Contra lo que habitualmente suele pensarse, el liberalismo en Argentina posee una extensa trayectoria y una prédica muy extendida. Desde la inspiración netamente liberal de la Constitución Nacional de 1853 hasta la presencia en distintos gabinetes de todas las épocas de figuras históricas de esa corriente de pensamiento como Alvaro Alsogaray, Adalbert Krieger Vasena, José Alfredo Martínez de Hoz, Juan Vital Sorrouille, Domingo Cavallo, Roque Fernández Ricardo López Murphy o Nicolás Dujovne dan cuenta de una presencia constante en la gestión de los destinos nacionales. A punto tal que muchos de los nombrados incursionaron en la política partidaria y lograron respetables índices de adhesión en prácticamente todas las épocas.
Se podrá argumentar y plantear que algunos de los mencionados dirigentes no eran auténticos liberales, ya que gestionaron durante gobiernos antidemocráticos o aplicaron alguna medida que restringía la libertad de mercado, pero claramente el origen de todos ellos, y también su prédica, eran de neto corte liberal.
Como ocurre con todas las corrientes políticas, el liberalismo argentino fue mutando con el cambio de época y, bien entrado el siglo XXI esa orientación política y económica, que había quedado desprestigiada luego de la crisis de 2001, volvió a cobrar fuerza con la aparición de figuras como la de José Luis Espert y más adelante con la descollante y vertiginosa aparición de Javier Milei, que llegaría nada menos que a la Presidencia de la Nación en pocos años y con escasa estructura partidaria y presencia territorial, un fenómeno todavía no del todo analizado por la ciencia política pero que seguramente será materia de estudio durante mucho tiempo.
Claro está, existen diferencias muy grandes entre Alsogaray o Krieger Vasena y Javier Milei o José Luis Espert (más con el primero que con este último) pero analizar esas cuestiones sería tarea más para un ensayo que para un simple artículo periodístico, por lo que a efectos prácticos lo cierto es que Javier Milei es una expresión novedosa de aquel liberalismo histórico, con los matices y las características propias de un dirigente de la época actual. El presidente se define como "liberal-libertario" es decir que extiende su definición política y económica al plano filosófico, pero lo cierto es que el primer término que usa para definirse es el de "liberal", por lo que le cabe todo el peso que esa palabra tiene en la historia argentina.
Lo verdaderamente nuevo de esta situación es que desde la debacle del gobierno "progresista" de Alberto Fernández, la mayoría de la población abrazó de manera entusiasta las ideas del escocés Adam Smith y trambién las más modernas de la hoy famosa Escuela Austríaca y el grueso de los habitantes del país, sobre todo los más jóvenes, parece coincidir en que un estado más chico, con muchos menos empleados, un rigor fiscal extremo, la reducción de las regulaciones del mercado al mínimo, el impulso de la empresa privada y una baja drástica en los impuestos son beneficiosos para la sociedad.
Ante esa circunstancia, muchas personas decidieron sumarse desde la política para consolidar esas ideas e impulsarlas desde distintos cargos, pero el problema es que hoy por hoy la fórmula liberal-libertaria de la política parece tan exitosa que el espacio por definición y por defecto destinado a representar esas ideas (La Libertad Avanza) por cuestiones obvias, no puede generar espacios para albergar a todos los que quieren sumarse.
Además, los 20 meses de Milei en el Gobierno produjeron en muchos libertarios un desengaño, ya que varios de ellos consideran que el presidente se apartó de las ideas que esbozaba durante la época en la que no era un dirigente político para convertirse "en uno más", inclusive le cuestionan su proximidad con algunos elementos de "la casta" y algunas de las decisiones que tomó durante su mandato.
Toda esta situación generó a su vez otro fenómeno dentro del fenómeno, la aparición de varias listas liberales o libertarias en casi todos los distritos. Casi todas encuentran su razón de ser en las "desviaciones" del Gobierno nacional con relación a su programa original y cierto descontento con armados de nóminas territoriales, entre otros temas. En algunos casos, los miembros de estas listas denuncian la presencia de "kirchneristas" en las listas oficicales de LLA.
Lo cierto es que la situación es real y precisamente en Pergamino existe una muestra cabal de esta circunstancia, ya que el domingo 7 de septiembre cuando el presidente de mesa extienda el sobre y el ciudadano pergaminense ingrese al cuarto oscuro encontrará dos nóminas de izquierda, una peronista, dos "de centro" y nada menos que cuatro listas libertarias.
La Libertad Avanza es de alguna manera la lista "oficial", representa directamente al presidente Milei en Pergamino y cuenta entre sus miembros con varias figuras novedosas, además del respaldo de los dos concejales libertarios que desde hace 20 meses representan y defienden las ideas del Gobierno nacional en Pergamino: Jorge Dib y Gabriel Figueroa, elegidos en 2003 y convertidos en referentes en la actualidad. La lista está encabezada por Ezequiel Montenegro, lo sigue Carla Lantella y luego Gabriel Gattelet.
El Partido Libertario constituye un espacio nuevo; su plataforma ideológica es idéntica a la de Javier Milei y básicamente sostiene los mismos principios e ideas pero sus miembros mantienen diferencias con los referentes locales de La Libertad Avanza. La encabeza Mariano Crespi, junto con Vanina Frisa Peñaloza y Brandon Córdoba. Crespi formó parte de la campaña 2023 de LLA, acompañando al entonces candidato a intendente Fabián Cejas, pero luego de la elección se distanció del armado local de esa fuerza política.
Además, la pergaminense Sara Randazzo es candidata a diputada provincial por ese espacio.
La otra fuerza libertaria es la Alianza Unión Liberal, una oferta electoral muy similar en su configuración ideológica y política a la que encarna el Gobierno nacional, en Pergamino su figura máxima es Luciano Busso (Lucho), que es primer candidato a diputado provincial por ese espacio. La lista de concejales está encabezada por Paula Chacón, a la que acompañan Matías Casas y Gloria Trotta en segundo y tercer lugar respectivamente.
Finalmente, entre las nóminas de extracción liberal, aunque en este caso no necesariamente libertaria, se encuentra el espacio Potencia, una nueva corriente que tiene como figura máxima a María Eugenia Talerico, abogada oriunda de Colón muy cercana a Ricardo López Murphy, conocida por ser una de las principales impulsoras de la llamada "causa vialidad" por la cual fue condenada la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. En Pergamino lleva como primera candidata a concejal a Pamela Courtial, una reconocida abogada local a la que acompañan Claudio Javier Giovagnoli y Patricia de los Angeles Garavano.
Como dato a destacar, cabe mencionar que Paula Chacón y Pamela Courtial son las únicas dos mujeres "cabezas de lista" dentro de las nueve nóminas que participarán en Pergamino de los comicios del 7 de septiembre.
El pensamiento político económico liberal vive un momento de auge y esa situación queda evidenciada al comprobar la gran cantidad de nóminas y espacios que pugnan por captar ese voto. Sin embargo ante esta realidad surge un interrogante ineludible: siendo el actual Gobierno nacional de tipo liberal-libertario ¿tendrán alguna chance quienes no se encolumnen detrás del sello de Javier Milei?
Como siempre, las urnas tendrán la última palabra.
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