Leandro Llovet, es lo que en otras épocas llamaban "prestidigitador". Un mago. Alguien que con su habilidad y carisma sorprende al público con trucos que juegan con la percepción y los sentidos humanos logran asombrar a su público.
Nacido en Pergamino, Leandro es conocido en el ambiente artístico como “El mago de los famosos” o “El mago de la tele” y es un talentoso y carismático artista que ha logrado consolidarse en la televisión y el espectáculo porteño.
Durante al última edición de EN VIVO: DiarioNucleo.com, que se emite los martes a las 19 por Fana Digital, Leandro habló sobre su presente, su historia y las claves de su éxito.
Tenés un presente increíble. Estás con una fuerte presencia en televisión y streaming, con viajes constantes a Buenos Aires. ¿Cómo vivís este momento de tanto éxito?
Estoy muy feliz. Es muy lindo, me emociona mucho cuando nombro la palabra “Pergamino”. Venimos de un ritmo de trabajo intenso. Recién terminamos de grabar un programa en vivo y otro, con el equipo de Darío Pilato y Roberto Peña. Los invitados son de lujo, por ejemplo, en el último programa tuvimos a Caruso Lombardi. Se divierten mucho con la magia, el programa se llama "Estamos Todos Locos". Me encanta porque es muy descontracturado.
Además de eso, estoy con Yuyito González los viernes y los sábados me pueden ver en "Desconstruidos" por Canal 9, junto a Diego Pérez y Coco Sily. Siempre tengo dos, tres o hasta cuatro programas de televisión por semana, además de algún que otro streaming.
¿Cómo lograste llegar a trabajar con figuras tan reconocidas, viniendo desde Pergamino?
Gran parte del camino se lo debo a mi productor, Willy Chalón. Él me convocó para trabajar y de a poco me fui abriendo camino. El productor de Sin Codificar, un programa que hacía con Diego Korol en 2009, me contactó, y a partir de ahí, todo comenzó. Aunque no era tan seguido como ahora, me fui metiendo de a poco en el ambiente de la televisión.
Siempre digo que el secreto de mi éxito es rodearme de gente mejor que yo. Hay magos que son monstruos en lo suyo, pero creo que mi carisma y mi forma de ser, que es la misma tanto en la tele como en la calle, son un plus que tenemos quienes venimos del interior. Es un combo de cosas, un 25% de ser simpático, otro 25% de ser buen mago, un 25% de saber estar sobre un escenario y otro 25% de saber manejarse en la televisión.
¿En qué momento de tu vida surgió tu pasión por la magia y cuándo te diste cuenta de que ibas a llegar tan lejos?
Jamás me imaginé llegar tan lejos. Mi amor por la magia nació gracias a mi papá. Él me llevó a ver el Cirque du Soleil, que en ese momento no era tan famoso como lo es ahora, y yo le dije: “Viejo, quiero ser mago”. Y él me apoyó siempre.
Empecé ya de grande, estudiando con Adrián Guerra. Hoy tengo el honor de decir que me convoca para sus obras de teatro y programas. Es el campeón de magia argentino. Imaginate el orgullo que siento de poder trabajar con él.
¿Te pasó alguna vez de subir a un escenario con escepticismo por parte del público y luego lograr dar vuelta esa situación?
Sí, claro. A veces te presentan y te llaman "el mago de la tele", y al principio la gente te mira con escepticismo, preguntándose "¿qué se le pedirá?". Pero con la magia, los juegos y el humor, lográs darle la vuelta y el público termina aplaudiendo, riéndose y pidiéndote una foto. Ese es el mejor momento, el más lindo.
Como me dijeron una vez, la magia es como el viento: no se ve, pero existe. Y si se aplica de buena manera, se logran cosas muy lindas. A veces, la gente piensa que todo es trampa o truco, pero la magia requiere mucho estudio. Hay que saber de física, química, estática y hasta numerología.
Te bautizaron como "el mago de los famosos". ¿Cómo surgió ese apodo?
El apodo “el mago de la tele” me lo puso Willy, y quedó. Después, el de “el mago de los famosos” surgió de manera natural, gracias a los programas donde voy. Por ejemplo, en uno estábamos con el Coco Silly, Darío Lopilato, y la gente de Gran Hermano, y se generó una conexión. Vinieron,, me pidieron el teléfono y me invitaron a comer. Caruso Lombardi me pidió que vaya al cumpleaños de su hija. Rodrigo Tapari ya me contrató para diciembre. También Agustina Casanova, una genia, me contrató.
Tengo muchos amigos en el ambiente artístico, como Rocío Marengo, Silvina Escudero y Rodrigo Tapari. También Fabrace y Wey Guti. Pero, como en todos los grupos, hay gente con la que tengo una excelente relación y otros que no.
Se nota que tenés una gran humildad, algo que quienes te conocemos de Pergamino valoramos mucho. ¿Creés que esa cercanía es un factor clave en tu éxito?
Sí, me parece que es parte de mi esencia. A donde voy, llevo cosas de Pergamino, para compartir con los productores y amigos que me reciben. Darío Lopilato, por ejemplo, es un tipazo, muy humilde. Y me parece que esa es la clave: ser uno mismo.
¿Qué se viene para el futuro? ¿Hay nuevos proyectos en mente?
Yo nunca planifico demasiado, dejo que las cosas fluyan. Siempre soy de disfrutar el día a día. Cuando pienso "hasta acá llegué", siempre aparece un nuevo desafío, un nuevo granito de arena. Pensé que con Yuyito González ya estaba en lo más alto, y ahora se agregó el programa de Darío Lopilato, el de Canal 9, y muchos más. Siempre estoy en constante movimiento y recibiendo propuestas. Me llamaron para el programa de Jimena Monteverde, que se hace por streaming.
Estoy muy conforme con mi presente. Cada año es un granito más de arena, y a veces, un granazo. Lo disfruto mucho y me hace sentir orgulloso poder llevar el nombre de Pergamino bien alto.
¿Qué mensaje le darías a la gente de tu pueblo?
Que se dediquen a lo que les apasiona. El artista del interior a veces no es tan valorado, pero nosotros demostramos que se puede. Adrián Alonso, el humorista, Willy y yo formamos un trío de Pergamino que, cuando nos juntamos, hacemos reír a la gente sin parar. Eso es lo lindo. Por eso, agradezco mucho que medios como DiarioNucleo.com se interesen por lo que hacemos. Es fundamental saber que la gente nos acompaña.
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