Desde muy joven, Paolo Bonanno estuvo interesado en la actividad política y el trabajo social y siempre integró agrupaciones y realizó distintos tipos de gestiones relacionadas con esos ámbitos, hasta que a principios de 2014 quedó a cargo de la sede local del Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA) la obra social de los empleados del sector público de la Provincia de Buenos Aires, que en Pergamino brinda cobertura a municipales, docentes, judiciales y policías. Allí se destacó por su contracción al trabajo y por atender personalmente los problemas de la gente. Bonanno impulsó una política de "puertas abiertas" en la institución de la calle Alsina y frecuentemente, cuando existía un problema grave o una situación de emergencia, se encargaba él mismo de atender al afiliado.
En 2015, cuando se produjo un cambio en el signo político encargado de admisitrar la Provincia, las nuevas autoridades decidieron mantener a Paolo Bonanno en su cargo, hasta que tiempo después fue convocado por el intendente Javier Martínez para cumplir funciones como subsecretario de Desarrollo Social, una de las áreas más importantes de la gestión municipal, que abarca acciones muy diversas y que exige una gestión de tiempo completo. Dos años después Bonanno fue ascendido a secretario, cargo que ocupa a la fecha.
Al quedar al frente de la Secretaría, le imprimió a la misma la misma impronta que destacó su trabajo en IOMA; yendo personalmente a cada una de las dependencias a su cargo y verificando el funcionamiento de comedores y lugares de trabajo, aportando dinamismo a la gestión e implementando una serie de reformas para lograr un manejo más eficiente del área a su cargo por lo que, al lograr su segunda reelección consecutiva, Javier Martínez decidió renovar su cargo, donde permanece hasta la fecha.
Durante la última emisión de EN VIVO: DiarioNucleo.com, que va los martes a las 19 por la señal Fana Digital; Bonanno analizó su vínculo con la gente, explicó las reformas que implementó, destacó la importancia de las tareas que se llevan a cabo y habló sobre su relación con el intendente Martínez.
Llevás varios años al frente de una de las áreas más sensibles del Estado municipal: ¿cómo describirías tu experiencia?
Han sido cinco años como secretario, precedidos por dos como subsecretario. Mi paso previo por la dirección y jefatura de delegación de IOMA me familiarizó con las complejidades de las áreas sensibles. El trato diario con las personas que acuden a nosotros, casi siempre impulsadas por una necesidad apremiante, nunca es sencillo. Nuestro desafío constante es no convertirnos en parte del problema, lo que exige escucha activa, paciencia y una gestión ágil para acortar la brecha entre los tiempos burocráticos y la urgencia de la gente.
Sin duda, la asistencia social se activa en momentos delicados en la vida de las personas.
A diferencia de lo que puede ser una transacción comercial, quienes buscan nuestra ayuda atraviesan situaciones de vulnerabilidad. Manejar esa tensión y ofrecer soluciones efectivas es primordial. La experiencia en IOMA me brindó herramientas valiosas para abordar estas dinámicas.
Tuviste durante tu vida tempranas inquietudes sociales y políticas. ¿Cuál fue la chispa que encendió tu vocación por la función pública?
Siempre sentí una profunda motivación por ser útil, por contribuir a resolver los problemas de los demás. La gestión pública, si bien regida por procedimientos, ofrece la posibilidad de innovar, de encontrar caminos creativos para mejorar la calidad de vida de la gente, siempre dentro del marco legal y temporal, aunque este último a menudo difiera del apremio ciudadano. El objetivo final es siempre alcanzar un resultado positivo para quien lo necesita.
Ingresaste joven a la arena política. Con esa perspectiva, ¿cómo interpretas la extendida crítica hacia la actividad política actual?
Paolo Bonano: La frustración que la gente percibe está en muchos casos justificada por actitudes de algunos dirigentes, alianzas opacas y decisiones que impactan negativamente en su patrimonio y sus vínculos. Los políticos debemos ser ejemplares. La desconexión entre un estilo de vida privilegiado y las dificultades cotidianas mina la empatía. Nuestro deber es trabajar incansablemente para ofrecer una imagen renovada, vivir de manera similar a la gente a la que servimos, escuchar sus demandas sin evasivas. Entender que ocupar un cargo público es un honor, no un privilegio. Por eso siempre digo que nunca hay que enojarse con la gente; ni cuando va a IOMA con algún problema, ni cuando se acerca a Desarrollo Social buscando ayuda. Hay que entender que si va a esos lugares es por necesidad y si siente que alguien no le cumple es lógico que se moleste. Por eso insisto que enojarse con la gente es un error. Yo siempre traté de ayudar, inclusive cuando me paran por la calle trato de dedicarles tiempo a las personas y buscarle la vuelta para ayudarlos.
¿Podrías detallar a grandes rasgos las funciones de tu cargo?
Es una de las secretarías más extensas del municipio, articulada en dos subsecretarías (Educación y Deporte) y diversas direcciones especializadas. Atendemos a la Tercera Edad, la Diversidad, la Discapacidad. El área de Servicio Social brinda asistencia directa a individuos y familias. El Servicio Local interviene ante cualquier vulneración de los derechos de niños y adolescentes, quienes en situaciones críticas encuentran un hogar transitorio en nuestro Hogar Convivencial. También impulsamos programas de Autonomía Joven, Aprendizaje Vivencial y Cabañas Joven. En esencia, todo lo que promueve el desarrollo social integral y la participación comunitaria. Es una secretaría muy dinámica, en constante evolución.
¿Qué encontraste al llegar a la Secretaría y qué reformas decidiste implementar?
