noscript
"Portierra": pedaleando la historia y los paisajes rurales de Pergamino y la zona
HISTORIAS DESTACADAS - EXCLUSIVO DIARIONUCLEO.COM

"Portierra": pedaleando la historia y los paisajes rurales de Pergamino y la zona

Elbio Petruselli es docente jubilado y hace poco más de diez años, cuando todavía estaba en actividad, le diagnosticaron estrés y le sugirieron practicar una actividad física. Desde entonces, munido sólo con su bicicleta y una cámara fotográfica, recorre caminos de tierra de la región fotografiando todo lo que encuentra a su paso, luego sube las imágenes a sus perfiles de Facebook e Instagram, que cuentan con miles de seguidores.

Compartir

Elbio Petruselli, es docente jubilado, se desempeñó durante muchos años como profesor de Computación y Matemática y cuando rodavía estaba en actividad comenzó a sufrir diversos problemas de salud. Su médico le diagnosticó estrés y le recomendó realizar alguna actividad fística recreativa.

Elbio, recordando su infancia en Manuel Ocampo, donde pasaba sus días recorriendo el pueblo con sus amigos en bicicleta, optó por el ciclismo rural y primero junto a su padre y luego en solitario, salió con una cámara a pedalear por los caminos de la región; donde fue descubriendo parajes, escuelas abandonadas, pueblos fantasma, antiguas colonias y almacenes. Petruselli fotografiaba todos sus descubrimientos y luego subía las imágenes a su cuenta de Facebook, donde además realizaba una pormenorizada explicación llena de datos acerca de los lugares que visitaba.

Así nació "Portierra", nombre que Elbio le puso a su página que, con el tiempo, comenzó a sumar cada vez más seguidores, que hoy en día se cuentan por miles. Más adelante, según cuenta, abrió una "sucursal" en Instagram, donde pudo acceder a otro público, y siguió viajando y recorriendo. 

Durante la última edición de EN VIVO: DiarioNucleo.com, que se emite los martes a las 19 por la señal de Streaming Fana Digital, Elbio contó la historia del nacimiento de "Portierra", habló de su emoción al descubrir lugares y brindó recomendaciones y "tips" para salir a pedalar por el campo.

¿Cómo nace "Por Tierra" y cuál es la idea detrás de este proyecto?

"Por Tierra" nace como un hobby, la página de Facebook tiene ya casi 10 años y la de Instagram la abrí hace un par de años para modernizarme y llegar a otro público. Al principio publicaba álbumes de 80 o 100 fotos con textos largos, pero ahora el formato es más tipo Instagram, con muchos reels y publicaciones con menos fotos fijas. La idea es combinar la fotografía, el ciclismo y la historia de los parajes rurales, muchos de los cuales están perdidos o abandonados. Mi inspiración a veces va de la mano del aire que puedo tener cuando llego al lugar, porque hay días complicados, con caídas o encuentros con perros que te pueden dejar un tajo en la pierna, como me pasó una vez.

¿De dónde surge tu pasión por la bicicleta?

De chico andaba mucho en bici, nací en Manuel Ocampo y viví ahí hasta los 23 años. La usaba para ir a la escuela primaria, y un poco después para pasear en el pueblo, alguna aventura de fin de semana con amigos, ir a pescar al arroyito. Después la abandoné por completo.

Sos docente jubilado ¿influyó tu profesión en tu actividad ciclística?

Trabajé 27 años como profe de computación y matemática en varias escuelas de Pergamino. Esa profesión fue la que me empujó a volver a la bici. Había colapsado de estrés, lo que les pasa a muchos profes. Yo pensaba que a mí no me iba a pasar, uno se autoengaña. Empecé a tener problemas físicos, dolores de cabeza, no podía dormir. Un médico me dijo que tenía que hacer una actividad. Había probado caminar, correr, ir al gimnasio, pero me aburría y eso me generaba más estrés. Busqué algo que me despejara la mente, y se me ocurrió ir al campo, que era lo que siempre me gustó.

