría escribiendo historia. Logrando el título Sudamericano en Uruguay ante Petrópolis de Brasil jugado en Uruguay. Estuvieron cerca del Bicampeonato en la Liga Nacional del 02/03 pero se escapó en una gran final a manos de aquel Bolívar Signa en su primera participación, cayendo por 2 a 4 en la serie final.

Las luces se apagaron rápidamente

Para Rojas fue algo único e irrepetible en la cuestión deportiva, social y colectiva, la comunidad logró identificarse detrás de un gran equipo y tutelarse como la ciudad del vóley. Pero increíblemente de la noche a la mañana en tan solo tres años las luces se apagaron, la fusión se disolvió, Rojas nunca pudo obtener parte los derechos de la plaza que pertenecían a Scholem como se había contemplado en un principio de la fusión.

Tras una tercera temporada complicada desde varios aspectos, ya sin sus principales figuras ni los propulsores del proyecto en Rojas, el club porteño decidió trasladar el equipo a Rosario por mejores sponsors para sostener la cuestión económica, pero nunca encontraron la pasión y el respaldo que los rojenses le brindaron a su equipo.