Diego Morello es locutor nacional y periodista, cuenta con una muy extensa trayectoria radial y televisiva y condujo ciclos muy recordados en los cuales entrevistó a personalidades de la cultura nacional. En la actualidad, Diego está a cargo de la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Pergamino.
Durante la última edición de EN VIVO: DiarioNucleo.com, que se emite los martes a las 19 por Fana Digital, Diego habló sobre su vida: desde su infancia, cuando jugaba a la radio con auriculares y discos, hasta su rol de gestor cultural, repasó su trayectoria y explicó cómo la pasión fue el motor de cada uno de sus proyectos.
También relató sus inicios en el periodismo, sus experiencias cubriendo eventos como los Premios Gardel y sus anécdotas en Radio Mon, el lugar que considera su casa.
Además, reflexionó sobre los desafíos de su gestión al frente de la Subsecretaría de Cultura, los logros obtenidos en estos últimos años y el compromiso de su equipo de trabajo e hizo hincapié en el abordaje de la compleja labor de derribar prejuicios y de demostrar que la cultura es un bien de puertas abiertas para todos los pergaminenses, sin distinciones.
Sabemos de tu trayectoria en el periodismo y la radio, pero me gustaría indagar en tu pasión por la cultura y la gestión pública. ¿Cuándo descubriste esta vocación?
Mi pasión por la radio y la comunicación nació en mi infancia. Reviso fotos de cuando era chico y me encuentro en la casa de una vecina, con discos y auriculares, jugando a ser locutor. Siempre me atrajo la idea de comunicar y transmitir.
Como locutor nacional recibido del ISER, ¿qué sentiste la primera vez que se encendió la luz roja del aire y te pusiste frente al micrófono?
Más que nerviosismo, sentí mucha ansiedad y un gran disfrute. Durante años, trabajé con Pamela Lombari y Mercedes Mora en la mañana de Radio Mágica. Hubo días en los que llegábamos tristes o golpeados por la vida, pero en cuanto esa luz se encendía, nos convertíamos en dos payasitos. Esa luz era "mágica", igual que la radio (risas).
Y se sentía esa sinergia con el público. Esa conexión se percibía a través del aire.
Sí, era una conexión única. Sin la tecnología que existe hoy, nos entendíamos con la mirada. Sabíamos lo que el otro iba a decir, y era realmente muy lindo y divertido trabajar así.
Recuerdo un excelente programa que hiciste con Jorge Cofré, donde entrevistaron a figuras como China Zorrilla y Nancy Dupláa.
Sí. En 2002, por ejemplo, fuimos a cubrir los Premios Gardel para una radio del interior. Era una gran apuesta económica y logística, pero nos dio la oportunidad de entrevistar a grandes figuras como Charly García, Gustavo Cerati, Víctor Heredia y la mamá de Rodrigo, entre muchos otros.
¿Qué significa la radio para vos, específicamente Radio Mon, donde hiciste toda tu trayectoria?
Esa radio es mi casa. Carlos Trincavelli, su dueño, sabe que la siento como propia y siempre nos permitió trabajar con libertad. Hicimos locuras, como en 1999, cuando cortamos dos avenidas para un evento con la banda Calzones Rotos. Hoy parece una pavada, pero en esa época no lo era. Siempre buscábamos darle un plus a todo lo que hacíamos.
Esa capacidad de gestión y de buscar un "plus" es la que ahora aplicás en la gestión pública. Te he visto en la radio, manejando la consola con tres híbridos y un montón de cosas al mismo tiempo, sin perder la calma.
Es cierto. Prefiero encargarme de todo, desde la operación hasta los teléfonos. Me gusta manejar mis tiempos, y cuando algo falla, no me desespero. Simplemente busco la solución y sigo adelante. Eso de ser apasionado por lo que uno hace lo aprendí en la radio, Carlos (Trincavelli) es un apasionado y yo también lo soy y ahí me di cuenta de que si uno no le pone pasión a lo que hace es imposible alcanzar los objetivos.
¿Cómo surge la transición de los medios a la gestión cultural?
