Como se mencionó en numerosas oportunidades desde la sección "Por los Barrios" de DiarioNucleo.com; históricamente las vías de los ferrocarriles que atravesaban Pergamino (tradicionalmente Mitre y Belgrano) funcionaron siempre como una división para los habitantes de la ciudad.
En el caso particular de las vías del ex Ferrocaril Mitre; de trocha ancha, éstas dividían Pergamino en dos sectores bien definidos: el Sur; donde quedaba el centro administrativo y comercial y el Norte, que básicamente quedaba configurado mayormente por los barrios Ameghino y Acevedo, más todo lo que quedara al Norte de esos dos barrios.

Este paso peatonal a la altura del Galpón de Máquinas fue el primero en conectar los sectores Sur y Norte del Parque.
Durante décadas, gran parte de la actividad de la ciudad giraba en torno al movimiento ferroviario, las zonas próximas a la estación, ubicada sobre la avenida Alsina, a la altura de las calles Dr. Alem y Luzuriaga y el gigantesco predio que la circundaba vivían la cotidianeidad entre formaciones que pasaban y dejaban o recogían pasajeros y levantaban o descargaban cargas de todo tipo. También los talleres, ubicados dentro del predio que hoy se conoce como Parque España, trabajaban en turnos rotativos las 24 horas, para dejar en condiciones de funcionamiento el material rodante asignado a ese tramo.
La Estación, las dependencias aledañas y los galpones de máquinas constituían un predio gigantesco que limitaba al Este con la calle La Rioja y al Oeste con Sarmiento, y estaba enmarcada por un paredón de casi tres metros de alto y cuarenta y cinco centímetros de espesor; no permitía ver a los transeúntes lo que ocurría en el interior del predio ferroviario y actuaba como una imponente barrera física y psicológica que hacía que el barrio Acevedo fuera prácticamente "otra ciudad", separada del resto de Pergamino.

Un viejo vagón intervenido y vías onduladas. A la izquierda, el edificio de la Comisaría Primera.
Durante prácticamente 100 años las dependencias ferroviarias estuvieron vedadas al público, ocultas detrás de aquel gigantesco paredón y lo que ocurría detrás de esos muros estaba sólamente revelado a los empleados ferroviarios; que cumplían sus tareas en alguno de los numerosos edificios emplazados en el lugar.
La separación que generaba el paredón no era sólo visual ya que no existía ningún tipo de paso vehicular a través de lo que hoy se conoce como Parque España. O se pasaba por Sarmiento al Oeste o por Nicolás Repetto (ya fuera del perímetro del Parque) al Este. Eso era todo. Los peatones podían hacer el cruce Rocha - Vélez Sársfield a través del histórico y pintoresco "Puente de Hierro" (o de Fierro) pero debía subir varias escaleras, sumado a que, a finales de los años noventa, la zona se había vuelto un poco insegura y casi nadie se animaba a realizar el cruce en horas de la noche.

El Galpón de Máquinas del ex Ferrocarril Mitre, reconvertido en sede del Museo Municipal de Bellas Artes.
Precisamente durante los años 90, luego de la cancelación de la totalidad de los servicios de pasajeros y la reducción significativa de las formaciones de carga, la zona, especialmente la avenida Alsina, fue cayendo en una profunda decadencia, con pérdida de valor de las propiedades, veredas cada vez más deterioradas y una creciente sensación de abandono e inseguridad.

Espacio de la Asociación de Preservación Ferroviaria, destinado a la restauración de material rodante.
Junto con el progresivo deterioro del ferrocarril y las sucesivas crisis económicas que sufrió el país; el ritmo y la actividad en la avenida Alsina fue disminuyendo y toda la zona fue entrando poco a poco en decadencia. Mientras el resto de la ciudad cambiaba y se modernizaba, se reemplazaba el antiguo alumbrado público, crecían los edificios de altura y el Centro se transformaba por completo, la avenida Alsina iba cayendo poco a poco en el olvido, perduraban los edificios antiguos, cada vez más deteriorados, cerraban comercios, los hoteles (que se habían inaugurado enla época de esplendor del ferrocarril, iban bajando de categoría o cerraban y los pergaminenses encontraban pocos atractivos en ese lugar que para la mayoría era sólo de paso, sin ofrecer nada que "invitara" a quedarse. Sólo sobrevivían las casas de repuestos para automotores y algunos comercios puntuales, pero pasaron años sin que existieran grandes inversiones en la zona.

