El Museo Casa Natal de Arturo Illia en Pergamino fue el escenario de una profunda reflexión sobre la historia y el presente del radicalismo y la República Argentina. El protagonista de la jornada fue el ex Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires (1983-1987), Juan Antonio Portesi, quien presentó su reciente libro, "Arturo Umberto Illia; fuerte y serena dignidad”, acompañado por Guillermo Illia (sobrino del expresidente) y Carlos Areta Lamas.
En diálogo con DiarioNucleo.com, Portesi contó la emoción que sintió al ingresar al Partido de Pergamino y ver el cartel que recuerda Don Arturo, la llegada a la ciudad natal del ex presidente marcó el cierre de una intensa gira que llevó a Portesi y a sus compañeros a recorrer casi 3.000 kilómetros por el interior del país, llevando consigo "la voz y la palabra de don Arturo".
Docencia y diálogo
Guillermo Illia, anfitrión del evento, dio la bienvenida destacando que la presentación del libro no es solo una difusión literaria, sino un acto de "docencia", en el mismo sentido que la ejerció el expresidente: "Están haciendo docencia en el mismo sentido que en algún momento hizo docencia don Arturo, invitando al diálogo político, invitando a la serenidad, invitando a la posibilidad de un intercambio fructífero entre los distintos partidos políticos para poder proyectar una nación con el viejo sueño igualitario que tuvo el radicalismo en sus orígenes", manifestó Illia.

"Prócer"
Juan Antonio Portesi, oriundo de Mercedes, inició su alocución visiblemente emocionado por estar en la casa que vio nacer a Illia. Subrayó la figura de Arturo Illia como un "prócer" que surgió de un "hogar humilde", realizando, a su juicio, la presidencia "más clara, limpia y fructífera de la segunda mitad del siglo XX", incluso por encima de la de su amigo y correligionario Raúl Alfonsín, a quien catalogó como algo "distinto".
El exfuncionario provincial trazó una línea histórica de la Unión Cívica Radical (UCR), desde su fundación por Leandro N. Alem bajo el principio de la intransigencia con los principios, pasando por Yrigoyen, Alvear, y figuras posteriores como Moisés Lebensohn, Ricardo Balbín y Crisólogo Larralde, destacando su origen humilde y su extraordinaria capacidad.
Grieta
Portesi fue contundente al criticar la situación política actual, lamentando la proliferación de un "oropel de fantasía" y "dineros mal habidos" que se utilizan para campañas, encuestas y la distorsión permanente de la verdad, agravada por el "ejército de trolls" financiado, según él, por la propia sociedad.
Comparó la "dignidad" y el respeto de Illia hacia los compatriotas con la conducta de dirigentes actuales que han causado una "grieta" con sus "inconductas". Ante este panorama, el objetivo del libro y de la gira es traer el "ejemplo excepcional" de Illia para revalorizar su figura.
Hora del diálogo
Portesi insistió en la necesidad urgente de un acuerdo nacional sobre "cuestiones fundamentales", un llamado al que denominó "Hora del Diálogo", tomando como referencia la histórica "Hora del Pueblo" convocada por Ricardo Balbín y el posterior "Diálogo Argentino" impulsado por Monseñor Karlic durante el gobierno de Duhalde.
"O nos ponemos de acuerdo sobre cuestiones fundamentales de la República Argentina, o nuestro país no tiene salida" señaló Portesi y agregó: "Basta de tratarnos como enemigos", sentenció, e hizo hincapié en el mensaje de una de las epístolas de San Juan: "quien no ama a su hermano es un fraticida".
Advirtió sobre la violencia que se ha enquistado en la sociedad y en la política, asegurando que "el odio no sirve, el odio no construye, el anti no construye". Homenajeando a las figuras radicales, afirmó: "Don Arturo, Balbín, Alfonsín no fueron anti nada. Sí, antidictadura, pero no antiperonista o anti lo que fuere. Nosotros no nos podemos definir por el anti, tenemos que definirnos por nuestros valores".
