Los resultados de las elecciones provinciales celebradas el domingo pasado, que dieron como resultado un triunfo del espacio peronista después de doce años, generarán que, a partir del 10 de diciembre, cuando asuman los nuevos concejales, el cuerpo deliberativo local ofrezca un panorama muy diferente al que presenta en la actualidad, ya que una elección "de tercios" como la del domingo, en la cual, además, el oficialismo ponía en juego nada menos que 7 bancas, producirá un cambio notorio en la puja de fuerzas, donde por primera vez en diez años existirá una paridad que obligará a los diferentes partidos a buscar consensos para obtener la aprobación de ordenanzas.
Claramente el resultado de los comicios generó un perjuicio para el oficialismo local, ya que a partir de diciembre pasará de contar con 10 concejales a tener sólo 6, los 3 ingresados en 2023 más los tres restantes, elegidos el domingo. La nueva conformación del bloque oficialista estará compuesta por Ignacio Maiztegui, Giuliana Rueda, Gabriela Taruselli, que actualmente ejerce la presidencia del cuerpo, Gustavo Ciuffo, Inés Bergroth y Donato Cignoli.
Por su parte el bloque Fuerza Patria (antes Unión por la Patria - Frente Renovador) tendrá 7 concejales. A los tres que ingresaron en 2023 se sumarán los cuatro elegidos el domingo; y estará compuesto por Silvia Viera, Nicolás Cabrera, Bernardo Fiore Pitrelli, Alejandro Masagué, Macarena García Santander, Ignacio Ostertag y Brisa Quevedo.
En tanto, La Libertad Avanza tendrá un aumento significativo en su bloque y pasará de dos concejales a cinco. Jorge Dib y Gabriel Figueroa (elegidos en 2023) y Ezequiel Montenegro, Carla Lantella y Gabriel Gattelet, que se incorporarán luego de la elección de este domingo.
Los díscolos
Es necesario destacar que la enumeración anterior puede dar lugar a confusiones, ya que en 2023 el oficialismo no obtuvo tres bancas sino cuatro, pero ocurre que una de esas cuatro bancas corresponde a Ramiro Llan de Rosos, que si bien integra el bloque Juntos por el Cambio (que probablemente cambie su nombre a Hechos) muestra un perfil fuertemente opositor al del Gobierno municipal y ha votado en contra a prácticamente todas las iniciativas popuestas por su bloque.
Lo mismo ocurre con LLA, ya que en 2023 obtuvieron tres bancas, no dos. Sin embargo Ivana Tribouley, que integra el bloque libertario está desde noviembre de 2024 totalmente distanciada de sus compañeros de partido, a punto tal que mientras éstos se oponen duramente a la gestión municipal, Tribouley vota siempre en consonancia con el bloque oficialista.
Nueva configuración
Ante esta situación, queda expuesto con total claridad el nuevo equilibrio de fuerzas dentro del Concejo Deliberante de Pergamino. Seis bancas para el oficialismo, siete para Fuerza Patria, cinco para La Libertad Avanza y dos concejales con voto independiente. Probablemente, una vez asumidos los nuevos ediles, Tribouley termine creando un interbloque de tendencia oficialista y Ramiro Llan de Rosos genere un espacio propio.
A fin de año culminarán su mandato Mariana de Sautu, Favio Albuerne y Francisco Illia, por lo que por primera vez desde el regreso de la democracia no habrá ningún concejal de extracción radical, ya que si bien Ramiro Llan de Rosos tiene ese origen, es en realidad un representante de Integración Cívica, un partido vecinal fundado en 2003.
Ganadores y perdedores
El nuevo esquema del cuerpo deliberativo muestra que tanto el peronismo como La Libertad Avanza crecieron en representatividad dentro del Concejo. El peronismo suma un concejal y La Libertad Avanza tres, mientras que el oficialismo pierde cuatro ediles.
La nueva configuración indica una situación que no se da desde la asunción de Javier Martínez como intendente municipal, en 2015, ya que desde entonces y hasta la fecha el oficialismo contó con una mayoría contundente y automática, debido a haber triunfado en las elecciones de 2015, 2017, 2019 y 2021 con más del 50 por ciento de los votos, en circunstancias muy diferentes a las del domingo pasado.
Esta situación de fuerzas obligará a los bloques a buscar consensos para lograr la aprobación de ordenanzas, ya que todos necesitarán sumar votos a los propios para obtener el mínimo de voluntades necesarias. Específicamente, el oficialismo deberá negociar la aprobación de las dos ordenanzas clave que debe presentar todos los años: el Presupuesto y la Rendición de Cuentas, sin las cuales el ejecutivo no podría desarrollar su programa de gestión. Aprobarlas nunca ha sido un problema en lo que va de la administración Martínez, pero es cierto que hasta el momento el intendente nunca se enfrentó a una situación de debilidad en el Concejo, por lo que será necesario analizar en cada caso los movimientos a desarrollar por cada espacio.
El peronismo se ve claramente fortalecido y surge la incógnita sobre la posibilidad de que Alejandro Masagué, el ganador de la jornada electoral del domingo, pretenda obtener la presidencia del cuerpo, algo que deberá también consensuar con el resto de los ediles.
Quizás los integrantes de La Libertad Avanza no se muestren del todo conformes con los resultados obtenidos el domingo, ya que sin dudas esperaban imponerse en los comicios. Sin embargo, el resultado los beneficia de manera contundente y pasarán de ser un bloque de dos a uno de cinco, lo cual les da mucho más músculo político a la hora de imponer sus posiciones.
Dadas las circunstancias, todo indica que a partir del 10 de diciembre las sesiones del Concejo Deliberante se vuelvan mucho más "debatidas" y con votaciones más reñidas, lo que probablemente contribuya a un necesario reposicionamiento del cuerpo ante la sociedad pergaminense.
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