El sector central no fue parquizado y las vías están habilitadas para el paso esporádico de alguna formación.
Esa situación comenzó a cambiar con la llegada del nuevo siglo, ya que durante su campaña para ser elegido intendente en 1999, Heéctor Gutiérrez había hecho fuerte hincapié en la revitalización de esa zona, y las obras comenzaron en el año 2000. Primero de manera modesta y luego de forma mucho más ambiciosa.
La transformación no fue casual ni antojadiza sino que surgió tras el histórico derrumbe de los muros que custodiaban el predio ferroviario sobre la Avenida Alsina. Aquella decisión política, iniciada durante la gestión del exintendente Héctor María Gutiérrez, marcó un antes y un después en la planificación urbana local, convirtiendo un área de abandono y deterioro en un pulmón verde de 6000 metros cuadrados.

Area de descanso y tinglado al fondo.
Así, con el transcurso del tiempo y de las obras, lo que alguna vez fue un patio de descargas y maniobras del antiguo Ferrocarril Mitre, hoy es el Parque España, un espacio que logró lo que parecía imposible: unir a los pergaminenses en un punto de congregación común.
Precisamente, 2025 marcó el vigésimo aniversario de la inauguración oficial del Parque España y de la obra fundamental que determinó su presencia: el Viaducto "Héroes de Malvinas".

Juegos para niños, recientemente renovados.
Integración
Si hay un elemento que define la fisonomía de este sector es el Viaducto “Héroes de Malvinas”. Esta obra no solo agilizó el tránsito vehicular entre las calles España y Alsina, sino que se convirtió en el conducto vital que permitió la integración definitiva de dos sectores urbanos históricamente segregados. Con su inauguración, el histórico Puente de Hierro —un ícono de la arquitectura industrial inglesa— cobró una nueva vida, dejando de ser un objeto estático para integrarse al circuito peatonal y recreativo de los vecinos.

Servicio de baños públicos.
Memoria y Cultura
A diferencia de lo que ocurre con otros espacios recuperados de antiguos predios ferroviarios, el Parque España tiene varios sectores bien definidos e instituciones con fuerte arraigo en la ciudad instalaron allí su sede o cuentan con espacios importantes: el Centro de Ex Combatientes de Malvinas, Auto Clásica Pergamino, el Museo Municipal de Bellas Artes, la Asociación de Preservación Ferroviaria (APREF) y el Ferromuseo, así como también la Comisaría Primera de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, una congregación religiosa evangélica e inclusive el funcionamiento de la Feria Agroecológica, tienen espacios definidos en el Parque España, un lugar especial, bien diseñado y con posibilidades de crecer significativamente.

Anfiteatro de la Memoria, con las imágenes de 30 pergaminenses detenidos desaparecidos.
Para entender la fisonomía de diseño de este espacio, es necesario comprender que el mismo se encuentra dividido, de Norte a Sur, en tres grandes sectores bien diferenciados: al Norte se encuentra el Parque España propiamente dicho, donde se emplazan el Anfiteatro de la Memoria, parte del Circuito Aeróbico, varios juegos para niños (recientemente mejorados para mayor seguridad), baños públicos, un área de descanso, un viejo galpón ferroviario reformado, donde funciona una iglesia evangélica, un pequeño playón de juegos con un aro de basket y un tinglado donde funciona la Feria Agroecológica.

Sector Norte: se aprecian el Anfiteatro, el galpón que utiliza una congregación evangélica y los baños.

Sector Central: no destinado al uso público.