UCR
El exministro también fue severo con la actual dirigencia política, declarando que "los partidos políticos argentinos no dan hoy la talla". Criticó a aquellos que hablan de "castas" siendo más casta que los otros y definió el panorama actual como un "menemismo etapa 2" en el gobierno y un "kirchnerismo etapa no sé cuánto" en la oposición, que cocinan acuerdos "por debajo de la mesa".
Hizo un llamado directo a su partido: "Los radicales no estamos haciendo lo que nos corresponde", y exigió que se asuma el testimonio de Illia, Alfonsín y Balbín, recuperando una "conducta que podamos mostrar" y volviendo a los problemas de la sociedad, como la falta de comida en un país rico.
En contraste, Portesi destacó la conducta intachable de la gestión de Alejandro Armendáriz y de todo su gabinete durante el transcurso de la gestión en la Provincia de Buenos Aires: "Todo el gobierno de la provincia de Buenos Aires, todo, del 83 al 87, ninguno de sus integrantes de cualquiera de los poderes tuvo alguna imputación respecto de alguna deshonestidad. No hay sospecha siquiera. ¿Y qué vino después? Estamos en esto, en un estado totalmente corrupto, en un estado que da mal olor, es una marisma pútrida la que se ha instalado en la política argentina".
"Hombre sin tiempo"
Carlos Areta Lamas se sumó a las palabras de Portesi, destacando que Illia es un "hombre sin tiempo", cuyo mensaje democrático y radical entronca con Alem e Yrigoyen. Remarcó que la figura del expresidente "se agiganta" frente a las barbaridades y ataques mediáticos que sufrió antes del golpe de 1966. "Ilia pasó a ser... patrimonio de todos", aseveró.
Portesi completó esta idea, enfatizando que Illia es mucho más que "la honradez", la etiqueta con la que a menudo se lo identifica. Dirigiéndose a los jóvenes, les instó a conocer los "éxitos extraordinarios" de su gobierno; entre los cuales mencionó la disminución de la Deuda Externa; teniendo en cuenta que Illia fue el primer presidente en décadas que logró una reducción en ese ámbito; la política exterior, a la que calificó como "visionaria" por abrir negociaciones con China, pese al embargo de Estados Unidos, y convocó a países del Tercer Mundo y las acciones relacionadas con la soberanía argentina en Malvinas: su canciller, Zavala Ortiz, consiguió la Declaración 2065 de la ONU, que obligaba a Inglaterra a negociar la soberanía. Con relación a este último tema, portesi también destacó que Illia se negó a enviar tropas a Santo Domingo ante la invasión de los Marines norteamericanos.
Por otra parte, también mencionó que el gobierno de Don Arturo destinó aproximadamente el 25% de los recursos presupuestarios a la educación, siguiendo el principio sarmientino de que el ciudadano no educado es un ciudadano para ser sometido.

Servicio público
Portesi rememoró la austeridad y la discreción de Illia, recordando la famosa "palangana" en su consultorio de Cruz del Eje, donde los pacientes dejaban lo que podían y el que necesitaba tomaba lo que le faltaba. Además, citó la decisión de Illia de no hacer propaganda de su obra de gobierno, un juramento que hizo tras ver la maquinaria propagandística en la Alemania nazi.
Esta línea de conducta se replicó, según Portesi, en el gobierno de Armendáriz, donde no existían carteles de "Gobernación Armendáriz", porque "la república y la provincia no tienen dueños". Quienes llegan al gobierno son "servidores públicos", y no al revés.
Finalmente, Portesi hizo un llamado a la dirigencia política para volver a la cercanía con el afiliado, recordando que Illia, Balbín y Borrás conocían a sus bases y compartían sus mates. En un último mensaje de reivindicación partidaria, declaró que la UCR "no es de izquierda, no es de derecha, tampoco la Unión Cívica Radical es de centro", sino un "todo totalizante" que abarca todos los sectores de la sociedad, y su misión es representar la "dignidad de la sociedad argentina".
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