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Paseo Ribereño Alejandro González Gattone: el lugar de Pergamino elegido para la recreación y el ejercicio al aire libre
POR LOS BARRIOS - EXCLUSIVO DIARIONUCLEO.COM

Paseo Ribereño Alejandro González Gattone: el lugar de Pergamino elegido para la recreación y el ejercicio al aire libre

Lo que nació como una obra para contener las crecidas del arroyo se convirtió en un espacio público que los vecinos disfrutan por su comodidad y accesibilidad; aunque también reclaman algunas mejoras, principalmente en lo que hace al mantenimiento y la seguridad.

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Pergamino es una ciudad marcada por la presencia de cuatro grandes divisiones. Dos de ellas, las vías de los ferrocarriles Belgrano y Mitre, son creaciones humanas. Las otras dos, el arroyo Pergamino y el arroyo Chu-chú, son elementos naturales que atraviesan la ciudad.

Toda la historia de Pergamino está vinculada con estas divisiones, que constituyen límites entre barrios y configuran realidades diferentes, y cuando la ciudad creció, la mayoría de las grandes obras públicas que se hicieron en la ciudad estuvieron orientadas a superar esos obstáculos: el Viaducto y los parques España y Belgrano son muestras claras de la enorme inversión que hizo Pergamino durante décadas para estar mejor conectada.

En lo que respecta a los arroyos, desde hace aproximadamente veinte años se va mejorando la conectividad a uno y otro lado de estos cursos de agua que literalmente "cortan" la ciudad al medio. El cauce superior del arroyo Chu-chú fue entubado y en la actualidad se está entubando también el cauce inferior y en lo que respecta al arroyo Pergamino, a los cinco puentes tradicionales (Ruta 188, Rocha - Av. Perón, Merced - Juan B. Justo y Colón - Illia y Florencio Sánchez - Barrancas del Paraná) se le sumaron en los últimos quince años el Puente del Bicentenario (une los barrios Hernández y Kennedy) y el del Camino de la Cruz.

Sin dudas, de todos los accidentes naturales o creados por la acción humana que dividen la ciudad, el arroyo Pergamino ha sido históricamente una de las barreras más notables, pero también el origen de uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad: el Paseo Ribereño Alejandro González Gattone.

Puente Merced - Juan B. Justo, detrás de las columna puede apreciarse la estructura antigua. 

Este paseo, que recibe su nombre en honor al poeta pergaminense del mismo apellido, es un punto de encuentro para los habitantes y un atractivo para los visitantes. En esta entrega de "Por los Barrios", DiarioNucleo.com realiza un relevamiento del segmento "histórico" del Paseo Ribereño, es decir, el que se extiende entre las avenidas Rocha y Colón, un tramo que, además de su belleza, cuenta con una historia funcional y de protección.

Embarcadero del Club Náutico Pergamino, con una imagen de la Virgen de la Merced.

El Paseo Ribereño nació en la década de 1940 no solo como un espacio de recreación, sino también con la función crucial de contener las crecidas del arroyo y evitar las inundaciones que históricamente afectaron a la ciudad, como la de 1939. Los terraplenes construidos en ambas márgenes del arroyo permitieron su crecimiento sin invadir las calles y, con el tiempo, la zona fue parquizada y se crearon caminos peatonales.

Adermás, el cauce del arroyo fue ensanchado de manera natural en el momento de la confección de esa gran obra, y se construyó el "diquecito" a la altura de la Avenida Rocha, para contener el agua y generar un espacio mayor que busca asemejar el arroyo a un río canalizado, ya que aguas arriba de Florencio Sánchez y aguas abajo de Rocha el arroyo Pergamino adquiere una configuración de cauce más pequeño, de típico curso de agua de llanura. 

Todas las administraciones de la ciudad hicieron mejoras en la zona, durante los años 80 y 90 se colocaron carteles informativos y farolas, más adelante se cubrió el canal a cielo abierto que corre paralelo a la calle Intendente Biscayart, se instalaron bancos y cestos de resiudos. Más tarde llegaron las estaciones de salud y las luminarias LED y finalmente se impuso la prioridad peatonal en los puentes Merced - Juan B. Justo y Colón - Illia, con un elevamiento de la calzada, algo muy valorado por quienes practican actividad física en el Paseo. 

Las pasarelas permiten a los peatones pasar cómodamente de un lado a otro del Paseo. 

Junto a la creación de los terraplenes, se construyeron las pasarelas peatonales de las calles 25 de Mayo (hoy conocida como Puente de las Mujeres) y Estrada (bautizada como Madres de Plaza de Mayo). Estas pasarelas no solo agilizaron el tránsito de peatones, sino que también se convirtieron en hitos de la ciudad, con la pasarela de la 25 de Mayo siendo el lugar central de las conmemoraciones del 8 de marzo. El paseo se integra, además, con el Parque Municipal General San Martín, formando un amplio pulmón verde y recreativo.

Estación de Bombeo en Dr. Alem e Intendente Biscayart.

Hoy en día, el Paseo Ribereño es el lugar predilecto para quienes practican atletismo, caminar o simplemente disfrutar del aire libre. Con sus 3000 metros de extensión, es un recorrido habitual para los entrenamientos diarios y forma parte del circuito de importantes competencias atléticas, como la Maratón Leandra Barros. A lo largo del camino se han instalado bebederos y estaciones de salud, mejorando la experiencia de los usuarios.

Estación de Salud en Intendente Biscayart y Moreno, el lugar dispone de sanitarios públicos

La urbanización del arroyo en este tramo lo ha transformado en un lugar más amplio y agradable, a diferencia de su cauce más rústico aguas arriba o abajo. Esta particularidad, sumada a la presencia de instituciones históricas como el Club Atlético Juventud y el Club Náutico, así como de estaciones de bombeo y dependencias municipales, lo convierten en un espacio de gran relevancia.