Sector Sur, con un primer plano de los vagones gastronómicos.
La parte central comprende el área ferroviaria, con las vías que aún se encuentran habilitadas para el paso de formaciones y controlada por la empresa NCA, esa zona no cuenta con instalaciones destinadas al uso público.
El sector Sur (al que algunos llaman Parque Alsina), comprende un amplio espacio verde, la sede de Auto Clásica, el predio de Bellas Artes, el Ferromuseo (ambos instalados en el antiguo Galpón de Máquinas del Ex Ferrocarril Mitre), la sede de Apref, la Comisaría Primera y el Museo a los Caídos en Malvinas.

La recientemente inaugurada conexión con el Parque Ugarte.
Además, recientemente se incorporó a este sector la presencia de dos antiguos vagones de pasajeros, que están siendo reacondicionados para ser convertidos en locales gastronómicos y, según pudo averiguar DiarioNucleo.com, las obras ya concluyeron y están a la espera de la realización de la licitación para concesionar su explotación.
Por otra parte, recientemente quedó habilitada la conexión peatonal con el Parque Ugarte, este último también edificado sobre antiguos predios ferroviarios, la conexión es a través de un puente sobre el Viaducto, y permite una cómoda conexión entre ambos espacios verdes.

Vagones gastronómicos, a la espera de la licitación para su explotación.
Caminar por el Parque España es realizar un ejercicio de memoria colectiva. El predio alberga hitos fundamentales para la identidad local y nacional como el Monumento a los Caídos en Malvinas (Eduardo Tomás Silva y Aldo Osmar Patrone), además de diversas intervenciones artísticas en los accesos por calle Tucumán y Alsina.
En el sector Sur se encuentra el Anfiteatro de la Memoria, donde se encuentran ubicadas en semicírculo las imágenes de 30 pergaminenses detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar.

Monumento a los pergaminenses caídos en Malvinas.
Por otra parte, la infraestructura original se preserva gracias a la labor de la Asociación para la Preservación Ferroviaria (APREF), que gestiona el Museo Ferroviario dentro del predio, permitiendo a las nuevas generaciones conocer el motor que dio origen a la ciudad.
Recientemente, la inauguración del Centro Cultural Bellas Artes en el edificio recuperado de la ex usina ferroviaria terminó de consolidar al parque como un polo cultural sin precedentes, donde conviven talleres, exposiciones y espectáculos musicales.

Sede de Auto Clásica.
Comodidades
Para el vecino de Pergamino, el "España" es sinónimo de aire libre. El diseño actual contempla desde la contemplación hasta el deporte de alto rendimiento:
Circuito Aeróbico: Un sendero de 2.200 metros totalmente señalizado que rodea el predio y se extiende hasta la calle Nicolás Repetto, siendo el preferido de runners y ciclistas.

Ferromuseo, regenteado por APREF.
Infancia y Deporte: Equipamiento de juegos de última generación, zonas de descanso, y un playón de basquetbol que siempre está en uso.
Feria Verde Agroecológica: De manera regular, generalmente los sábados por la mañana, el parque se transforma en un mercado de cercanía. Los feriantes, ahora con puestos de exposición fijos, ofrecen productos locales, promoviendo el consumo responsable y la soberanía alimentaria.

Todo lo que quedó del viejo paredón.
Espacio ganado
La recuperación del Parque España no fue un hecho aislado, sino parte de un plan maestro de la Secretaría de Obras Públicas para alcanzar el estándar internacional de 12 metros cuadrados de espacio verde por habitante. Con su iluminación LED de última generación, estaciones de alimentación eléctrica y accesibilidad para personas con movilidad reducida, el parque es hoy el ejemplo de cómo la recuperación del patrimonio industrial puede mejorar la calidad de vida urbana.

Las antiguas veredas fueron reemplazadas por este "sendero aeróbico".
Hoy, el Parque España no sólo dejó de ser un obstáculo que separa el centro del barrio Acevedo sino que se convirtió en una herramienta para unir ambos sectores de la ciudad. Es el lugar elegido para grandes eventos populares, encuentros de emprendedores o simplemente para compartir un mate cuando cae el sol, confirmando que la ciudad vive allí donde antes solo había muros.
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