¿"Por Tierra" y la bicicleta nacieron juntos, con el objetivo de ir al campo?

Claro, yo no quería la bici para ir al (circuito) Panorámico. Quería agarrarla para ir a un camino de tierra, a un campo, a ver un yuyo o una planta. Esa era la idea principal. Se lo consulté a mi viejo, que en ese momento tenía 67, 68 años, y se me reía, me decía: "¿Cuánto te va a durar la bici? Gastá plata de gusto si querés". Pero fui, me compré la bici y un día me aparecí en Manuel Ocampo con ella cargada en el auto. Le dije que los sábados saldríamos a pedalear después de comer. Era una forma de sacarme a mí y sacarlo a él también, porque estaba en un momento complicado por la enfermedad de mi mamá. Así empezó todo.

¿Tenían algún destino en particular en esas primeras salidas?

Al principio salíamos a pasear, a dar una vuelta. La mayoría de las veces él me decía: "Che, ¿te parece ir a tal lado?". Nuestro partido y toda la zona están llenos de parajes impresionantes de cuando la vida en el campo era mucho más intensa. La idea de la página surgió por eso, porque mi papá empezó a decirme: "Che, mirá, si vamos a tal lado, que ahí había una escuelita que debe estar desaparecida, pero andá, vamos a ver".

Mencionás Colonia Velaz, cerca de Pérez Millán, ¿qué podés contarnos de ese lugar?

Colonia Velaz está cerca de Perez Millán en el Partido de San Pedro. Ahí funcionaban una escuela y un salón de baile. Esa colonia era impresionante, lo que me han contado y ver cómo está ahora no se puede creer. La gran mayoría de esos lugares están así. Me llama la atención que han perdido muchos el techo, la cubierta. Se deshabitan y las vandalizan, se roban todo. Yo lo he visto con las escuelas rurales. Hace poco pasé por una escuela cerca de Rojas, que se llama La Urbelina, y hace tres o cuatro años estaba prácticamente intacta. Ahora no queda nada, un desastre.

¿Cómo se organiza un viaje? ¿A qué hora arrancás y qué te llevas como equipo?

Ahora el arranque se complica un poco por el frío y la edad. Antes salía a las tres de la mañana en bicicleta por caminos de tierra, con una lucecita. Salía solo. Llevo la bici, herramientas para arreglarla, bebidas (varias botellitas de agua y alguna bebida isotónica) y comida. También tenés que planificar para reabastecerte en el camino, porque no se puede llevar todo. Para salidas de 200 o 250 kilómetros, como las que hacía regularmente hasta 2023, tenés que salir con una mochila de 40 litros, porque es mucho lo que tenés que llevar.

¿Viviste alguna vez situaciones de desconfianza por parte de la gente de campo?

Es todo un tema, según por dónde andás. Algunos te dicen: "Yo tengo la escopeta a mano". Hay leyes y códigos que tenés que manejar para andar en esos lugares. Yo tengo una máxima: a lugares privados no me meto más. Me he metido en algunas oportunidades, porque te recomiendan un lugar y te dicen que está reabandonado y que nadie te va a decir nada. A mí no me pasó personalmente, pero una vez fui a un lugar confiado, lo publiqué en la página, y fue una experiencia que me hizo decir: "Listo, es la última vez que me meto en un lugar así".

La clave sería manejarse siempre por espacios públicos.

Sí, ando siempre por estaciones de ferrocarril, escuelas, todo lo que es público. Y obviamente, para entrar, como por ejemplo a las ruinas de la escuelita de La Urbelina, te tenés que asegurar que no haya nadie. O golpeas y preguntás. En Colonia Velaz, por ejemplo, la estación estaba abandonada y ahora está ocupada, si hay gente no me meto. Entrar a un lugar privado es como saltar una tranquera y meterte al patio de la casa de alguien.

