Guillermo Collauti: el veterinario, músico y activista que busca "devolverle la dignidad a la gente"
Oriundo de Pergamino, es una persona muy activa: médico veterinario, destacado guitarrista y activista por los derechos humanos. En diálogo con DiarioNucleo.com compartió las experiencias de su profesión y la militancia social, que se entrelazan en su vida conformando un ser humano comprometido con su comunidad y con las causas justas.
Guillermo Collauti desarrolló su vida a través de una conjunción entre la ciencia, el arte y el compromiso social. Este pergaminense de intensa y prolífica actividad, médico veterinario de profesión, es también un talentoso guitarrista de folclore y rock y un incansable activista por los derechos humanos y la solidaridad social. Durante la última edición de EN VIVO: DiarioNucleo.com, que se emite los martes a las 19 por Fana Digital, Collauti realizó a un recorrido por su vida, sus pasiones y las causas que lo movilizan. Su amor por la provincia de Santiago del Estero y por las costumbres latinoamericanas y sus frecuentes recorridos por la ciudad repartiendo alimentos para personas en situación de calle para "devolverle la dignidad a la gente a través de un plato de comida" formaron también parte de una muy interesante charla.
¿Cuándo y cómo descubriste tu vocación como médico veterinario?
Siempre supe que quería ser veterinario. Viví en el campo hasta los 17 años y mi abuelo tenía vacas y caballos. A los 12, cuando veía a los veterinarios trabajar, supe que ese era mi camino. Aunque a esa edad uno no tiene las cosas claras, a mí me encantaba lo que hacían y mi padre, que no toleraba la sangre, me alentaba a seguir. Así nació mi vocación.
¿Cómo fue tu experiencia de estudio en la Universidad de La Plata?
Estudié en la UNLP y me recibí en el 78. Fue una época muy difícil por el terrorismo de Estado. Desaparecieron compañeros, y social y políticamente no fue una etapa feliz. La carrera fue muy exigente. Mis amigos, que estudiaban medicina, rendían sus materias con 4 o 5 horas de estudio, mientras que a nosotros no nos alcanzaban 10 o 12 horas. Hay que estudiar anatomías, fisiologías y farmacologías de al menos nueve especies distintas, además de las características específicas de cada raza productiva. Es un trabajo arduo, pero la carrera es muy linda.
¿Cómo iniciaste tu carrera profesional y a qué te dedicás actualmente?
Mis primeros años los dediqué a la investigación en el INTA, con una beca que gané por mérito propio. Me especialicé en porcinos y eso me dio la posibilidad de viajar mucho por el país, enseñando a alumnos de escuelas agrotécnicas. Viajábamos desde el Chaco hasta Córdoba, y también a Buenos Aires para perfeccionamiento. Después de un viaje fallido a España, volví y no conseguí trabajo en mi especialidad, así que me dediqué a pequeños animales. Es una profesión hermosa, curar y salvar vidas es increíble. Me jubilé hace unos años, pero ahora me dedico más al ocio y a mi pasión por el arte.
¿La música fue siempre parte de tu vida?
Sí. De chico, en mi casa en El Socorro, mi padre era gerente de una cooperativa y funcionaba la cooperativa en el mismo lugar que vivíamos. Había un salón donde todos los meses se hacían peñas folclóricas. Me crié rodeado de música, tango y fox-trot. Mi hermana estudió guitarra y yo la seguí. Empecé a tocar a los 14 años y a cantar desde mucho antes. Siempre lo tomé como un pasatiempo, nunca de forma profesional.
¿Cómo se dio tu vínculo con el folklore?
De tanto tocar en peñas, Della Valle me regaló media chacarera para el "Pirincho" (Basilio José) Mazor, que había secuestrado un avión y se había ido a Cuba. Como él no tocaba chacarera, me dijo que la completara y que la hiciera mía. Esa chacarera me hizo conocido y todavía hoy me piden que la cante. Ahora, tengo dos grupos: un trío de folklore con Mariano Musacchio y Hugo Álvarez, y un grupo de rock llamado Púrpura, con Edgardo Coletta, Lucía Cianci y Pablo Sosa.
Más allá de la chacarera sobre Mazor, tenés un vínculo muy fuerte con el folklore.
Si, he viajado por todo el país y me inspira mucho la provincia de Santiago del Estero. Soy “santiagueño por adopción”. Es una provincia con una riqueza cultural tremenda. Desde que Peteco Carabajal nos invitó con Jacinto Piedra al cumpleaños de la abuela Carabajal, en 1990 o 1991, voy casi todos los años. También voy a la Marcha de los Bombos. Conozco gran parte del país, pero Santiago me adoptó. La influencia de la cultura originaria y sus costumbres son cosas que me encantan.
¿Tu activismo por los derechos humanos viene de tu experiencia en la Universidad?
Sí, por haber vivido de cerca el terrorismo de Estado. Vi desaparecer a amigos de Pergamino que estudiaban conmigo en La Plata, y también vi a otros morir, como José Luis Bianconi. Me comprometí a estudiar el tema a fondo y así, en 1982, empezamos a formar la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos de Pergamino, donde aún milito. Lamentablemente, hemos tenido un retroceso muy grande en estos últimos años. Para colmo mucha gente, producto de la desinformación y muchas veces de la mala intención, cree que ganamos plata con eso y es justamente todo lo contrario: es un trabajo voluntario y a pulmón, donde tenemos que poner dinero de nuestros bolsillos para llevar a cabo actividades.
Ahora estás embarcado en un proyecto solidario especial.
Así es. Un amigo y yo, que viajamos siempre juntos, nos dedicamos a hacer guisos y a repartirlos entre la gente que busca comida en la basura. Es una situación muy difícil y va en aumento. Salgo todos los días con una conservadora con porciones de guiso para la gente que lo necesita. El hambre es algo terrible, y cuando una persona no tiene a quién pedirle, es desesperante. Este tipo de ayuda, aunque parezca pequeña, le devuelve la dignidad a la gente. A veces, pido donaciones de comida o ropa para ayudar a quienes lo perdieron todo, y consigo muchas cosas porque en Pergamino hay una gran solidaridad. Yo me dedico a articular esas donaciones. No solo hay que ver el problema, sino hacer algo al respecto, y para eso hay que invertir tiempo.
¿Cuándo te podemos ver tocando con tus grupos?
Estuvimos hace poco en Ritmo Club. Ahora, tenemos planeado volver a tocar en octubre en alguno de los lugares que nombré, como Florentino, Ritmo Club o El Yerta. Aún no tenemos la fecha exacta, pero ya la estaremos anunciando.