A través de la radio y mi paso por Canal 2 y Canal 4, donde hicimos el programa Mirador TV durante muchos años, fui conociendo a artistas, escritores y gestores culturales. Me gustó ese mundo y me di cuenta de que me gustaba gestionar proyectos. El trabajo que estamos haciendo en la Municipalidad consume mucho tiempo, pero me gusta, y lo mejor es que puedo contagiar esa pasión a mi equipo.
Han organizado eventos masivos que hacía años que no se veían en Pergamino.
Sí. Para nosotros, un evento de 15,000 personas ya casi sale en automático. Hemos hecho fiestas de uno, dos y hasta tres días, lo cual requiere de una gran logística y compromiso de todo el equipo, tanto municipal como privado. Articulamos con el sector privado para que los eventos en el Parque Belgrano sean sostenibles. El contribuyente no paga nada.
¿Es cierto que los eventos que organizan atrajeron a gente de otras provincias?
Sí, tuvimos gente de Tucumán que vino a quedarse y consumir en la ciudad. Esto genera una economía paralela muy importante. Lo mismo pasó con el recital de Los Manseros Santiagueños. Yo estaba negado a traerlos, pero mi equipo me convenció, y fue un éxito rotundo.
La Feria del Libro fue otro éxito.
Sí, estamos en la segunda edición desde que estamos en la gestión y está creciendo. La Subsecretaría se mudó a Bellas Artes, lo que nos permitió duplicar la matrícula. Pasamos de 700 a más de 1,500 alumnos.
Bellas Artes cobra una cuota, pero hay becas.
La cuota es muy inferior a la del mercado, y el que no la puede pagar, no la paga. Recorremos las escuelas e invitamos a que se acerquen. De 1,583 alumnos, solo 18 están becados, porque no son muchos los que nos piden el beneficio. Es un espacio que se sostiene en gran parte por las cuotas, y los alumnos están felices.
Anunciaste novedades con relación al Teatro San Martín
Sí, es una de las noticias que aún no hemos publicado. El 3 y 4 de septiembre vamos a invitar a artistas y vecinos a recorrer el teatro. Se va a armar un circuito seguro con casco y medidas de seguridad para que la gente pueda conocer el avance de la obra por dentro.
¿Coincidís con lo que han manifestado otros artistas, que Pergamino es una usina de arte?
Sin dudas. Se genera muchísimo arte, y nosotros tratamos de acompañar todos los proyectos. En este año y medio que llevo en la gestión, hemos ayudado al 80% o 85% de los proyectos que se acercaron.
A veces existe un prejuicio sobre el gobierno local, de que por ser del PRO no apoya la cultura. ¿Cómo manejan eso?
Nos costó mucho convencer a la gente de la provincia para que vinieran a Pergamino. Hubo un prejuicio inicial, pero pudimos romper con él. Me parece que, como comunicadores, es importante llegar sin intermediarios y explicar las cosas como son. Cuando mostramos a la gente lo que tenemos, como la biblioteca o Bellas Artes, se sorprenden.
O sea, tu objetivo es romper con esos prejuicios.
Es mi objetivo y lo estamos logrando. Lo hablé con el intendente, y él está de acuerdo: la gestión es para la gente, no para un partido político. Trabajamos con gente que sabemos que no vota al PRO. Se los dije a todos en el Encuentro Regional de Teatro. Les dimos lo mejor, porque no es para nosotros, es para los pergaminenses.
Para terminar, ¿qué pasa después de la gestión? ¿Pensás seguir?
Estoy muy contento con el equipo que hemos formado. Se renovó mucho y hubo incorporaciones fundamentales. Si bien estamos cansados, porque trabajamos todos los días, nadie se queja. Uno de los chicos me dijo hace poco que era la primera vez que se levantaba para ir a trabajar con ganas. Eso es gratificante. Trabajamos el factor humano, y eso se nota. Para que el engranaje de la Subsecretaría de Cultura funcione, se necesitan más de 40 personas. Y si bien a veces hay fallas, intentamos que cada vez sean menos.
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