El Club Náutico Pergamino es una de las históricas entidades relacionadas con el Paseo Ribereño.

Si bien el paseo es un motivo de orgullo para los pergaminenses, los vecinos y usuarios habituales señalan algunas cuestiones a mejorar. Existe una diferencia notable entre la zona norte y la zona sur del paseo. El Paseo Ribereño Norte, que en los 90 vio cómo se cubría un antiguo canal a cielo abierto, es más funcional y se encuentra más alejado del tránsito vehicular.

Sin embargo, el sector Sur del Paseo, que limita con los barrios Cueto y Centenario, luce más atrasado y en algunos casos abandonado, ya que el canal que en la margen norte está cubierto y entubado, en el lado Sur permanece a cielo abierto y su lecho es irregular, lo que motiva la acumulación de maleza, basura y agua, que con el tiempo se estanca y genera mal aspecto y olores desagradables. 

El canal a cielo abierto en el sector Sur a la altura de San Nicolás se encuentra deteriorado y carente de mantenimiento. 

Por otra parte, la intersección entre ese canal y las calles Alvear y San Nicolás no están en buenas condiciones y los vecinos consideran que, en caso de crecidas o lluvias copiosas, los desagües pueden ver limitado su funcionamiento, ya que esos sitios no solo carecen del mantenimiento adecuado sino que además presentan amontonamientos de tierra y algunos escombros. 

Según atletas que los usan a diario, los bebederos presentan deficiencias en su funcionamiento. 

En contraste, el Paseo Ribereño Sur tiene un canal paralelo al arroyo que permanece a cielo abierto. Según María, una vecina de la zona, esto provoca que el agua se estanque, generando malos olores y anegamientos. Los vecinos también se quejan de la falta de mantenimiento en el césped y la acumulación de basura en el lugar. Otro corredor, Marcelo, señaló que la entrada al Parque Municipal desde el paseo se llena de barro cuando llueve y que varios bebederos no funcionan correctamente.

Asimismo, muchos concurrentes habituales a la zona del Terraplén manifiestan un grave problema de seguridad vial ya que, siendo un sector de tránsito exclusivamente peatonal, frecuentemente transitan por el Paseo bicicletas y motos, muchas veces a alta velocidad. 

La prioridad peatonal es una medida muy apreciada por quienes practican actividad física en la zona.

"Es una locura el descuido y la falta de respeto de quienes andan en moto y bicicleta por el sector pavimentado del terraplén, algo que está totalmente prohibido" dijo a DiarioNucleo.com Verónica, mientras controlaba que sus dos hijos de corta edad no se acercaran al Paseo "no quiero que los chicos caminen solos por ese lugar" explicó "días pasados un chico en bicicleta hizo caer a un hombre mayor, la verdad es que es un peligro y nadie hace nada" agregó. 

La circunstancia de que bicicletas y motocicletas circulen por el Paseo adquirió consecuencias trágicas en la madrugada del 29 de marzo de este año, cuando Marcos Gorbarán, de 21 años, caminaba junto a dos amigas a la altura del Puente de la Mujer y fue embestido desde atrás por una moto que venía a alta velocidad y que, según declararon los testigos, su conductor hacía "wheeling" (maniobra consistente en levantar la rueda delantera, también llamada "willy"). Gorbarán perdió la vida en el hecho y el conductor de la moto enfrenta cargos ante la justicia por su conducción temeraria.

Puente de las Mujeres (pasarela de 25 de Mayo): en este lugar se realizan los actos del 8 de Marzo. 

Sobre la falta de controles parece haber coincidencia entre los vecinos que viven en las proximidades o visitan el lugar de manera habitual: "vengo todos los días a caminar; temprano a la tarde" dijo a DiarioNucleo.com Marina "pasan motos, bicicletas y una vez vi a un grupito de adolescentes de entre 14 y 16 años que importunaban a la gente" señaló y agegó que "en seis meses, si vi tres veces a algún inspector es mucho".

Precisamente, la zona que va desde Rocha hasta Colón es donde más se percibe este problema, una situación que claramente preocupa y afecta a quienes utilizan el Paseo Ribereño. 

Por otra parte, Marina comentó que "después de las seis de la tarde no me gusta venir, si bien está todo iluminado hay zonas que por los árboles o porque están más alejadas todavía son bastante oscuras, además hay mucha menos gente y tampoco hay demasiados controles, la zona próxima al Parque Municipal, por ejemplo, es muy solitaria" describió, 

 

Esta gran explanada era hasta mediados de los 90 un canal a cielo abierto. 

Finalmente, la belleza del paseo se contrapone a su historia más dramática. A pesar de los terraplenes, el arroyo sigue siendo una amenaza para los vecinos cuando crece. El Paseo Ribereño fue testigo de las trágicas inundaciones de 1995 y 2016, cuando el agua superó el nivel de los terraplenes. El arroyo, que normalmente es un espacio de recreación, se transforma en una fuente de miedo y preocupación para quienes viven en sus cercanías, un problema que, según se menciona en el texto, no se resolverá completamente hasta que Pergamino cuente con la presa de regulación del arroyo.

En el sector Sur el canal sigue descubierto y puede apreciarse la confluencia de varios desagües y los túneles de ingreso de agua al arroyo. 

A pesar de estos desafíos, el Paseo Ribereño Alejandro González Gattone sigue siendo un lugar vital para la vida en Pergamino, combinando naturaleza, historia y un espacio público de gran valor.

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