Encontré una variedad de programas destinados a diferentes grupos etarios pero con una participación limitada. Nuestro primer esfuerzo se centró en revitalizarlos. Nos preguntamos por qué los centros comunitarios, con infraestructura, personal y presupuesto adecuados, no atraían a más jóvenes y entonces salimos a buscarlos, renovando los espacios y la oferta de actividades. Se invirtió en cocinas, baños, juegos. En deporte se hizo un trabajo similar. Hoy, programas como Cabañas Joven multiplicaron exponencialmente su convocatoria. Reactivamos talleres de carpintería, herrería, sumando oficios a través de convenios. Todos nuestros programas, desde la infancia hasta la tercera edad, están hoy con una alta demanda. En Tercera Edad, tenemos un seguimiento cercano de los adultos mayores con mayor necesidad de asistencia diaria, mientras que otros disfrutan de talleres, la orquesta municipal, el coro e incluso la finalización de sus estudios primarios.
¿Cómo evalúas la situación social actual en Pergamino en el contexto nacional?
Pergamino no es una isla. Compartimos la compleja realidad socioeconómica del país. Contamos con dispositivos municipales que buscan mitigar los efectos más adversos y contamos con nueve centros comunitarios, brindamos asistencia a alrededor de 500 niños. Sumamos a esto el Hogar Convivencial, el apoyo alimentario de la Tarjeta Ciudadana y la asistencia directa a 38 comedores barriales, muchos de ellos gestionados por organizaciones de la sociedad civil y vecinos comprometidos.
Ustedes supervisan también el funcionamiento de los comedores
Controlar es fundamental. Los recursos que administramos no son propios, sino de todos los pergaminenses, así que es necesario ser cuidadosos con eso. Realizamos controles semanales exhaustivos sobre la cantidad de asistentes, la calidad de los alimentos y el uso adecuado de los insumos. El incumplimiento trae aparejada la baja. Si tomamos conocimiento de un comedor que está cerrado y no fuimos avisados correctamente, la baja es automática. Hay un compromiso que nosotros asumimos y que ellos también deben honrar. Por eso valoro enormemente el compromiso y la correcta administración de los alimentos por parte de quienes gestionan estos espacios.
Es un tema sensible, pero ¿han constatado situaciones de hambre o desnutrición en Pergamino?
Los datos específicos sobre desnutrición los maneja la Secretaría de Salud a través de los Centros de Atención Primaria. No obstante, en nuestros centros comunitarios, en colaboración con los docentes, realizamos un seguimiento del peso de los niños que asisten diariamente. Las comidas que se sirven están diseñadas por nutricionistas para cubrir sus requerimientos calóricos. La calidad de los alimentos ha mejorado significativamente; hoy los chicos disfrutan de comidas nutritivas y variadas. Hace años, cuando abría un comedor lo que se ofrecía era principalmente guiso. Hoy eso cambió y los chicos comen milanesas con puré en invierno y con ensalada en verano, pollo al horno con papas, tallarines con salsa bolognesa, pastel de papas y risotto, entre otros platos.
Tenés una trayectoria extensa en la función pública ¿Cuáles son tus aspiraciones? ¿Te ves en algún cargo legislativo?
Los cargos legislativos nunca despertaron mi interés. He tenido oportunidades, pero mi vocación siempre se inclinó hacia la gestión ejecutiva, especialmente en áreas como Desarrollo Social, que son dinámicas y desafiantes. Desde joven me preparé para esto, para intentar construir una sociedad más justa. Mi lugar está en la acción, en la implementación de políticas que impacten positivamente en la vida de la gente. Aspiro a seguir en la política mientras mi trabajo sea útil y reconocido. Es un proyecto colectivo que requiere el compromiso de muchos bajo una conducción clara.
¿Cómo describirías tu relación con el Intendente Martínez?
Con Javier nos une un vínculo previo por temas de IOMA. Ahora, como parte del ejecutivo, la relación es excelente. Valoro enormemente la libertad que me brinda para gestionar mi área dentro de los lineamientos generales. Existe un entendimiento mutuo que se ha consolidado con los años. Todas las iniciativas que propuse contaron con su apoyo y esa confianza ayuda a que las cosas salgan adelante.
Sos un secretario de mucho trato con la gente, que está más tiempo recorriendo la ciudad que en la oficina.
Para mí el contacto directo con la gente es fundamental para escuchar sus necesidades y preocupaciones de primera mano. Cuando estoy en la Secretaría o recorro los barrios estoy disponible para atender al que necesite. Si bien no siempre se reciben elogios, también se experimenta el agradecimiento. Mantener ese vínculo es esencial. El día que esa cercanía se vuelva una carga, será momento de dar un paso al costado.
¿Algún proyecto o iniciativa que te gustaría adelantar?
Los primeros años de gestión se enfocaron en ordenar, innovar y transformar estructuras; ahora, el desafío es sostener y optimizar todo lo que logramos implementar y segurar la continuidad y el atractivo de los programas, así como también afrontar la creciente crisis social con los recursos siempre limitados con los cuales disponemos. Además tengo que mencionar que la demanda actual es más compleja que la de hace unos años, con un aumento preocupante de la violencia intrafamiliar y el consumo problemático. Nuestro Servicio Local está trabajando al límite de su capacidad, con un equipo que de profesionales excelentes y con dedicación fuera de serie. En el Hogar Convivencial, donde hoy residen 35 niños, muchos de ellos bebés, realizamos una labor silenciosa pero fundamental para brindarles la oportunidad de una vida digna. Logros como la reinserción escolar, la alimentación adecuada y la participación en actividades recreativas son para mí más valiosos que cualquier rédito político.
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