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Pamela Lombari: "Las causas se habitan y se militan"
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Pamela Lombari: "Las causas se habitan y se militan"

Es una figura central de la cultura pergaminense, reconocida no solo por su talento como actriz y cantante, sino también por su profundo compromiso con las causas sociales. En diálogo con DiarioNucleo.com la artista, periodista y militante reflexionó sobre su multifacética carrera, el poder transformador del arte y la importancia de "poner el cuerpo" para defender lo que se cree justo.

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Pamela Lombari es una figura ineludible de la cultura de Pergamino. Su nombre resuena tanto en los escenarios teatrales como en la defensa de las causas sociales y los derechos humanos. Actriz, cantante, periodista y, sobre todo, una incansable militante, ha sabido conjugar su talento artístico con un compromiso profundo y constante. 

Desde sus comienzos, Pamela supo vincular lo artístico con el compromiso social y cultural en causas como los derechos humanos y sobre todo el feminismo, a través de A.P.U. (Artistas Pergaminenses Unidas), agrupación que implementa herramientas performáticas para visibilizar cuestiones relacionadas con la defensa de los derechos. 

Durante la última edición de EN VIVO: DiarioNucleo.com, que se emite los martes a las 19 por la señal de streaming Fana Digital, Lombari realizó un recorrido recorrido por su extensa trayectoria. Desde sus primeros pasos en el teatro, inspirada por las voces de su infancia, hasta los desafíos que la consagraron sobre las tablas, como su inolvidable interpretación en El año de Ricardo. También nos cuenta sobre su pasión por la música, que la llevó a ser parte de la primera banda de rock femenina de la historia de Rosario.

Su padre, Mario, fue una leyenda del periodismo local y fue también su inspiración para incursionar en esa actividad, que ejerce con la misma lealtad y convicción que su progenitor.

A través de un diálogo honesto y reflexivo, Pamela Lombari demuestra que el arte es mucho más que un oficio: es una herramienta de transformación, un espacio para habitar la realidad y una forma de dejar un legado de empatía para las futuras generaciones.

Una de las características que más se destaca de tu carrera es la forma en la que te comprometés con las. ¿Qué te motiva a “poner el cuerpo” por la cultura y los Derechos Humanos?

Creo que de eso se trata. En este mundo nuevo, han aparecido palabras como la empatía y el compromiso, pero no alcanzan con solo nombrarlas. Las causas se habitan, se militan, se pone el cuerpo y se pone la palabra. Se difunden, se visibilizan. Yo estoy atravesada por todo eso y estoy siempre dispuesta a hacerlo. También tengo la suerte de que el espacio donde trabajo me permite visibilizar este tipo de causas. Las luchas que milito no son únicamente para mí. Son para toda la sociedad, son para dejar un lugar mejor para las nuevas generaciones.

¿Cuándo se despertó tu vocación actoral?

No sé si fue un momento de conciencia, pero sí sé que empecé a actuar desde muy pequeña. Por el relato de mi madre, que yo elijo creer, a los tres o cuatro años me paraba frente a un espejo en mi casa, en Quilmes, y actuaba. Mi mamá me espiaba y yo la invitaba a sentarse y a mirarme. En el colegio también tenía una banda rítmica en la que tocaba y cantaba. Cada vez que había una oportunidad para actuar, yo ya había levantado la mano antes de que preguntaran quién quería hacerlo.



También sos cantante: ¿Qué lugar ocupa la música en tu vida?

Claro, primero canté, después actué y luego hice todo junto. Si bien últimamente no le estoy dando el lugar que me gustaría, la música es muy importante para mí. De hecho, en mi adolescencia, junto a mis amigas de Rosario, las hermanas Crocci, armamos Cambio de Hábito, la primera banda de rock totalmente femenina en esa ciudad. A veces una no toma conciencia de las cosas que hace pero algunos años atrás, cuando la Provincia de Santa Fe organizó un encuentro de bandas en los galpones del río Paraná y nos convocaron, entré a ese lugar, vi la gigantografía de Cambio de Hábito y sentí una emoción enorme porque me di cuenta de la relevancia que tenía aquello, algo que en el momento vos no alcanzás a percibir. 



Tu carrera te llevó a interpretar papeles muy desafiantes como Frida o El Año de Ricardo.

Todos los papeles son desafíos. Sin embargo, hubo obras que me marcaron personalmente y me hicieron mirar la vida desde otro lugar. El año de Ricardo fue una de ellas. Fue mi primer unipersonal, un texto de la autora española Angélica Liddell, que Raúl Nota eligió y adaptó. Fue un gran desafío con un texto muy profundo e interpelante. A mí me pasó haciendo la obra, y al público, al irse del teatro, le pasaba algo similar.



Hiciste también teatro infantil ¿qué te dejó esa experiencia?

Ir a hacer teatro a las escuelas es intransferible, porque uno va al lugar del otro. Los artistas tenemos que lidiar mucho con nuestro ego, es parte de la tarea, no creértela. Y entonces, ir al lugar de un otro te significa un movimiento. El compromiso es habitar ese espacio, sabiendo que uno es un visitante, trabajar en una casa en la que alguien nos espera para ver nuestro trabajo. Fue una experiencia absolutamente positiva y gratificante. 


Como actriz y docente en la Escuela de Bellas Artes, ¿qué le dirías a alguien que quiere iniciarse en el teatro?

Les recomiendo a todos que hagan teatro. Es un desafío enorme, un proceso de aprendizaje. Hay que darle tiempo. El teatro es lo que ocurre en el medio, es lo que ocurre entre lo que vos y yo creamos, es esa emoción que no se ve, pero que se percibe. Es ir al lugar del otro, es trabajar para modificar al otro, y el otro para modificarte a vos. Y eso es, para mí, el teatro.

¿Creés, como dijo Raúl Nota, que Pergamino es una usina de arte?

Coincido totalmente. Lo fue antes y lo sigue siendo. La historia y la militancia del teatro pergaminense no empezó hace tres días. Hoy tenemos la cantidad de salas y talleres de teatro independiente que tenemos porque hay una historia que sostiene y acompaña esta realidad.



Dejando de lado lo teatral y yendo al tema del periodismo: ¿la vocación por esa profesión viene de tu padre?

Yo me crié un poco viéndolo a mi papá escribir. Recuerdo el sonido de la máquina de escribir y admiraba la velocidad que él tenía. También recuerdo su biblioteca, el lugar que los libros ocupaban en su vida. Yo llegué a la radio porque mi papá le dijo al dueño que yo podía grabar una publicidad, y así empezó todo. Si bien mi papá no está, creo que su autenticidad y lealtad me las transmitió. No ando por la vida esperando que todo el mundo me quiera, pero tampoco intentando hacerle mal a nadie. 

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