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Ecoaldea de Pergamino: la experiencia de respetar al medio ambiente y vivir en comunidad
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Ecoaldea de Pergamino: la experiencia de respetar al medio ambiente y vivir en comunidad

Un total de 32 familias de la ciudad residen en el predio de ocho hectáreas ubicado en Ayerza. Diego Maciel, uno de los ecoaldeanos, dialogó con DiarioNucleo.com y explicó de qué se trata esta iniciativa ecológica.

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La definición del término ecoaldea es adjudicada a Robert Gilman, filósofo y astrónomo estadounidense que se dedicó a la investigación y desarrollo de estas comunidades a nivel internacional.

Según sus propias palabras, una ecoaldea es "un asentamiento humano, concebido a escala humana, que incluye todos los aspectos importantes para la vida, integrándolos respetuosamente en el entorno natural, que apoya formas saludables de desarrollo y que pueda persistir indefinidamente".

Estas comunidades de pequeña escala persiguen la sostenibilidad social, ecológica y económica a nivel micro, y se caracterizan por el uso de energías renovables, la sustentabilidad, tanto alimenticia, como económica, el reciclaje y el uso de materiales de construcción ecológicos basados en la bioconstrucción.

El reconocimiento internacional de estas comunidades ecológicas llegó en el año 1995 a través del encuentro en Escocia de ecoaldeas de todo el mundo, dado que de allí surgió GEN (Global Ecovillage Network), la cual se encargó de determinar las bases del movimiento y se transformó en el puente de los muchos proyectos que existen en la actualidad en todo el mundo.

En nuestro país, las iniciativas ecológicas materializadas en proyectos datan de principios de la década del 80' pero fue en el año 1995 cuando se registró la primera organización en formar parte de la GEN, se trató de la Asociación Gaia.

La ecoaldea de Pergamino

La ciudad cuenta desde el año 2017 con el primer y único proyecto hasta el momento de comunidades ecológicas a partir de la iniciativa de dos ecoaldeanos, quienes junto a otras personas compraron un predio de 8 hectáreas en la zona de Ayerza con el objetivo de recibir a residentes que comulguen con esta filosofía.

Hoy en día, el espacio está preparado para recibir a un total de 32 familias y cuenta con una división marcada: cuatro hectáreas están destinadas para la construcción de hogares (600 metros cuadrados para cada parcela) y las restantes conforman el espacio comunitario, que está conformado por plazas, laguna, camping, huerta y gallineros entre otros.

Diego Maciel, uno de los residentes de la comunidad, dialogó con DiarioNucleo.com y sostuvo que todo comenzó como una idea y con el tiempo fue tomando forma. "Los que empezamos con el proyecto de la ecoaldea teníamos interés en la permacultura y la bioconstrucción. Nos conocimos a través de distintos talleres y nos fuimos contagiando con la idea de poder llevarlo a cabo", explicó.

  • Reuniones en pleno campo

Maciel precisó que la experiencia de convivencia comunitaria es uno de los puntos más fuertes del proyecto. "Es algo que aún estamos experimentando y aprendiendo porque ninguno tenía experiencia previa. Dentro la ecoaldea todo se somete a debate entre las 32 familias que allí vivimos, y esto es algo totalmente diferente a lo que estábamos acostumbrados ya que se trata de confiar y de ceder en algunas cuestiones. A diferencia de las actitudes más individualistas, las decisiones se toman de manera horizontal, consensuadas. De todas formas, no tenemos que estar todos de acuerdo pero sí no tiene que haber nadie que se oponga, por ejemplo, cuando alguien no está de acuerdo con determinado tema, se retoma el diálogo hasta que se llega a un consenso. Esta parte es la más compleja pero a su vez es algo enriquecedor porque te entregas a lo colectivo, y eso es superador".

Los ecoaldeanos pergaminenses realizan asambleas generales mensuales en donde se hablan todos los temas referidos a la estructura y convivencia comunitaria, y también se realizan encuentros sobre temas puntuales, como construcción y producción, en los que participan aquellas personas que están interesadas en la temática. "Las decisiones que se toman en estas reuniones más reducidas luego se comunican en la asamblea general", ahondó Maciel.

La minga, que es una forma ancestral de trabajo comunitario solidario que era muy practicada por los pueblos originarios, también se practica dentro de la comunidad ecológica pergaminense. "Cuando algunos de los ecoaldeanos tienen alguna necesidad nos convocan para que entre todos busquemos la solución al problema. Esta es otra de las formas que tenemos para reunirnos y compartir".

  • El primer hogar que se construyó en comunidad

La bioconstrucción de los hogares es otra de las características más relevantes de la ecoaldea ya que permite crear un ambiente más sano para vivir. Estas construcciones se realizan a través de materiales naturales que son beneficiosas para la humedad ambiental. "Dentro de tu casa tenés una humedad regular de un 50% en comparación con la del ambiente, esto es algo impresionante para esta zona", explicó.

Dentro de la ecoaldea de Pergamino, se practica la apicultura, existen gallineros comunitarios y huerto invernadero, que también es otra de las actividades relevantes que definen a esta experiencia comunitaria. "La producción que realizamos es para adentro, es decir para la propia comunidad, como es el caso de la miel, pero también  existen algunos productos que salen hacia afuera".  

Para finalizar, Maciel precisó que el gran desafío al que se enfrentan los integrantes de la ecoaldea es la de convertirse en una comunidad y no en un barrio tradicional. "Queremos llegar a ser una gran familia porque desde los comienzos hasta el día de hoy fuimos mejorando en lo referido al escuchar y respetar al otro a partir del seguimiento de determinadas reglas que nos impusimos para mejor entre todos la convivencia", puntualizó. 

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