La comunidad artística local revitaliza la escena visual de la región. Se trata de "Alborada", una exposición colectiva que reúne a más de 40 artistas plásticos de Pergamino y alrededores, y que tendrá lugar en el Museo Municipal de Bellas Artes. Detrás de esta iniciativa se encuentra Gabriela Espósito, directora del Taller de Arte Sakura, quien impulsó la convocatoria junto a Matías Pirchi y Graciela Ambrosini.
Durante la última edición de EN VIVO: DiarioNucleo.com, espacio de entrevistas que se emite los martes a las 19 por la señal de streaming Fana Digital, Espósito brindó detalles sobre la muestra, la diversidad de los expositores y su visión sobre el presente del arte, incluyendo el desafío que representa la Inteligencia Artificial.
¿Por qué "Alborada"?
La alborada es la primera luz antes del amanecer, y un poco la idea es invitar a los artistas a salir, a resurgir y a brillar, a mostrar su luz. Hace mucho tiempo que no se hacía una exposición colectiva de esta magnitud en Pergamino, y sentimos que era el momento ideal.
Llega en un momento donde la expresión artística sigue siendo fundamental.
La idea surgió porque, como profesora de Bellas Artes, junto a los profesores Matías Pirchi y Graciela Ambrosini, a quien tuvimos el gusto de sumar por su experiencia, decidimos hacer este llamado. Si bien para nosotros es nuevo organizar una convocatoria tan grande, queríamos convocar a los artistas de acá, de la zona, incluyendo gente que vive en otros lugares como Rosario, Urquiza, (Mariano H.) Alfonzo o (Mariano) Benítez. La respuesta fue muy linda, estaban todos muy contentos de ser convocados. Ahora viene lo mejor, que es ver y compartir esta visión colectiva sobre un mismo tema.
Son más de 40 expositores.
Sí, estamos con 44 artistas confirmados, más de 40 seguro. Algo que buscamos fue descentralizar las convocatorias: hay artistas de la Casa de la Cultura, de Artes Visuales, independientes, de la ex Escuela de Bellas Artes, e incluso alumnos de la escuela que dejó la artista Nilda Juárez, ya fallecida. Queríamos una visión plural, no cerrarnos. Los artistas solemos estar detrás de un caballete, en un trabajo bastante individual, y una exposición colectiva nos invita a pintar y a disfrutar de las visiones de los demás.
Es atípico este formato en la actualidad, ya que prevalecen las muestras individuales o de muy pocos artistas.
Sí, en general vemos retrospectivas de un solo artista. Antes, en el Museo, se hacían colectivas, al menos una o dos por año, y eso se estaba perdiendo. Nuestra energía surgió de esa necesidad: las ganas de pintar, de ver lo que nuestros colegas están haciendo. Además, es un aporte muy valioso a la cultura. Mucha gente que no es del "palo" del arte puede disfrutar un montón de la exposición porque es una manera de expresión visual que no siempre tenemos tan familiarizada como la música o el teatro.
¿Cómo ves el presente del arte visual con la irrupción de la Inteligencia Artificial y la constante estimulación visual en lo digital?
La Inteligencia Artificial llegó para quedarse. Yo soy una persona de taller, de oficio, me gusta mucho lo material y trabajar con él. No obstante, no hay que cerrarse. Lo visual y digital está muy bueno, e incluso tendremos algún artista que presente algo digital en "Alborada". La clave es verlo como una herramienta, como podemos usar un óleo o un acrílico. No es un reemplazo, porque la expresión humana nunca va a ser suplantada. Si se usa de manera correcta, puede enriquecer la expresión, pero yo siempre voy a tirar para el lado de los pinceles.
O sea, para vos, lo que debe primar es la creatividad del artista, y la herramienta digital es una variante del pincel o el cincel.
Totalmente. Es una herramienta más para poder expresarse mejor. Es importante no cerrarse. De hecho, en un taller de Modelo Vivo reciente, un joven me pidió dibujar con una tableta digital, y para mí fue novedoso, pero surgieron imágenes muy lindas. Es una situación actual, sobre todo en las nuevas generaciones, y como profe hay que dejar que fluya. Pero reitero, no reemplaza la creatividad humana. Lo que debe primar es la visión particular de cada artista.
Contanos sobre Sakura, el taller que dirigís.
Sakura es el taller que ya cumplió seis años y por suerte no para de crecer. Nace como un proyecto muy del corazón y a pulmón. Ofrecemos talleres para niños y adultos. Hay alumnos que estudian por gusto, no por oficio, que quieren adquirir técnicas para expresar lo que piensan y sienten. Y para ellos, es muy importante poder mostrar lo que hacen. Los artistas necesitamos generar estos espacios de difusión, porque el lenguaje visual es una forma de comunicación con el otro.
¿Cómo funciona la terapia artística, práctica que también desarrollás en tu taller?
En cualquier disciplina artística surge algo de la voz interna, y en el arte plástico pasa mucho. Como docente, veía que en los trabajos de los alumnos había inquietudes emocionales, pero la clase técnica no era el lugar para abordarlas. Por eso hice un posgrado en Arte y Terapia. Se trata de usar el arte como una herramienta para expresar emociones, pero requiere un marco distinto, un grupo reducido y un cuidado especial. Es esto que se dice: el arte sana. Aunque en Sakura no estoy ofreciendo talleres de arteterapia formales, sí hay intensivos de vez en cuando con esa mirada.
Es fascinante la posibilidad de sanar a través de la expresión artística.
El arte es un lenguaje, y poder expresar cosas de nuestro interior de esa manera es un paso enorme. Es un espacio muy saludable para gente que trabaja con oficios muy duros o que busca un lugar para volcar su creatividad.
¿Y cualquier persona puede empezar, independientemente de su edad o habilidad?
Totalmente. En un taller de mandalas que doy, hay una señora de 80 años que está haciendo un taller por primera vez en su vida. A veces tengo que ayudarla por una cuestión motriz, pero lo disfruta muchísimo. Nunca es tarde para empezar. Mucha gente que se jubila y tiene tiempo libre, dice: "Voy a hacer esto que me quedó pendiente". Y descubren que pueden hacer más cosas de lo que pensaban.
"Alborada" abrió el sábado 25 de octubre en el Museo Municipal de Bellas Artes (Alsina y Moreno), con entrada libre y gratuita. La muestra estará por tres semanas, incluyendo el 8 de noviembre, que es la Noche de los Museos. El Museo abre de 8 a 20 horas.
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