En una época en la que parecen primar exclusivamente el individualismo y el "sálvese quien pueda", las comisiones de fomento y las bibliotecas públicas parecen un anacronismo o un sinsentido. Sin embargo, la realidad demuestra a diario la necesidad de las sociedades de trabajar en conjunto y aunar esfuerzo para seguir siendo precisamente eso; una sociedad.
Así lo entendieron los miembros de un grupo de vecinos del barrio José Hernández, que tomaron la importante decisión de reabrir las puertas de una entidad que hizo historia en la zona y que representó un punto de unión, progreso y solidaridad durante muchos años: la biblioteca pública, ubicada en la esquina de Carpani Costa y Giménez Colodrero.
Durante años, ese edificio de particular diseño triangular fue el punto de encuentro de muchos chicos del barrio que hacían allí sus tareas escolares u obtenían material de estudio. El lugar funcionó también como lugar de reunión de los vecinos para resolver problemas o presentar reclamos.
Hace algunos años y por distintos motivos, la biblioteca dejó de funcionar y el inmueble quedó abandonado y con el transcurso del tiempo se fue deteriorando; hasta que hace un año y medio, los miembros de la actual Comisión de Fomento tomaron la decisión de reabrir el espacio, tarea que requirió un esfuerzo superlativo y la colaboración de mucha gente y de empresas de la zona que colaboraron para concretar la reapertura. Rizobacter y Osde donaron computadoras, el Banco Comafi proveyó los sillones, Luz y Fuerza obsequió un escritorio y la Farmacia Pistone (ubicada en el barrio) donó un tensiómetro y un botiquín de primeros auxilios.
Finalmente, este domingo el anhelo de la Comisión y de los vecinos se hará realidad y a partir de las 14, con un evento familiar, quedará oficialmente reabierta la Bibilioteca, donde además anunciaron que darán distintos tipos de talleres de capacitación en informática, inglés, apoyo escolar, Manicuría, crochet, manualidades y clases de folklore, zumba y tango, entre otras actividades.
La biblioteca fue declarada Entidad de Bien Público y, en diálogo con DiarioNucleo.com, Evelin Alvarez, una de las personas que estuvo a cargo de las tareas destinadas a reabrir la biblioteca, contó cómo se gestó el proyecto y detalló los esfuerzos realizados para concretarlo.
Deterioro y abandono. Así se veía la Biblioteca hace un año y medio.
¿Cómo surgió la iniciativa de reabrir la biblioteca y cuál fue el punto de partida?
La verdad es que yo soy parte de la comisión actual, y si bien no recuerdo la inauguración original porque fue antes de que yo naciera –la biblioteca va a cumplir 35 años–, mi papá siempre vivió en el barrio. A él le propusieron formar parte de la comisión para renovarla, ya que estaba completamente abandonada, deteriorada y rayada. Tito Alonso, uno de los fundadores y actual presidente, convocó a vecinos para formar la comisión y lograr que volviera a funcionar. Mi papá me lo contó y como yo estudiaba psicopedagogía en ese momento, me interesó mucho. Así me uní a la comisión, que hoy en día somos entre 10 y 12 personas.
¿El objetivo de la comisión fue únicamente la biblioteca o abarca más allá?
Claro, la comisión se planteó como objetivo reflotar la biblioteca, pero también el edificio de la comisión misma estaba muy deteriorado. La idea fue levantar todo. Nos juntamos, empezamos a ver cómo podíamos hacerlo. La principal fuente de financiamiento fueron las rifas que vendimos. No recibimos sustento del municipio, aunque estamos decretados como bien público, lo cual nos permite ser una institución más dentro de Pergamino.
Los vecinos trabajaron sin descanso para reparar el inmueble.
¿Cómo lograron conseguir los elementos, los libros y las computadoras para la biblioteca?
Libros ya había, algunos guardados que servían y otros no. Mucha gente se ofreció a donar libros. Las computadoras las conseguimos a través de una carta de petición a Luis Altero, y el banco Comafi nos donó sillones. La farmacia Pistone del barrio nos donó un tensiómetro porque vamos a organizar jornadas de salud, como para medir la presión, y más adelante de salud mental para adolescentes o sobre diabetes, siempre convocando a un profesional.
¿Cuánto tiempo llevó el reacondicionamiento del edificio y la biblioteca?
Nos llevó aproximadamente un año y medio. Tuvimos la ayuda de vecinos que son albañiles o pintores, y también miembros de la comisión que nos dieron una mano. Fue un trabajo en conjunto de la comunidad.
¿Qué actividades tienen planificadas para la inauguración?
La inauguración será el domingo, porque después de tanto esfuerzo, esto se merece una gran celebración. Habrá clases y bailes de tango y folclore, canto, una chocolatada caliente, algo para compartir, juegos para los chicos y sorteos con regalos donados por emprendedores. Arrancaremos de 14 a 17 horas.
Hoy el edificio luce como nuevo gracias al esfuerzo de los miembros de la Comisión.
La biblioteca ha sido declarada de interés municipal, ¿qué significa esto para ustedes?
Sí, es de bien público. Estábamos buscando ser filial de una entidad más grande, pero no se pudo dar. Nos dieron la declaración de bien público para que el día de mañana podamos ser una institución más, reconocida y que funcione en Pergamino.
Para usted, que creció en el barrio, ¿qué significado tiene esta reapertura y el resurgimiento de la Comisión de Fomento como centro de bien común?
Mirá, yo toda mi vida viví acá en el barrio, conozco las necesidades. Aunque no terminé la carrera de psicopedagogía, me gusta mucho todo lo relacionado con el aprendizaje de los niños, que se involucren, que tengan herramientas para el futuro y, sobre todo, que tengan contención, algo que les falta mucho hoy en día. Hay muchos barrios desamparados en ese sentido. Esto es muy importante para mí, estoy muy involucrada con la contención de los chicos. Me genera mucha expectativa este reencuentro con los vecinos, ver cómo se pusieron de acuerdo y lograron las donaciones. Al principio no queríamos hacer la inauguración, pero nos convencimos de que esto se merece que la gente lo conozca. Creo que va a servir mucho al barrio y también a otros lugares, incentivando a muchas personas.
¿Cómo pueden los vecinos y empresas colaborar con la biblioteca?
Para sostener la biblioteca vamos a necesitar socios, porque tenemos que mantener a la bibliotecaria y los insumos como hojas, tinta y útiles. Se va a dar apoyo escolar, habrá clases de informática e inglés. Estamos abiertos a recibir donaciones y a que alguna empresa nos apadrine. El foco son los niños, los adultos mayores, y que los chicos del futuro tengan herramientas para salir adelante y que sean escuchados, no solo pedagógicamente, sino también con consejos y contención afectiva.
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