Con el acompañamiento de la Dirección de Cultura del Municipio, el Museo Histórico de Junín abrió sus puertas a Fauna Salvaje, una exposición que combina la sensibilidad artística con el amor por la naturaleza.
Las obras del fotógrafo juninense Claudio Spiga y del escultor pergaminense Matías Cangas invitan a mirar de cerca la fauna autóctona de la Región a través de dos lenguajes distintos pero complementarios: la fotografía y la escultura.
La muestra propone un recorrido por especies locales y migratorias, con piezas que destacan tanto por su realismo como por la intención de generar conciencia sobre la importancia de preservar el ecosistema que compartimos.
La exposición podrá visitarse hasta el próximo 31 de octubre en el Museo Histórico de Junín, con entrada libre y gratuita.
“Lo relacionado con la fauna me atrapó desde siempre”
En diálogo con DiarioNucleo.com, Matías Cangas repasó los inicios de su trabajo y el camino que lo llevó a construir esculturas con metal recuperado.
“La temática prácticamente surgió sola, porque a mí me gustan los animales desde que recuerdo. Siempre tuve ese interés: de chico salía al campo, juntaba plumas, hacía estudios sobre ellas. Todo lo que tiene que ver con la fauna me atrapó desde siempre”, relató el artista.
El escultor explicó que su incursión en el mundo del metal nació casi por casualidad. “Aprendí a soldar y vi la posibilidad de sostener una estructura desde un solo punto. Eso me permitió desarrollar mucho más las ideas que tenía en la cabeza. Lo que empezó como un hobby terminó creciendo de una manera que no imaginaba”, detalló.
El proceso creativo
Cangas destacó que, a la hora de crear, lo esencial es la observación.“Generalmente trato de reunir la mayor información posible sobre la especie que voy a reproducir. Hay una memoria fotográfica que tiene que ver con la pasión de observar un animal. No suelo hacer muchos bocetos: trabajo directamente sobre la estructura, buscando la expresión, el equilibrio y la dinámica al mismo tiempo”, explicó.
En tanto, el detalle, señaló, llega en una segunda etapa. “Cuando la silueta ya está formada, empiezo a sumar las piezas que completan la escultura, esas que terminan definiendo la mirada, las texturas o el movimiento”, indicó.
El encuentro con Claudio Spiga
El vínculo entre Cangas y Spiga surgió gracias a una conocida en común.“Sabía del trabajo que él venía haciendo en Junín, y siempre me decían que tenía que charlar con él, que podíamos hacer algo juntos”, contó Cangas.
La oportunidad llegó este año, cuando ambos decidieron unir sus obras para dar forma a Fauna Salvaje.“Pensé en Claudio porque no siempre dispongo de muchas piezas para una muestra, y me pareció una buena oportunidad para complementarnos. Hay esculturas que están basadas en sus fotografías, lo que genera un diálogo más profundo entre nuestras miradas. Además, compartimos el interés por la fauna de esta zona, así que la conclusión fue perfecta”, sostuvo.
Cangas también valoró el conocimiento que Spiga le transmitió sobre especies menos frecuentes para él, especialmente las aves migratorias.“Gracias a su experiencia pude reproducir animales con los que no tenía tanto contacto. Es un aprendizaje constante”, afirmó.
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