Las elecciones bonaerenses programadas para el 7 de septiembre tienen por diversos motivos características particulares; el tan comentado "desdoblamiento" generará que por primera vez en mucho tiempo los comicios se "localicen" o "regionalicen", dando lugar a una campaña totalmente diferente a las de años anteriores y que seguramente generará muchos cambios en el esquema de la distribución legislativa a nivel local y provincial.
Si bien en otras provincias el desdoblamiento es la regla, en Buenos Aires la situación es por el momento excepcional, y en ese sentido los bonaerenses deberán asimilar el hecho de elegir a sus legisladores locales y provinciales en una fecha determinada (7 de septiembre) y a sus representantes nacionales en otra.
En ese contexto, el cronograma establecido determina como fecha límite para la presentación de alianzas el 9 de julio, feriado nacional que conmemora el Día de la Independencia y para el cual faltan apenas 11 días, por lo que durante el transcurso del último fin de semana se aceleraron no sólo las conversaciones sino también las especulaciones entre las figuras de los distintos espacios que componen el espectro político bonaerense.
"Derrotar al kirchnerismo"
Claramente, la posible alianza entre La Libertad Avanza (LLA) y Juntos por el Cambio (JxC) es la que más espectativas genera, ya que la mayoría de las encuestas determina que ambas fuerzas unidas estarían a la fecha encabezando la intención de voto en la sumatoria general de la provincia y permitiría ante esa circunstancia allanar el camino hacia las elecciones nacionales de octubre, para las cuales La Libertad Avanza presentó el jueves pasado a José Luis Espert como cabeza de lista.
El triunfo en los comicios para la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, el 18 de mayo de este año, que dio como ganador al candidato de LLA, Manuel Adorni, afinaron las condiciones para sumar voluntades con el claro propósito de, según referentes de ambos espacios "derrotar al kirchnerismo" en su bastión principal: el territorio bonaerense.
Durante el mes y medio transcurrido desde entonces, hubo muchas idas y vueltas, negociaciones y declaraciones cruzadas y sorpresivamente, lo que el lunes 19 de mayo muchos daban como "un hecho" sigue siendo sólo una posibilidad a apenas once días de la fecha límite.
"Distrito por distrito"
Por todo lo ocurrido desde entonces, la alianza LLA-JxC se configura como de parto doloroso y complicado, los obstáculos a vencer son muchos, al igual que las ambiciones personales de los dirigentes y las expectativas de los votantes. Uno de los principales problemas es cómo definir la conformación de las listas en los distritos gobernados por Juntos por el Cambio, ya que por un lado existe reticencia a incorporar a las listas a figuras provenientes de otras fuerzas, que hasta el momento tienen carácter opositor en el distrito mientras que del otro lado (el de LLA) varios dirigentes creen poder triunfarsin necesidad de realizar ningún tipo de alianza.
Esta incógnita se incrementa ante la posibilidad de que los acuerdos se repliquen distrito por distrito, ya que eso abre la posibilidad de que existan lugares en los que LLA y JxC vayan juntos y otros en los que concurran a los comicios por separado.
Otra de las instancias a superar es que Juntos por el Cambio no es un partido sino que es a su vez una alianza de partidos. Los más importantes son PRO, la Unión Cívica Radical (UCR) y la Coalición Cívica, y son precisamente estas últimas dos fuerzas políticas son las que más reticencia presentan a la hora de establecer una alianza general en la provincia, por razones tanto políticas como ideológicas.
Ese es, precisamente, el caso de Pergamino, ya que no sólo los concejales sino tammbién todos los principales dirigentes de LLA tienen un claro perfil opositor a la adminstración encabezada por Javier Martínez. Esa misma situación, con idénticas características, se presenta también en otros distritos de la provincia.
No obstante, y de acuerdo con lo percibido durante los últimos días el objetivo principal (lograr una victoria contundente en septiembre y octubre, y ante el kirchnerismo) parece en la actualidad funcionar como herramienta para allanar el camino hacia un acuerdo muy anunciado y hasta el momento no concretado.
Ceder posiciones
Efectivamente, varios dirigentes mencionaron en los últimos días que existe predisposición para ceder posiciones de cara a lograr la tan mentada alianza, además de dejar de lado ambiciones personales en pos de alcanzar un objetivo que, según lo manifestado por los máximos dirigentes nacionales tanto de La Libertad Avanza como de Juntos por el Cambio, es a todas luces mucho mayor que cualquier otro: vencer al kirchnerismo en la provincia.
Ante esta situación, en los últimos días las declaraciones parecen ir en ese sentido, ya que los dirigentes de ambos espacios bajaron notablemente el tono de sus expresiones públicas y todos manifestaron estar dispuestos a realizar concesiones para lograrlo. Aunque es necesario aclarar que los acuerdos "de cúpula" son mucho más difíciles de implementar "en el terreno", porque es muy difícil ejercer un control sobre cada dirigente.
Días pasados, en diálogo con DiarioNucleo.com, Jorge Dib, concejal por LLA, remarcó que: "Se están realizando negociaciones a nivel provincial entre referentes de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza. Se evalúa qué proyectos se llevaron a cabo en cada distrito que contemplan las ideas liberales y los obstáculos. Hay asperezas que deben limarse en la provincia" dejando abierta la posibilidad de un acuerdo.
Asimismo, este fin de semana Mauro Imperatori, coordinador libertario de la ciudad de Junín, expresó que existen "acercamientos" para lograr una "lista de consenso", con la posibilidad de que figuras de LLA "se integren al gabinete municipal". Imperatori dejó entrever que existe la intención surgida desde la cúpula del partido en el sentido de consensuar estrategias distritales.
En ese sentido parecen ir también declaraciones de Cristian Ritondo, que desde un principio fue uno de los principales impulsores del acuerdo. Ritondo remarcó que es necesario unirse para "parar al populismo en la Provincia de Buenos Aires" e insistió en la consolidación de un frente común.
Estrategias
Las ventajas de una alianza tendrían en principio un objetivo claro y predominante: derrotar al kirchnerismo en territorio bonaerense tanto en septiembre como en octubre. Las consecuencias principales de un peronismo-kirchnerismo vencido en Buenos Aires cambiarían notablemente el panorama político nacional. En primer lugar comprometería de manera significativa las aspiraciones presidenciales de Axel Kicillof para 2027 y modificaría el equilibrio de fuerzas tanto en la Legislatura Provincial como en el Congreso Nacional. En segundo lugar ese eventual resultado significaría una clara muestra de apoyo a las políticas que lleva adelante el presidente Javier Milei, con todo lo que ello implica.
Más allá de estas cuestiones, aunque el objetivo principal sea común los objetivos de ambas fuerzas son diferentes. La Libertad Avanza busca fortalecer su representatividad en el Congreso, tarea fundamental para implementar una serie de reformas legales coyunturales, mientras que Juntos por el Cambio buscaría "blindar" las intendencias que posee y rearmarse en la Provincia.
Según las declaraciones y los datos disponibles, puede escindirse que si bien la posibilidad de que La Libertad Avanza y Juntos por el cambio lleguen finalmente a un acuerdo resultan elevadas, lo cierto es que hasta el momento, a apenas once días de que se cumpla el plazo para la presentación de alianzas en la Provincia, el frente común sigue sin concretarse.
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