¿Por qué en tus perfiles de Facebook e Instagram hay tantas fotos de los carteles antiguos de Vialidad?

No sé, me gusta cómo salen en las fotos. No tengo una particularidad por eso.

¿Tomaste algún curso de fotografía? Porque tus fotos tienen un contenido artístico notable.

No, no he hecho ningún curso. Tendría que hacer alguno, porque algunas de mis fotos dicen mucho, muestran atardeceres, amaneceres, animales, molinos o tanques australianos rotos. Las ideas las saco de ver lo que hacen otras personas que saben, e intento imitarlas. He visto algunos tutoriales en YouTube.

¿Cómo descubrís los parajes y lugares?

Hay de todo un poco. Al principio, cuando empecé a salir, descubrí parajes y escuelas medio de casualidad. Después, cuando ya estaba más fanatizado y hacía salidas solo de 250 kilómetros, iba a lugares que quedaban muy lejos. No todo se ve en los mapas, hay muchos lugares que no están etiquetados en Google Maps. Hace poco descubrí una escuela abandonada cerca de Colón, en un paraje que se llama El Luchador, que yo ya conocía. Me pude meter hasta el patio y sacar fotos de más cerca porque no había nadie. Y en ese lugar, 10 o 12 kilómetros antes, descubrí la base del mástil en un monte que yo había pasado varias veces y no se veía nada. Fue un descubrimiento que me emocionó mucho.

¿Te emocionan esos descubrimientos?

Sí, te puedo asegurar que sí. Nadie, ni la más mínima mención de que podía haber algo en ese lugar. Es un descubrimiento mío que seguramente todavía no se publicó en la página, pero cuando lo haga, es posible que alguien lo conozca. Pasa mucho que la gente comenta: "Ah, esa escuelita, mi tío o mi abuelo iba ahí". Y eso está buenísimo, se genera un ida y vuelta y de ahí saco muchos datos, me dicen de visitar tal lugar, o si a siete kilómetros de tal camino te vas a encontrar con una tapera.

Seguramente las salidas te dieron un gran conocimiento de toda la región

Sí, los caminos de acá del partido de Pergamino, Colón, Rojas, Salto y Arrecifes me los conozco casi todos de memoria. No necesito mapas.

¿Con qué frecuencia salís a pedalear ahora?

Ahora, con suerte, una vez a la semana. Antes salía más, llegué a tener una regularidad de dos o tres salidas semanales.

¿Tuviste caídas o algún percance grave?

Por suerte, solo unas pocas caídas graves con golpes fuertes. Me he fisurado una muñeca, dos costillas, y algunos golpes en la cabeza, siempre con casco. Pero hay que cuidarse de otras cosas, como las insolaciones cuando hace calor.

Disiste que salís en solitario ¿recomendás pedalear de esa manera o es mejor salir con alguien más?

No sé si es tan recomendable salir solo. El bicicletero Cachi Castro, donde compré mi primera bici, lo primero que me dijo fue: "No salgas nunca solo". Evidentemente no le hice caso.

¿Alguna vez la bici te dejó a pie?

Nunca. El físico sí me dejó una vez, tuve que llamar a mi mujer para que me auxiliara. Fue un día de mucho calor, una deshidratación extrema. Ella es una divina, me apoya 100%, nunca me hizo ningún problema, ni siquiera el día que me tuvo que ir a buscar, que me encontró casi tirado en Fontezuela.

¿Qué te genera el intercambio a través de Instagram y Facebook?

Siempre lo digo, la gente que se mete a la página, cualquier pregunta, yo siempre estoy dispuesto a compartir todo lo que conozco y lo que sé. No tengo ningún tipo de problema, es todo libre. Recomiendo no salir solo, es como "haz lo que yo digo, no lo que yo hago". Pero siempre estoy encantado de ayudar a la gente.

Comentarios